viernes, diciembre 12, 2014

Cuesta arriba

La credibilidad y la calidad son elementos claves para enfrentar cualquier reforma, así como los responsables de implementarlas. En esto, el como si importa, el objetivo puede ser compartido, pero el como y con quien, analizando la evolución de las encuestas y los resultados con el avance de las reformas, tienen mucha importancia.

La gente valora la capacidad de elegir, aunque sea un copago, como un derecho adquirido y, por ende le produce rechazo el que esto se pueda terminar y no puedan ser ellos por si mismos, los que puedan decidir, por ejemplo, donde y con quien educar a sus hijos. Sobretodo pensando en una educación pública tan deteriorada donde los paros, tomas y falta de disciplina, aún no aparecen, como elementos a corregir, en alguna parte de la reforma.

Detrás de los cambios deben estar los mejores elementos y sin duda los estrategas con calle, barrio o escuela, que muchos echan de menos a la hora de la implementación de los cambios.

Culpar al empedrado económico del barrio y la falta de comunicaciones para informar de los cambios, puede servir para explicar un rato los problemas, pero lo fundamental es apuntar a quienes están a cargo del diseño de la estrategia de implementación.

La gente quiere buenas instituciones mas que personajes iluminados que le solucionen o se hagan cargo de sus problemas, entes responsables con domicilio conocido a quienes acudir y que sean capaces de responder.

Sin duda la reacción ciudadana frente a estos eventos, le esta pasando la cuenta a los cuñeros grandilocuentes, ya que no por mucho gritonear o cacarear los cambios, estos se materializarán por arte de magia. Muy por el contrario, en esto, el ruido la mayoría de las veces, es innecesario y perjudicial. Como reza el dicho, mas ruido hace un árbol cayendo que un bosque creciendo.

Los apoyos políticos no son tan estructurales ni vinculantes, estos mas bien se relacionan con aspectos cotidianos del convivir de la ciudadanía. Les da lo mismo el color del gato, pero lo que si no toleran, es que este no sea capaz de cazar ratones. En esto la gente es de mecha corta y rápidamente se desligan de sus inclinaciones electorales recientes, si estas no cuadran con los resultados que aprecian en la gestión gubernamental.

Por otro lado, los teóricos e ideólogos no siempre son los mejores para implementar las reformas, para esto se necesita gente con práctica y experiencia de calle o escuela. Los teóricos son buenos para orientar y definir un objetivo a lograr, pero quienes guíen la implementación deben ser personas que se peinen con la realidad y la práctica concreta. Los iluminados pueden servir en un inicio, pero difícilmente se ubican o saben por cual camino hay que irse, tanto para asegurar el éxito del proceso, como que se pueda llegar al destino de manera oportuna, eficiente y bien estibado. De lo contrario, el camino puede que se torne cuesta arriba y lo más probable es que se vayan soltando las amarras y empiecen a caer los bultos, todo lo cual hará que el viaje no sea placentero y nadie será capaz de asegurar, que se pueda llegar a donde se quiere ir.

Hay que aprovechar la oportunidad que se ha creado, para invitar a todos y darse el tiempo que sea necesario, para diseñar y consensuar las grandes reformas que el país necesita.


La oposición por si sola parada al frente y sin capacidad de asombro, no cosechará porque si. Esta se tiene que pegar el alcachofazo y empezar a hablar en modo de solución y compromiso  con la acción. Esto es, como lo expresa Maturana, en lugar de declararse oposición, ser colaboración. El país así lo reclama.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (19 dic 2014)
Austral de Temuco (14 dic 2014)