martes, noviembre 23, 2004

Carrera presidencial

Nuestro país cada vez más, se encuentra enfrascado en la carrera presidencial que culminará a fines del 2005 cuando se elija a un nuevo presidente. Para variar, todo esto se da fundamentalmente en torno al posicionamiento mediatico artificial de las precandidaturas presidenciales, todas surgidas desde la Capital, lo cual marca a fuego a nuestro país. Debido al centralismo imperante, los aspirantes a precandidato estan obligados a posicionarse comunicacionalmente en el mercado capitalino que controla, sino gran parte de los principales medios de comunicación, al menos la gran tajada de la torta publicitaria que, en gran medida, define lo que se exhibe o publica. Todo esto, significa castrar al país de la posibilidad de recurrir a los liderazgos territoriales que, frente a los líderes metropolitanos, si poseen experiencia en el país real. Nos farreamos así, el poder tener una sana competencia de políticos con proyectos de territorio y de país concreto, exhibidos y comprobados en la acción misma de su trabajo en las distintas regiones, macroterritorios y escenarios nacionales.

Como lo expresa Aristoteles, “la política no hace a los hombres, sino que los toma como la naturaleza se los da y se limita a servirse de ellos”. Por lo tanto, si se desea tener un país que sea representativo de su diversidad territorial y sociocultural, es necesario buscar caminos que nutran y vinculen la política, con los liderazgos naturales y representativos de los distintos territorios. La mejor forma es descentralizar efectivamente el poder, creer sinceramente en las personas y en la sana competencia política, todo lo cual permitirá elegir a los mejores para gobernar los territorios. Así después, se podrá tener una cantera de líderes probados en el gobierno territorial, quienes podrán aspirar al gobierno nacional junto a los próceres mediáticos que, históricamente han provenido de los circulos capitalinos del poder político y económico tradicional, los cuales desde la batalla de Loncomilla (8 dic 1851) no ha tenido contrapeso en el país.

Diego J. Benavente Millán

martes, noviembre 09, 2004

Sesgo permanente

Hace un tiempo atrás, nos alegramos porque el sistema de medición de audiencia televisiva o People meter, comenzaría a operar en regiones a partir de octubre. Esto sin duda permitirá mejorar la programación televisiva farandulizada por la influencia del mercado capitalino, hasta hace poco, el único donde operaba el sistema de medición. Pero no todo podía ser tan bonito, ahora se sabe que la participación de las regiones o ciudades elegidas, no se verá representada como debiera en las mediciones totales, produciéndose graves distorsiones. Las cifras regionales formarán parte de un total global a nivel nacional y no se entregarán segmentadas por región. Además, la muestra será muy pequeña, por ejemplo, apenas 44 hogares de Concepción y Talcahuano.

El hecho de que no se entreguen datos segmentados por regiones, al solo ser válida la muestra unida al total nacional, representa una discriminación más del centralismo imperante. Las regiones elegidas o mas bien sus ciudades capitales, que participan del conjunto de esta medición de audiencia de TV, solo sirven para dar información sobre las decisiones como “bulto o paquete regional”. Pero si alguna de estas ciudades, quisiera saber de manera individual, como va la cosa a nivel local o regional, no se puede determinar, ya que la muestra es muy pequeña y por lo tanto no es representativa del mercado respectivo.

Una vez más habra que arreglarselas solos. Así para satisfacer la necesidad de investigar en la zona, se tendrá que crear una metodología propia de estudios locales, de comportamiento de los consumidores y su actitud ante la publicidad. Para así conocer al consumidor y a las audiencias, en su tamaño y características cualitativas e identificar a los líderes y personas influyentes que guían las tendencias y las pautas de consumo. Así se sabrá ¿qué tan iguales somos los chilenos? en términos de audiencias, como consumidores y como ciudadanos. Además nos servirá para establecer un paralelo de diferencias entre los habitantes de Santiago y los de regiones.