viernes, agosto 24, 2012

Mucho ruido y pocas nueces

Un 20 de enero del año pasado, como implorando a San Sebastián, los diputados Alinco, Accorsi, Ascencio, Jimenez, Lemus, Marinovic e Isasi, presentaron, para el análisis de la Comisión de Constitución, una reforma a la Carta fundamental que establecía la elección de los intendentes a través del sufragio universal.

Hace un año exactamente, una encuesta realizada a una muestra de 1.740 personas en las regiones del Bío-Bío, Los Ríos y Los Lagos en el marco de un Estudio del Centro de Investigación en Sociedad y Políticas Públicas de la Universidad de Los Lagos, arrojó que un 95.5% de los encuestados opinaba que los intendentes debían ser elegidos por los ciudadanos de cada region. El 86,2% consideró insuficiente la autonomía que tienen las regiones respecto del gobierno central.

En marzo, en el programa “Tolerancia Cero”, Iván Fuentes expresó con mucha fuerza que “los intendentes deben ser elegidos por el pueblo”.

En mayo de este año invitado por la Universidad Católica del Norte, Andrés Velasco, en el XIV Congreso de estudiantes de Ingeniería Comercial en Antofagasta, expresó: “Hoy el presidente pone un intendente o saca un intendente cuando le da la gana y eso, hace muy difícil que las políticas regionales tengan continuidad o formar equipos, porque los equipos van y vienen. Yo creo en una democracia  más profunda donde debe haber un intendente electo. Por qué el Congreso no ha hecho ese cambio, porque los senadores dicen “si al intendente le va bien, luego será mi competencia”.  Esa es una lógica que debiéramos dejar atrás, es bueno tener intendentes elegidos”.

En julio la Sala de la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo presentado por las diputadas Marta Isasi y Alejandra Sepúlveda, junto al apoyo de Roberto Delmastro, Jorge Sabag y Patricio Hales, donde solicitaban al Ejecutivo legislar para que los intendentes regionales sean elegidos mediante elección directa.

Patricio Navia en marzo de este año escribía en su columna, “los intendentes no pueden participar en las negociaciones cuando son percibidos como empleados de un gobierno fuertemente centralizado”.

En su campaña presidencial Enríquez-Ominami decía: "Los Intendentes deben ser elegidos por la gente", lo mismo opina ahora el mediatico precandidato presidencial Franco Parisi. En cambio, hace un poco más de un mes, el ministro Golborne dijo no ser partidario de elegirlos, mientras estos no tengan autonomía presupuestaria

En pocas palabras con un Intendente elegido, Arica tendría embalses para acumular el agua desperdiciada de los ríos altiplánicos y el ferrocarril a la Paz.

Con intendente elegido, la crisis de Aysén no habría existido y hace rato la Carretera Austral uniría por tierra Pto. Montt con Punta Arenas.

Con Intendente elegido, Magallanes no habría sufrido la crisis del gas y Punta Arenas podría estar unida por ruta nacional con Puerto Williams, que bien podría ser ya una ciudad de desarrollo importante como lo es Ushuaia en Argentina.

La Araucanía, con un Intendente elegido, de seguro ya tendría un estrategia consensuada que incluyera al pueblo mapuche.

Con un Intendente elegido, la doble pista ya llegaría a Antofagasta y parte importante de los recursos del cobre se invertirían en el Norte grande.


Con Intendentes elegidos, ya tendríamos un Tren rápido al Sur uniendo Santiago con las regiones de O’higgins, del Maule, BioBio, Araucanía, Los Rios y Los Lagos.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (07 sep 2012)
El Centro de Talca (18 ago 2012)
Austral de Temuco (19 ago 2012)

viernes, agosto 10, 2012

Un CHILE y un chile

Las diferencias entre el CHILE de la cota mil y el de las zonas extremas de las regiones, son abismantes, podemos ser el mismo país, pero los primeros compiten y se codean con el primer mundo y los segundos los tenemos sumidos en el tercer mundo, si es que no están más abajo. En el país hace mucho rato que está mal pelado el chancho.

La triste y cruda realidad que viven estos habitantes que hacen patria en lugares como la cordillera, quedan en evidencia con reportajes como el reciente de Megavisión, sobre la pobreza de los niños de la nieve de Callaqui en el alto Bio Bio. Impresiona la sorpresa del equipo periodístico, como que acabaran de descubrir la pobreza, al constatar escuelas con escaso apoyo comunal y central, niños de familias con grandes dificultades para alimentarlos y vestirlos, caminando descalzos bajo el crudo invierno. Lo bueno de todo esto, es que su reportaje logró motivar a muchos capitalinos, lográndose como resultado, que llegara a la escuelita de Callaqui una caravana importante de vehículos con ayuda de todo tipo. Sin duda, con esto se aligera el cargo de conciencia de muchos, y otros al poco rato, ya lo habrán olvidado.

El tema fundamental, es como nos organizamos como país para, primero entender y atender todas sus realidades, sin seguir acumulando la riqueza en muy pocas manos y en el mismo metro cuadrado capitalino y, en segundo lugar, como lo hacemos para distribuir los recursos de tal manera, que estos lleguen a los que menos tienen y en especial hacia aquellos que viven en condiciones más extremas como en este caso, los niños de la nieve. Esto requiere sin duda el conocer las distintas realidades, no solo a través de un veraneo ni por la vía de un trabajo de invierno esporádico. Quienes mejor saben de esto, son los propios habitantes y líderes de sus territorios y la mejor forma de aprovechar sus experiencias, es abriendo espacios a la participación, descentralizando las decisiones, haciendo que la democracia llegue a todas partes, como por ejemplo a las regiones.

Para que esto ocurra, también es necesario saber escuchar a los actores reales y cautelar, el que nadie se arrogue la representación de quienes no le han otorgado ese rol, así como también poder desnudar a los aprovechadores que muchas veces usan la violencia para conseguir sus fines.

La gente de regiones se la tiene que jugar por construir un Chile justo, debemos participar activamente en lograr un gran consenso ciudadano, que permita hacer los cambios que nuestra política e institucionalidad requieren. La crisis política que sufre nuestra Patria obedece a la ausencia de un proyecto socio político verdaderamente mayoritario que incorpore activamente a las comunidades regionales. La falta de esa mayoría mantiene y acrecienta una serie conflictos que se manifiestan periódicamente a lo largo del país, lo cual es urgente corregir.


Para superar estas deficiencias, hay que adaptar el Estado a las nuevas circunstancias que Chile y sus regiones viven y deberán enfrentar en el futuro, en un mundo cada vez mas competitivo e integrado. Esto requiere un sistema político electoral que desconcentre el poder y que promueva una mayor participación y una mejor ocupación del territorio, generando polos de poder y desarrollo sostenibles que contrapesen y disminuyan, cada vez más, la burocracia centralizada. Un sistema que incentive a las comunidades a asumir responsabilidades, a ser autosuficientes y además fomente la generación de identidad.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (16 dic 2012)
El Centro de Talca (04 ago 2012)
Austral de Temuco (05 ago 2012)