Desafíos de la política
¿Cuando fue la última vez que un gobierno le propuso al
país enfrentar un desafío de envergadura? Sin duda ha pasado mucho tiempo y más
del que cualquier país, que aspira a superar la pobreza y mejorar la calidad de
vida de su gente mas vulnerable, quisiera. Los tiempos que estamos viviendo con
complicaciones entre la política y el dinero, hacen que nos estemos revolcando
por ya largo rato y cada vez más, en un barro fangoso y maloliente. La política
en dos palabras, se ha reducido a que ahora nos pasemos el tiempo en pura
chimuchina politiquera, cuya única orientación es la búsqueda del esquivo voto.
Nadie está preocupado de los grandes desafíos nacionales.
Es imprescindible asegurar que a mediano y largo plazo el
país y sus mandos técnicos altos, mantengan su preocupación y dedicación en
temas claves, como lo es el desarrollo eficiente y oportuno, sin dilaciones
muchas veces inexplicables, de los proyectos emblemáticos y necesarios, tanto
de infraestructura, como de equipamiento en distintas áreas estratégicas. Esto
es posible lograrlo, por ejemplo, replicando un modelo como fue en el pasado la
Sociedad Constructora de Establecimiento Educacionales - SCEE, que se
preocupaba de construir las escuelas y liceos que la educación pública requería.
Con figuras de administración autónomas e independientes de los gobiernos de
turno, es posible concordar y desarrollar los proyectos estratégicos de
infraestructura vial, hospitalaria, educacional, etc que generalmente requieren
mirar más allá de los cuatro cortos años de los períodos del mandato
presidencial.
Por otro lado, los nuevos tiempos evolucionan
aceleradamente y nos sorprenden a diario con hitos que derriban mitos, uno tras
otro. Estos tiempos, no implican necesariamente que deban triunfar las ideas de
las dictaduras de las minorías, sino que estas serán respetadas, como por
ejemplo quedo meridianamente claro con el referéndum irlandés por el matrimonio
igualitario, un país eminentemente católico, donde triunfó el Si con un 62% de
los votos.
Otro ejemplo de los últimos años, es el surgimiento de los
partidos políticos, Ciudadanos y Podemos en España, esto sin lugar a dudas,
dado nuestra predilección a mirarnos en Europa y especialmente en España,
auguran un espacio que, en la política chilena lo pueden ocupar los nuevos
movimientos sociales, regionalistas y territoriales. Pero lo que si está claro,
que no podrán ser los mismos antiguos políticos con nuevos ropajes.
Una política muy cercana que cambie la forma de hacer y
vivir la política, donde se termine de una vez por todas el dominio y la
influencia de los ghettos capitalinos. Todo lo cual, en el caso de la derecha,
como lo expresa Daniel Mansuy, cientista político de la Universidad de los
Andes, en un vespertino santiaguino, se refleja en que “hoy todos los
parlamentarios de derecha deben vivir en dos o tres comunas del país y sus
hijos deben ir a más o menos los mismos colegios. No representan a Chile y eso
uno lo ve en como hablan, en las cosas de que se preocupan. A la la derecha le
falta Chile, le falta regiones, pueblos, plazas, provincia. Y mucho.”
La Prensa Austral de Punta Arenas
2 Comments:
Adhiero con sus ideas, creo que no hace falta que hayan más regiones, sino más bien que se potencien las que hay por medio de la federalización progresiva del país, estableciendo estatutos, pactos o convenios que le sirvan a los ciudadanos -y no a los partidos- que se agrupan en corporaciones de desarrollo, clubes deportivos, juntas de vecinos, etc. a generar su propia identidad, que pueda unirlos y enfrentar en forma coherente los desafíos que realmente importan.
Mis saludos y deseos de éxito
Gracias por tus comentarios y coincido contigo, esa es la tarea principal del regionalismo en Chile, saludos
Disculpa la demora pero hace tiempo que no recorría mi blogspot
DiegoB
Publicar un comentario
<< Home