viernes, marzo 27, 2015

QSVT (Que Se Vayan Todos)

Las convulsiones político empresariales por las que atraviesa el país, mas bien su capital y que protagonizan su elite metropolitana, es un fiel reflejo o una muestra más de lo que el centralismo y la acumulación de poder producen en un país tan concentrado en todos sus aspectos, como lo es Chile.

Como lo hemos mencionado en anteriores columnas, en nuestro país, está mal pelado el chancho, la desigualdad que tanto sirve de bandera de lucha para las campañas, rápidamente se desdibuja con las trizaduras de los tejados de vidrio de unos y otros. Al toque de clarín, algunos se escudan y se aprovechan de las instituciones, así ante los espolonazos de la Fiscalía, unos acuden al Servicio de Impuestos Internos y otros al Tribunal Constitucional, dependiendo de cuantas fichas tenga cada uno en cada repartición. Les da lo mismo la tan apreciada independencia y autonomía de las instituciones, a la hora de buscar protegerse frente a los errores involuntarios, las facturas falsas o el tráfico de influencias descarado.

Hoy las cosas no son como antes, la tortilla hace rato que se dio vuelta. Las comunidades vía redes sociales y medios virtuales están súper atentas y presentes para denunciar y desenmascarar al instante a los frescos de nalgas que buscan esconderse entre las polleras de la precaria institucionalidad. Que cuando la crean, son puras loas a su independencia, pero al primer apuro, ahí mismo la exigen y violentan como si fuera un feudo propio.

Ya viene siendo hora de acudir a la reserva político moral del país, aquella intocada y con cero protagonismo hasta el momento y que además, se encuentra alejada del canibalismo centralista del poder, gracias a que habita en las regiones. No en los partidos, sino en la periferia sana que vibra con la patria profunda y las causas nobles, alejada de los cambulloneos y abusos de la clase política.

Hay que oxigenar, desconcentrar y democratizar la política y la economía, es hora de mirar hacia las regiones y su gente, quienes deben asumir el protagonismo que el país necesita en esta hora tan ingrata, no hacerlo significaría restarse del desafío mayor de nuestra historia republicana.

La política con mayúscula pareciera estar QEPD y algunos cada vez mas numerosos esgrimen y reclaman el QSVT (Que Se Vayan Todos). Una oportunidad, que bien podría prestarse para iniciar un proceso descentralizado a concho, que nos permita generar una nueva Constitución que limpie, democratice y modernice nuestra anquilosada y centralista institucionalidad.


Aquí no se trata de rebarajar el naipe, para nada, se debe cambiar el juego y por supuesto a los jugadores, al elenco completo. Han quedado crudamente al desnudo las artimañas, trampas y contubernios, entre la política y empresa. La gente no aceptará otra solución, es la gran oportunidad de hacer aseo profundo y proyectar la nación convocando a una cruzada nacional que nazca desde los territorios, desde las regiones. En resumen, hacer la pega que nunca se ha realizado, que quedo trunca sin las asambleas provinciales de la constitución de 1925 y donde aun, nuestra clase política busca postergar la elección de los Intendentes Regionales.

El Centro de Talca
La Prensa Austral de Punta Arenas (20 mar 2015)
Austral de Temuco (22 mar 2015)