domingo, agosto 29, 2010

Diga 33

Diga 33

Quien no recuerda haber oído esa típica expresión del doctor cuando auscultando con el estetoscopio, deslizándolo por distintas partes de la espalda o el pecho, le decía a uno “diga 33”. Lo cual, gracias a la sonoridad o el retumbe generado por las muchas erres en los pulmones, hacía que el facultativo, entrenado para interpretarlo, de inmediato supiera cómo estaba nuestra salud.
La reciente historia de resistencia de los 33 mineros de Atacama en las entrañas de la tierra, ratifica la pertinencia del término asociado al mismo número y que sintetiza la pregunta que nos hacen, ¿como esta la salud?

Esto, puede representar una gran oportunidad para pasar revista al estado de salud de nuestros distintos procesos y no solo hacerlo, como puede ocurrir, sólo con lo que ha ocurrido en la mina San José. De los errores y accidentes, hay que sacar experiencia para que en lo posible, estos no vuelvan a ocurrir. Tampoco es posible sacar provecho político o comunicacional del tema, aquí todos deben ponerse a nivel país. En esto, si que amerita y se ratifica, el concepto de unidad nacional. ¿Por qué no pensar entonces, en extender este espíritu transversal de concordia a los grandes desafíos de país? Como son por ejemplo, el concordar ya, una estrategia para tener cuanto antes una educación de calidad y un cronograma paso a paso de la descentralización real que Chile requiere.

También es una oportunidad para analizar y superar trancas que nos han marcado por décadas. Como el tema de la privatización y/o la reingeniería de Codelco para poder eficientarla. En una de esas, si Codelco hubiera sido privada, al ministro Goldborne le habría costado más contar con ese gran equipo encabezado por Sougarret para llevar  a cabo el rescate de los mineros. Por el contrario, esta coyuntura puede servir para que la misma Codelco pueda ayudar a diseñar y transferir su experticia, a través de un programa de desarrollo de proveedores de CORFO, para la pequeña y mediana minería. Como país minero en la OCDE no nos podemos dar el lujo de mostrar otra yayita así, para esto existe lo que se denomina RSE (Responsabilidad Social Empresarial) y la solidaridad común y corriente.

Pero también podemos ponernos más ambiciosos y pedirle a nuestra política, que ”diga 33”, quien sabe el estado de animo nacional alcanza para hacer las reformas necesarias y así la democracia pueda funcionar a todo nivel. Por ejemplo, con primarias vinculantes y partidos regionales, que pongan en primer lugar al ciudadano y no al revés como ocurre hoy, donde se han transformado en vulgares maquinas de poder para eternizar familias y elite capitalina, en los cargos y jerarquías de distinto orden.

Lo largo del proceso de rescate puede servirnos para que estos aguerridos y esforzados mineros de la San José, nos sigan dando lecciones desde la profundidad de la tierra. Lo inaceptable sería que nosotros desde la comodidad y libertad del vivir en la superficie, respirando todo el aire que queramos, no aprovechemos lo que ese puñado de hombres nos están diciendo. Nunca más, debiera ser posible, que se sacrifiquen importantes grados de seguridad humana en las faenas, por estirar el margen de una rentabilidad perdida.

Ellos solitos, han puesto en la agenda mediática mundial a la minería chilena, con esto han logrado lo que la millonaria campaña del Consejo Minero ha estado tratando de hacer por años. Como país le debemos a la minería un reconocimiento y atención mayor, por décadas y décadas, nos hemos servido de sus impuestos y aportes, pero es muy poco lo que a las regiones mineras el Estado les ha retribuido. Es cosa de comparar, por ejemplo, la infraestructura de las universidades estatales nortinas con las del Sur para apreciar el notorio desequilibrio. No hemos sido capaces como Estado, ni siquiera de cautelar las condiciones de un trabajo seguro a sus mineros. Tampoco podemos esperar que esto lo arregle un Farkas, subiéndose al carro, con un monto de cinco millones por nuca. Es hora de que Chile, pare, mire, escuche y cuide a su minería, no vaya a ser cosa que se resfrie.


Austral de Temuco

domingo, agosto 22, 2010

La Araucanía…

La Araucanía…

Cuando un director de cine filma una película, ponerle titulo a su obra no es una cuestión menor, en esto son claves determinadas escenas que marcan la historia. Si imaginamos a nuestra región como el eje principal de un film sobre su gente, historia reciente y futuro, bien se podrían visualizar distintas alternativas de escenas que podrían servir para caracterizar el título de la película.

Escena 1: Si uno recorre la Araucanía por la ruta 5 arribando por el norte, lo primero que se encuentra es el pueblito de La Esperanza y al dejarla por el sur, esta La Paz. El slogan turístico regional sale solo, “La Araucanía, comienza en la Esperanza y termina en la Paz” o viceversa, ya que a lo mejor pega más incluso de sur a norte, “La Araucanía comienza en la Paz y termina en la Esperanza”. Nuestra región es superdotada en recursos y atractivos turísticos y si esta es la escena predominante, que mejor título para la película que, “La Araucanía, el paraíso turístico”.

Escena 2: Luz, cámara, acción. En un camino rural de la región, un grupo reducido de encapuchados muy coordinados en los tiempos y en la cobertura de medios, apenas estos últimos llegan, proceden a montar una toma fantasma con los elementos típicos: fardos, pasamontañas, molotovs, etc, en total no dura mas de 10 minutos el proceso. Resultado, imágenes de impacto nacional que amparadas en la situación de pobreza, provocada porque muchos, por mucho tiempo no han hecho su pega, hace que el título del film bien pueda ser, “La Araucanía en llamas”.

Escena 3: Cría fama y échate a dormir. La escena anterior aunque sea puntual, y esporádica, si se repite y reitera estratégicamente, difunde la imagen de una región en conflicto permanente, porque la violencia vende. Nadie se acuerda de muchos laboriosos vaqueros que criaban su ganado en el lejano Oeste, sin embargo todos conocen y recuerdan hasta con cierta nostalgia, a Billy The Kid, el bandido que asaltaba los bancos. Esto, como lo explicara recientemente en un seminario de la CChC un dirigente empresarial nacional, hace que desde Santiago se nos vea como una región conflictiva y riesgosa, lo cual atenta contra toda iniciativa privada en la región. Titulo de la película “La Araucanía en llamas VI”.

Escena 4: Mayoría manda y por paliza. Aquí vemos a la gran mayoría regional sin voz que, ya cansada por el largo recorrido de su travesía por la oscuridad de la estigmatización, comienza a mostrar generalizados signos de preocupación. El desafío que enfrenta, es como revertir la tendencia de esta cuesta abajo en la rodada. Que no es más que decidirse a tomar el toro por las astas o dicho de otra forma, hacerse cargo del tema, uniendo miles de voluntades por una “Araucanía de todos” y sin espacio para la violencia, flor de título.

En resumen, el nombre de nuestra película-región, en estos tiempos, lo puede poner cualquiera y aprovecharse de esto para cualquier fin.  Ya viene siendo hora que las grandes mayorías hagan prevalecer sus valores y luchen por consolidar un ambiente pro-desarrollo. Todos aquellos habitantes de la Araucanía que quieren construir una región sin exclusiones, donde prevalezca la cordura y se pueda ejercer el legítimo derecho de vivir en paz, tienen el deber de iniciar una cruzada, donde no existan exclusiones ni divisiones, donde nadie sobre.


Todos los que quieran luchar por erradicar la frustración, el odio, la inseguridad, la falta de oportunidades que hoy nos confunde, deben salir al frente y dar la cara, algunos deberán liderar, otros acompañar, pero todos sumar. En esta gran tarea regional, se necesitan muchas voluntades, La Araucanía ya cuenta con la mía. Yo estoy con “La Araucanía de Todos”, ¿y usted?

domingo, agosto 08, 2010

ProTemuco

ProTemuco

Hace exactamente 10 años atras escribimos nuestra columna de los martes titulándola Temuco 2020 y proponíamos desafiarnos como ciudad apuntando a la concreción de sueños ambiciosos, como por ejemplo, conseguir para Temuco y La Araucanía la realización de los Juegos Olímpicos del 2020.

Para esto, nos imaginabamos, que al año 2007 ibamos a estar usando ya el moderno terminal aéreo internacional en las inmediaciones de Quepe, incluso con la llegada de vuelos desde el extranjero. Nos imaginabamos también la ciudad organizando un gran torneo internacional de tenis en el Ovalo Municipal, orgullo de la capital regional, un moderno centro de megaeventos y supergimnasio que acogía a esta justa deportiva, la de “mayor relevancia de la temporada invernal del Sur de América”.

Soñabamos que este ambicioso proyecto, convocaba a todas las fuerzas vivas regionales, como parte integrante del Plan Turismo ‘2010. El cual, buscaba “complementar la oferta y atraer extranjeros, mediante un variado programa de actividades deportivas, culturales, científicas y sociales, de carácter internacional y nacional, planificado para la década”. 

Completababamos nuestro sueño hace una década, imaginando que “desde el hotel en la cumbre del cerro Ñielol, sería posible contemplar el atardecer y ver, como las luces de los distintos senderos que recorrían los turistas, se combinaban perfectamente con el serpentear del moderno funicular”.

Los sueños son ideas puestas en acción y las comunidades organizadas los pueden concretar si se lo proponen. Por otro lado, Temuco es la capital de una región como La Araucanía, superdotada de recursos y atractivos turísticos, en especial de aquellos que atraen a los extranjeros. Por lo tanto, convertirse en la “Gran Capital” del Turismo del Sur de Chile, para Temuco es un sueño alcanzable, si se lo proponen sus líderes y autoridades, encabezando a toda una comunidad motivada. Logrado lo anterior, no hay problema ni impedimento que se pueda atravesar.

Esta semana estuve en Talca donde me correspondió exponer sobre la experiencia de Corparaucanía en un seminario sobre la reconstrucción de la ciudad, muy afectada por el terremoto. Sin embargo, da un gran gusto ver a la comunidad toda liderada por su alcalde don Juan Castro junto al Intendente, al Diario El Centro, así como a las distintas organizaciones sociales, académicas y gremiales de la ciudad, entusiasmadas poniendo en marcha la corporación Talca Renace y un Plan Maestro, elaborado con la ayuda en un grupo empresarial capitalino, que no me cabe duda, proyectará a Talca con fuerza y potencia hacia el futuro.

Sin embargo, la realidad nos ha llevado por otro camino, la falta de foco y dispersión de iniciativas, más la existencia de unos pocos seudo-líderes desorientados, algunos incluso de rostro oculto, amparándose en una causa noble y creyendo representar a una mayoría silenciosa, que sin duda esta por otra vía, nos han tronchado nuestros sueños, oponiendose a proyectos como el aeropuerto y otros, ahuyentando las inversiones con protestas y tomas fantasmas de fundos y caminos, todas de poca enjundia y muy mediatizadas. El mundo al reves, la mayoría cuerda sometida al arbitrio del maton del curso, ya viene siendo hora de poner las cosas en su lugar.

En Temuco podemos hacer la diferencia, aprendamos de Talca y armemos nuestro MasterPlan un ProTemuco con foco en un Turismo de calidad, con una ciudad proyectada con visión potente hacia el futuro. Como una ciudad amigable y grata para sus habitantes y centro de servicios moderno, atractivo y eficiente para los turistas extranjeros y nacionales. Aprovechemos el que nuestro suelo de fundación nos distingue favorablemente en un país sismico y así como los astros se alinean, encadenemos todos los esfuerzos aislados y pongamoslos a trabajar unidos encabezados por nuestra autoridades y las organizaciones que la ciudad y la región se han dado. Así la podremos convertir en la ciudad de nuestros sueños, porque Temuco se la puede, porque entre todos, demás podemos.

Diego Benavente Millán

domingo, agosto 01, 2010

Izquierda, empresa y transición

Izquierda, empresa y transición

El tiempo transcurrido y los procesos experimentados, el último medio siglo, permiten hacer un análisis sobre Chile y el rol de dos actores claves, los empresarios y la izquierda. Que del perro al gato, han pasado, desde una aceptación forzada, a una franca convivencia con altibajos, pero convivencia al fin. Este proceso lo describía Carlos Ominami, en julio del 97 a una revista, “ha habido un cambio muy de fondo en este país, y creo que el sector empresarial ha hecho una contribución de gran envergadura. Eso hay que reconocerlo y eso nos obliga a relacionarnos con el sector empresarial de un modo distinto. Antes no respetábamos a esa derecha económica raquítica, rentista, que vivía haciendo antesala en los ministerios para conseguir prebendas.”

No todos creen que se hayan superado los estereotipos y divisiones, como lo manifiesta el empresario Nicolás Abumohor, en marzo del 2002: “este país está en una posición privilegiada, pero en vez de gozar lo que tenemos estamos peleando todo el tiempo. Nadie habla de las montañas, las playas, el desierto o la naturaleza, sino que estamos odiosos y preocupados sólo de lo que nos divide. Basta ver las noticias para darse cuenta que únicamente se muestra lo negativo. El país está dividido.” Sin duda, las divisiones del pasado para algunos se mantienen latentes y afloran bajo distintas formas y circunstancias.

Nuestras elites capitalinas están marcadas por el pasado y lo manifiestan en sus visiones, una muestra son las opiniones respecto al quiebre del 73. El columnista Héctor Soto, en diciembre 2006 lo caracterizaba de la siguiente forma: “No es fácil tragarse que Pinochet haya hecho en Chile muchas de las transformaciones que distintos prohombres de parsimonia y con mayor estatura republicana nunca hicieron. Pero es la verdad. Fue él quien las hizo. Y perduraron a pesar de lo que él represento”. Y si nos trasladamos de vereda, casi un año después en el mismo medio, Gonzalo Vial Correa lo expresaba así, “suena a paradoja, pero lo cierto es que la dictadura nos legó un Estado de derecho en torno al cual se ha articulado tanto el consenso político como económico que caracteriza este período. Es molesto decirlo, pero tenemos democracia porque la dictadura lo quiso.”

Asimismo los extranjeros, siempre aprecian mejor o intuyen con mayor claridad nuestros logros y lo que aun tenemos pendiente. Así Mario Vargas Llosa, en junio de 2009, comentando el desafío electoral presidencial que enfrentaba Chile ese año, dejaba ver su admiración por lo que nuestro país había logrado con su democracia, al expresar: “¿no es maravilloso que en América latina podamos decir de un país como Chile que ni importa quien gane las elecciones? ¿Qué es lo que va a cambiar? Quizás cosas pequeñitas, pero lo fundamental no cambiará.” Por otro lado, el reconocido economista y profesor de Harvard Michael Porter, en junio 2008,  nos aterrizaba haciendo ver nuestras tareas pendientes, expresando: “el modelo económico que ha llevado al país hasta donde está hoy necesita adecuarse y mejorarse en forma significativa.” El dormirse en los laureles y no hacer las tareas oportunamente nos ha pasado la cuenta, esto puede ser en parte porque mucha gente de izquierda, creía y sigue creyendo que los problemas sólo se resuelven aumentando el gasto fiscal y no le dieron la importancia que se debe, a una gestión eficiente y al perfeccionamiento del sistema. En una sabia autocrítica, Oscar Guillermo Garretón, en julio de este año lo declaraba a un matutino, “la Concertación pasó de ser una alternativa de cambio a convertirse en representante del status quo. Perdió porque producía historia en vez de futuro”.

La próxima transición o futura alternancia, sin duda requerirá que la izquierda se compre el tema de la gestión y que la política se democratice de verdad, entregando poder real a las regiones.

Austral de Temuco