domingo, septiembre 26, 2010

Mesas de Diálogo

Mesas de Diálogo

La oportunidad de escribir semanalmente en este medio, nos permite analizar y reflexionar sobre lo ocurrido en nuestra región, asimismo al recorrer nuestras columnas de hace ocho años atras, de los martes de abril del 2002, pude constatar, que durante cinco semanas escribimos sobre nuestro tema, lo mapuche. Esta columna, de septiembre de 2010, es la tercera al hilo en que vamos con nuestra principal preocupación regional. Si es por dedicación de líneas podemos escribir eso y mucho más, pero lo importante es aprender de lo andado y corregir los errores para no volver a cometerlos. Sobretodo pensando en que nuevamente se está hablando de una Mesa de Diálogo, tema que ya el 2002 fue uno de los hitos que encabezó la intendenta Belmar y un par de ministros.

En varias de estas columnas reiterabamos que, no se necesita mirar a Santiago para superar nuestros problemas, porque allá la mayoría de las veces no entienden y, solo enredan las cosas. Hacíamos hincapie, en que nuestro desafío era poder sentarnos todos juntos en una mesa acogedora que no excluyera a nadie, para así reencontrarnos y conversar los caminos y soluciones. Donde sería posible llegar a los acuerdos necesarios que nos permitieran formular una estrategia, agenda y petitorio común, para luego si mirar a la capital, toda la región unida en un Frente Amplio, para exigir los programas, políticas y recursos necesarios que nos impulsen hacia el desarrollo. Sin duda hemos avanzado, ya tenemos un borrador inicial, el Plan Araucanía 7, sin duda insuficiente pero por algo se empieza. Además esta la voluntad política de un gobierno, que esta partiendo, de darle la atencion que requiere el tema. El 2002, al igual que hoy en día, se formaban mesas de trabajo multicultural, tarea a la que se sumaba el diario y en la cual, de manera similar a lo que informa este cuerpo de reportajes, me correspondió participar, esta última vez eso si, en representación del presidente de Corparaucanía.

Hace ocho años también hablábamos  de la “oportunidad mapuche”, gracias al posicionamiento del conflicto por el impacto de la violencia en la opinión pública, en aquellos días. Hoy en día la huelga de hambre, se esté de acuerdo o no con ella, es sin duda una de las principales causantes de que se le esté otorgando la atención que debe tener el tema. Pero en esto no hay que perderse, tal como lo pensábamos ayer, hoy debe ser la región la que analice y evalúe la mejor forma de insertarse y aprovechar este momento como actor principal frente a una situación compleja que se relaciona además con distintos ámbitos. Ya que de otra forma, los que marcaran la pauta serán aquellos que tienen otras hachitas que afilar con el tema, para lo cual, incluso no dudan en acudir a las tribunas internacionales, esto si bien es legítimo, agrega un actor aun mas lejano que nuestro centralista Santiago, complicando a los actores clave regionales con otra variable de ruido que, a la larga sino influye, al menos pautea los tiempos y urgencias, a un ritmo distinto al que se pueda requerir. De hecho los que acostumbran a salir a la palestra, generalmente son aquellos que reflexionan en vivo y en directo, profundizando los razonamientos vía microfono y convirtiendo los argumentos en “cuñas”. Como decíamos ayer, con esta forma de proceder no se puede pensar ni resolver nada, ya que los que en alguna medida llevan el pandero, les gusta la confrontación y en ese rol, han supeditado y mediatizado sus objetivos para impactar y captar audiencia, no para proponer soluciones inteligentes.

Austral de Temuco

domingo, septiembre 19, 2010

¡Basta ya!

¡Basta ya!

En la semana que termina, como región no pudimos estar más en la palestra, abrimos todos los noticiarios y varios días, para variar, con nuestro tema característico, la causa mapuche y algunas de sus distintas derivadas, este convocó a las audiencias y nos dio alto rating en la agenda mediática nacional. Una huelga de hambre, usada como caja de resonancia y aprovechada en lo comunicacional por cuatro diputados que antes, no habían aparecido nunca por estos lados y, que integran además, en su gran mayoría, la coalición que no pudo solucionar nuestros problemas durante 20 años de gobierno. Todos sensibilizados por el deterioro de la salud de los huelguistas, es decir de quienes han hecho uso de la violencia imponiendo su visión sobre la causa mapuche. Prácticamente nadie ha escrito una línea o gastado una palabra proponiendo cómo solucionar de manera concreta, la postergación del pueblo mapuche, seguimos escuchando la misma cantinela hueca.

Asimismo y como consecuencia de las violentas manifestaciones amparadas en la oscuridad y en los rostros ocultos, se ha tenido que lamentar la muerte de una anciana mapuche, que cuando iba camino a dializarse, el vehículo municipal que la trasladaba chocó con un árbol derribado, por quienes dicen solidarizar con los huelguistas.

Con estos dos hechos queda en evidencia como nuestro tema principal, cuando no hay violencia no atrae a nadie, pero cuando la hay, como cambia la cosa, ahí todos quieren estar, pero solo por el ratito que dure la cuña televisiva. Cuando es hora de hacer la pega, de solucionar los problemas de la gran mayoría que vive en la pobreza rural, de escuchar y hacer participar a la región, no se oye padre. Y lo peor, es que esto nos está costando muy caro, hemos tenido que lamentar muertes totalmente innecesarias, hemos ahuyentado las inversiones y muy pocos están dispuestos a liderar o hacerse cargo del tema, algo huele mal en Dinamarca.

Este es un problema mayor que solo se visibiliza, desde la capital, con la punta violentista del iceberg, porque nunca se la ha dado atención a la gran base del témpano, sumergida y prácticamente desaparecida de la agenda nacional.

Ya viene siendo hora de que la región como un todo diga basta, y que nos dejen a La Araucanía y su gente decidir sobre su futuro. Es necesario que la región se empodere y haga cargo del tema. Bien puede un plebiscito regional ayudar a relevar un camino de consenso para cumplir nuestros sueños de una Araucanía multicultural viviendo en armonía.

Basta de usar a la región y su pobreza estructural como tribuna o vitrina mediática, para subir escalones de la fama. Menos gárgaras y figurones, y más soluciones.

Basta de ser un laboratorio de experimentación e improvisación de políticas públicas mal diseñadas a control remoto desde la capital, por quienes tienen escaso conocimiento de la realidad regional. Políticas que nunca han dado el ancho, ni han podido representar alguna solución pertinente para nuestros problemas.

Basta de dar tribuna preferencial a las minorías violentistas, pasando a llevar a la gran mayoría silenciosa del pueblo mapuche, para variar postergado y olvidado. Sobre esto recientemente el ex Intendente Regional Eduardo Klein, en carta a un matutino capitalino se preguntaba: ”porqué dirigentes valiosos, íntegros, modernos, negociadores transparentes y leales permiten este protagonismo ilegítimo de los huelguistas de hambre. Son cientos de comunidades que tienen dirigentes elegidos por sus miembros quienes lamentablemente no se pronuncian y dejan que sus legítimas aspiraciones sean usadas por jóvenes extremistas.” Basta de omitirse y dejar los espacios, es hora de ocuparlos y asumir los protagonismos que corresponda.


Como lo expresaba esta semana la editorial de un diario santiaguino, “los actuales acontecimientos pueden ser una oportunidad para entrar de lleno en un problema que la sociedad chilena no ha conseguido solucionar en muchas décadas.”

Diego Benavente Millán
Diario Austral de Temuco

domingo, septiembre 12, 2010

Mediador

Mediador

El país históricamente le ha dado la espalda al tema mapuche, éste hasta hace poco pesaba la nada misma en la agenda pública capitalina. Sin embargo, ahora vemos como las medidas de presión son las que mejor efecto producen. Una huelga de hambre de quienes han hecho uso de lo violencia indiscriminada contra la propiedad privada, sus moradores, comuneros o la autoridad pública, rinde mayores frutos en lograr la atención de los tomadores de decisión, que los requerimientos reales permanentes de la gran mayoría del pueblo mapuche, que en esencia es pacifico y no aprueba la violencia.

Ya estamos acostumbrándonos a legislar y resolver urgidos por la contingencia, con muy pocos antecedentes y pertinencia en el tema, por parte de quienes les corresponde decidir, en lugar de reflexionar escuchando a quienes están viviendo la realidad y sus problemas día a día. En general, se pasa por encima de las elites y grandes mayorías regionales incluidos los mapuche, para escuchar y dar espacio a las solicitudes de quienes, hoy en día, han blanqueado sus antecedentes de violencia y aprovechamiento ideológico, gracias a una estratégica huelga de hambre. Así no vamos a solucionar nunca los problemas de pobreza y discriminación que experimentan los mapuche y en general, del pequeño campesino de nuestras regiones sureñas.

Sin duda, las reformas que se deben introducir a la legislación pertinente, deben implementarse cuanto antes y avanzar siempre en su perfeccionamiento. Pero no hay que perder de vista que, en estos casos, con amplia cobertura mediática, sentimental y políticamente es bien visto solidarizar con causas como las huelgas de hambre, especialmente para determinados sectores políticos con escasez de tribuna. Pero otra cosa distinta, es resolver sobre temas sin considerar a los actores reales, o hacer vista gorda de la institucionalidad o adecuarla a la pinta de la temperatura del momento que se vive, sin importar el daño que se causa al país y especialmente a quienes viven en los territorios involucrados. Al someterlos a medidas y leyes que solo tienen sustento en algunas mentes iluminadas, muchas veces ideologizadas que de la realidad misma de los problemas reales poco y nada saben, solo les interesa que impere la visión que ellos tienen del tema.

Con esta forma de abordar los problemas nacionales, los gobiernos se alejan cada vez más de los ciudadanos de a pie y eso es grave, además se dan señales que no construyen, muy por el contrario demuestran un grado de improvisación que asusta. Que pasaría si a todos los presos por crímenes se les ocurriera hacer una huelga de hambre para que les den un indulto o les mejoren las condiciones de las cárceles, que como todos saben, en muchos casos, son deplorables. No es lo mismo, dirá mas de alguien, pero resulta que hoy las señales parecen ser que se escucha más a los que usan la violencia, en lugar de aquellos que sufren por décadas los problemas territoriales de pobreza, las mayorías sin voz.


El estilo es siempre el mismo, reflejado en el impacto mediático, cual tablero electrónico, por un lado los que con su jugada maestra, obligan al gobierno a la próxima movida y este, como es obvio, busca sacar un as bajo la manga que, le permita salir airoso, mientras el tema este en la agenda pública. Por supuesto, antes de que se agrave la salud de alguno de los ayunantes, cosa que de ocurrir significa perder por goleada. Tremendo zapato chino, más aun cuando no se ha hecho bien la pega por años. Ahora, enfrentados a los descuentos del partido, afanosamente se apuestan las fichas a un mediador o componedor que a modo de superhéroe ponga de acuerdo a los unos con los otros y solucione de un paraguazo lo que en décadas no se ha tomado en cuenta. Hagan sus apuestas.

Austral de Temuco

domingo, septiembre 05, 2010

Democracia Regional YA!

Democracia Regional YA!

El reciente episodio tragicómico de Punta de Choros, con la central termoeléctrica de Barrancones primero aprobada y luego truncada, donde el Presidente Piñera salió jugando con choreza y mirando a la galería aleonada a lo largo de Chile vía redes sociales, ha dejado no solo varios lesionados en la cancha, sino también algunas lecciones.

El principal aprendizaje en esta pasada ha sido el poder comprobar una vez más, lo paupérrima que es nuestra institucionalidad gubernamental regional, en este caso la ambiental, donde primero se consigue que se apoye el proyecto en las instancias regionales, para después a renglón seguido cortar de un plumazo el queque desde La Moneda. Para salir del entuerto, se comunica que se agilizará la reforma a la ley que impulsa la creación del nuevo Servicio de Evaluación Ambiental, que reemplazará a las Coremas. Pero esto, como lo expresa el dirigente ecologista Luis Mariano Rendón en una reciente columna, “no hace más que agudizar el centralismo de la institucionalidad y por tanto, la posibilidad de que esta sea manipulada autoritariamente desde Santiago, tal como lo ha sido en la última década y media y tal como ocurrió caricaturescamente en el caso Barrancones”. En este nuevo servicio, fueron eliminados los consejeros regionales, representantes de la ciudadanía territorial. Por lo tanto, los que decidirán en los futuros proyectos sobre las evaluaciones ambientales serán,  todos funcionarios de confianza del Presidente de la República y por lo tanto susceptibles de ser orientados centralmente.

Si se cree en la democracia de verdad, esta hay que practicarla y extenderla a todo nivel, las regiones hasta la fecha, han sido un territorio vedado para la democracia. Además es sabido que los problemas de la democracia se curan con más democracia, por lo tanto, la gran solución para este tema ambiental y cualquier otro aspecto que diga relación con el desarrollo territorial, es creer en la gente de regiones y traspasarles el poder de decisión frente a cada temática.

Como lo expresa Rendón, “sobre la base de los mínimos establecidos en normativas nacionales, deben ser representantes de la ciudadanía regional, esa que va a sentir más cercanamente los efectos de los proyectos, los que decidan, de cara a esa ciudadanía, sobre los inevitables aspectos discrecionales que se presentan en la valoración de los impactos ambientales”.

Los consejeros regionales, quienes norman, resuelven y fiscalizan como parte fundamental de los Gobiernos Regionales, pueden y deben ser electos popular y directamente por la ciudadanía, siempre y cuando el Congreso y el Gobierno con la urgencia respectiva, se decidan a activar el respectivo proyecto de ley, que aún esta al aguaite en el Parlamento.

Las regiones y sus comunidades han demostrado estar alertas para hacer valer sus requerimientos, en esto, han sido muy valiosas las redes sociales que hoy pone la Internet a disposición de la gente. Si hay un tema en el cual es importante que el pueblo regional se pronuncie colectivamente, es precisamente el que le permitirá elegir a sus autoridades, que lo representarán y harán sentir su voz frente a la autoridad central.


En resumen y coincidiendo con lo expresado por Rendón, el desafío para Chile, en materia de sustentabilidad y desarrollo regional como en otros muchos ámbitos, es tener mas pronto que tarde una mayor participación ciudadana, mayor poder a las regiones, en definitiva, más democracia.

Diego Benavente Millán