martes, julio 21, 2009

Amarga realidad

Amarga realidad

El año 91 en las jornadas de regionalización que organizaba CorChile, realizadas ese año en la Serena, ya se planteaba por parte del MAR el poder tener intendentes elegidos y mayor autonomía regional, ante lo cual el senador por Atacama Ricardo Nuñez se alarmaba en aquel entonces. Sin embargo, en mayo del año pasado, es decir 16 años después, en entrevista expresaba que “Chile requiere crecientemente de regiones verdaderamente autónomas”, y más adelante lo reafirmaba con la siguiente frase: “tenemos que avanzar hacia un estado nacional de regiones autónomas.” Con razón los cambios en materia de descentralización y empoderamiento de las regiones demoran tanto. Para nuestras elites la democracia es buena, pero no para las regiones.

Si hay un tema sensible para las comunidades regionales, en el cual no hay dos opiniones, es el del apoyo masivo a la elección popular de los intendentes regionales, las distintas encuestas así lo confirman. Otra cosa es que esto se difunda. Sin embargo, de los candidatos con mayor opción en la próxima elección presidencial, no se oye padre, más bien son partidarios de seguir con la figura de intendentes designados, lo cual posterga y limita el desarrollo de los territorios. No solo esto, adicionalmente se somete a las comunidades regionales a una rotación de autoridades regionales que no se condice con la importancia y continuidad de la función de poder liderar el desarrollo en cada una de las regiones.

Esta claro que mientras no se pueda elegir a la primera autoridad regional, las comunidades de regiones, por una cuestión sociológica, seguirán siendo habitantes de segunda o tercera clase y, el país se seguirá concentrando en todos sus aspectos, de la manera grosera en que lo ha hecho en el último medio siglo.


El día de las regiones celebrado por primera vez en 17 ciudades este año el 31 de marzo, fue una prueba palpable de la energía regionalista. La única alternativa que le va quedando a las regiones, es levantar un candidato presidencial propio, que en la próxima elección presidencial los represente y pueda dar cuenta al país del clamor de insatisfacción política regional.

domingo, julio 12, 2009

Llegó la hora

Llegó la hora

La elección presidencial y parlamentaria, representan una oportunidad para las regiones y sus planteamientos, sin embargo para revertir la relación de dominio central sobre las sociedades regionales, no basta con volver a desplegar el pliego de medidas y comprometer a los candidatos frente a la prensa, ya que igual no los cumplen. Nos han hecho huevo pato, hasta el cansancio, de una vez por todas hay que decidirse y actuar todos juntos, las gentes de regiones en pos de un país distinto. Un país que se piense y se diseñe desde las regiones, las elites centrales no lo han hecho bien y es necesario relevarlas, potenciando los liderazgos auténticamente regionales, con testimonio de vida y arraigo en los territorios.

La fuerza regional ya ha dado pruebas de coordinación transversal y éxito cuando se propone  causas justas y objetivos alcanzables, la votación en el Congreso en abril del 2003,  que impidió que en Santiago se instalaran casinos y la reciente instauración ciudadana del 31 de marzo como el día de las regiones celebrado por primera vez y simultáneamente en 15 regiones y 17 ciudades, son dos ejemplos que señalan un camino claro.

Basta de seguir las pautas que nos mandan las cúpulas nacionales de todo orden, que nos tienen acostumbrados, como máximo, a aspirar a parches de una institucionalidad centralista que nunca dará el ancho y a desempeñar roles de subordinación o sometimiento, crudamente retratados con los intendentes designados y el escaso peso que tienen en el concierto nacional.

Hay que aprender del fenómeno Enriquez-Ominami y atreverse a provocar a los jóvenes de Chile, para que en todas las regiones se pueda iniciar un gran movimiento pro derechos e igualdad de oportunidades para todos los habitantes del territorio nacional, que culmine en una gran primaria de candidatos regionalistas a presidente provenientes desde el norte grande pasando por el centro y llegando al sur profundo.  Esto nos permitirá, si las regiones se atreven, por un lado, difundir nuestra justa propuesta convocando y provocando al país entero, aprovechando los medios nacionales tan centralizados y, por otro, encantar a quienes hoy están alejados de la política ante la ausencia de banderas de lucha que los motiven.


Es hora de asumir el protagonismo que Chile reclama de los líderes regionales, basta de recoger migajas de lo que es políticamente aceptable bajo la cultura centralizada. El país puede contar con las comunidades regionales para enfrentar desafíos mayores, construyendo una nación descentralizada, justa y equitativa, donde las decisiones y recursos se administren cerca de la gente. Donde las gotas de agua lleguen a las distintas personas y realidades regionales y, no se sigan quedando a lo largo de la manguera. Las regiones a las grandes ligas, entre todos se puede.

Diego Benavente M.
Diario El Sur