Cuesta arriba
La
credibilidad y la calidad son elementos claves para enfrentar cualquier
reforma, así como los responsables de implementarlas. En esto, el como si
importa, el objetivo puede ser compartido, pero el como y con quien, analizando
la evolución de las encuestas y los resultados con el avance de las reformas,
tienen mucha importancia.
La
gente valora la capacidad de elegir, aunque sea un copago, como un derecho
adquirido y, por ende le produce rechazo el que esto se pueda terminar y no
puedan ser ellos por si mismos, los que puedan decidir, por ejemplo, donde y
con quien educar a sus hijos. Sobretodo pensando en una educación pública tan
deteriorada donde los paros, tomas y falta de disciplina, aún no aparecen, como
elementos a corregir, en alguna parte de la reforma.
Detrás
de los cambios deben estar los mejores elementos y sin duda los estrategas con
calle, barrio o escuela, que muchos echan de menos a la hora de la
implementación de los cambios.
Culpar
al empedrado económico del barrio y la falta de comunicaciones para informar de
los cambios, puede servir para explicar un rato los problemas, pero lo
fundamental es apuntar a quienes están a cargo del diseño de la estrategia de
implementación.
La
gente quiere buenas instituciones mas que personajes iluminados que le
solucionen o se hagan cargo de sus problemas, entes responsables con domicilio
conocido a quienes acudir y que sean capaces de responder.
Sin
duda la reacción ciudadana frente a estos eventos, le esta pasando la cuenta a
los cuñeros grandilocuentes, ya que no por mucho gritonear o cacarear los
cambios, estos se materializarán por arte de magia. Muy por el contrario, en
esto, el ruido la mayoría de las veces, es innecesario y perjudicial. Como reza
el dicho, mas ruido hace un árbol cayendo que un bosque creciendo.
Los
apoyos políticos no son tan estructurales ni vinculantes, estos mas bien se
relacionan con aspectos cotidianos del convivir de la ciudadanía. Les da lo
mismo el color del gato, pero lo que si no toleran, es que este no sea capaz de
cazar ratones. En esto la gente es de mecha corta y rápidamente se desligan de
sus inclinaciones electorales recientes, si estas no cuadran con los resultados
que aprecian en la gestión gubernamental.
Por
otro lado, los teóricos e ideólogos no siempre son los mejores para implementar
las reformas, para esto se necesita gente con práctica y experiencia de calle o
escuela. Los teóricos son buenos para orientar y definir un objetivo a lograr,
pero quienes guíen la implementación deben ser personas que se peinen con la
realidad y la práctica concreta. Los iluminados pueden servir en un inicio,
pero difícilmente se ubican o saben por cual camino hay que irse, tanto para
asegurar el éxito del proceso, como que se pueda llegar al destino de manera oportuna,
eficiente y bien estibado. De lo contrario, el camino puede que se torne cuesta
arriba y lo más probable es que se vayan soltando las amarras y empiecen a caer
los bultos, todo lo cual hará que el viaje no sea placentero y nadie será capaz
de asegurar, que se pueda llegar a donde se quiere ir.
Hay
que aprovechar la oportunidad que se ha creado, para invitar a todos y darse el
tiempo que sea necesario, para diseñar y consensuar las grandes reformas que el
país necesita.
La
oposición por si sola parada al frente y sin capacidad de asombro, no cosechará
porque si. Esta se tiene que pegar el alcachofazo y empezar a hablar en modo de
solución y compromiso con la acción.
Esto es, como lo expresa Maturana, en lugar de declararse oposición, ser
colaboración. El país así lo reclama.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (19 dic 2014)
Austral de Temuco (14 dic 2014)
El Centro de Talca (19 dic 2014)
Austral de Temuco (14 dic 2014)
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