martes, enero 18, 2005

La región con todos

Muchas veces hemos escrito sobre el lento avance de la descentralización, la escasa autonomía que poseen los distintos territorios y el exacerbado centralismo imperante en el país, sin embargo, el que esto aun suceda, en gran medida es el resultado de comunidades regionales aletargadas y muy sumisas. Siempre ha sido más fácil el esperar que alguien tome las decisiones desde lejos, sobretodo si estas resultan complicadas o tienen que ver con quienes detentan el poder.

Los escasos espacios de decisión regional es necesario aprovecharlos y destacarse como lo saben hacer los buenos profesionales de regiones, buscando soluciones y resolviendo los problemas, pero en ningún caso dejarlos dando bote, para que tenga que venir alguien de la capital a hacer nuestro trabajo. Es necesario creerse el cuento de que somos capaces de hacerlo solos y mejor.

Si realmente queremos tener un país donde los candidatos a parlamentarios sean de la región y donde los ministros tengan una experiencia de país más allá que la de un par de trabajos de verano armando mediaguas, es necesario trabajar firme en educar a nuestros jóvenes en poder traspasarles la llama de la libre iniciativa, el emprendimiento autónomo y la creatividad con arraigo regional. El país requiere que los líderes del futuro surjan desde los territorios, de otra forma Chile es inviable.

Debemos ser capaces de mejorar la calidad de nuestra educación e incentivar que nuestros hijos estudien en su región, para que después contribuyan profesionalmente a proyectarla y a generar mas desarrollo. Romper la tendencia migratoria hacia la capital que todo lo atrae, pasa por lo que seamos capaces de hacer nosotros. Es nuestra responsabilidad el terminar con el mito centralista y revertir el proceso, haciendo cada vez más atractivo y agradable nuestro territorio. El desafío consiste en cambiar el lema “el último apaga la luz”, por otro que grite con energía “a jugarsela por nuestra región”.

martes, enero 04, 2005

Tema clave

El 2005 será un año de contiendas electorales de importancia para el futuro del país, por lo tanto, es util reflexionar sobre los grandes temas que debieran orientar la discusión política nacional. Sin duda, un gran tema para lograr un desarrollo equitativo de Chile, tiene que ver con el poder superar costumbres políticas y culturales, muy arraigadas en nuestra idiosincracia. Una de ellas, es la de creer que todo lo bueno o importante, necesariamente debe provenir de la capital. Esta, pese a mantener el monopolio del poder político y economico, entre otros, no ha sido capaz de superar el desempleo crónico, crear una patria justa o dar igualdad de oportunidades, para los que menos tienen o mas lejos viven.

Por lo que ya se ha visto, en los debates de los pre-candidatos presidenciales, los temas de la distribución del ingreso, la igualdad de oportunidades y una educación de calidad para todos, son los temas que se están imponiendo por el solo peso de la evidencia de los malos resultados, que se arrastran por décadas de un sistema centralista. Sin embargo, estos temas pueden ser sólo parte de los discursos y compromisos de campaña, como es la costumbre nacional, donde una vez que se llega al gobierno, las promesas se diluyen, especialmente las asociadas a la descentralización.

Por lo tanto, es necesario que la gente de los distintos territorios estén alertas y exijan a sus futuros representantes, no solo incorporar estos temas con una visión regional de manera concreta y medible, sino además se deberá tomar los resguardos necesarios, para hacer que los compromisos esta vez se cumplan.

Quien sabe, si en el compromiso “Yo voto por las regiones” firmado por casi todos los candidatos a parlamentarios de la elección pasada, se les hubiera exigido una boleta de garantía, a lo mejor hoy, ya tendríamos elección popular y directa de las autoridades regionales.