Tiempo de reflexión
Al final de cada año, se hace
necesario detenerse a la vera del camino y reflexionar frente a lo que se viene
por delante y también echar una mirada a lo que se vivió y, sobretodo a lo que
mas impactó. Sin duda, este 2011 será recordado por ser el año de las grandes
movilizaciones. Entre las cuales se destacó por su magnitud, la protesta
juvenil por la educación, que revolcó cual indomable ola con resaca y todo, al
mundo político de uno y otro lado. Como augurando el despertar comprometido de
generaciones que parecían dormidas, por el desarrollo a control remoto, de un
país concentrado y centralizado, ante los desafíos futuros electorales que los
verán incorporarse como actores relevantes. Si bien en todo el mundo se
generalizó esta indignación, sus raíces fueron de distinto origen, las
explicaciones abundan cada vez más, todas a posteriori, nadie fue capaz de
anticipar nada con la debida antelación.
Magallanes como estandarte del
regionalismo dio el primer batatazo con su masiva y unánime protesta contra el
alza del gas, ante la cual el gobierno hubo de reaccionar corrigiendo
rápidamente su estrategia inicial inconsulta y alejada de la realidad regional.
Este año también ha sido un año
donde la transparencia no solo se ha puesto de moda, sino que se ha
transformado en un poderoso instrumento para la ciudadanía. Con casos como el
de los abusos de la Polar y la denuncia de colusión de las empresas
comercializadoras de pollos, ha quedado en evidencia que, cada vez será más
difícil burlarse de los consumidores. Las redes sociales, los celulares que
graban y fotografían a todos y cualquier lugar, significa que nadie por muy
poderoso que sea, podrá quedar impune de algún delito o falta, la grabación de
los ministros de la Corte Suprema así lo evidencia.
Al mirar hacia el futuro, este
2012 se presenta como un año donde primará lo político, no sólo por las
elecciones municipales y por que de alguna forma anticipan la contienda
presidencial, sino por una serie de factores que contribuirán a poner el foco
en lo político. Partiendo por un gobierno, que partirá el año mas empoderado,
al haber recuperado el ritmo de gobernar, lo cual sin duda le será de gran
utilidad para enfrentar eventuales beligerancias sociales, en un año especial y
además con contienda electoral. Las apuestas y la puntería de muchos estará por
empujar temas como la reforma al sistema binominal y también se espera que las
regiones puedan elegir a sus Cores y no pasen al olvido, como ha sido por
largas décadas. El ministro Larroulet ya se anotó un poroto con la inscripción
automática y el resultado de este gran cambio, se podrá apreciar en como
reacciona ese gran porcentaje de jóvenes que ahora podrán ir a votar, siempre y
cuando los candidatos y propuestas los motiven.
Las esperanzas estarán puestas en
que esta renovación del padrón electoral, al incorporarle 4,5 millones de
potenciales electores, pueda airear la política nacional e impulsar los cambios
que le devuelvan la fe en la democracia a la ciudadanía y en especial a las regiones,
que siempre han sido el vagón de cola. Es necesario que la política se acerque
a la gente y que atraiga a líderes que se orienten, más que a las futuras
elecciones, hacia las futuras generaciones. Así el país, sus regiones y comunas
tendrán autoridades que los encantarán con proyectos políticos desafiantes, de
mediano o largo plazo y no simples caramelos, en busca del esquivo sufragio.