sábado, diciembre 31, 2011

Tiempo de reflexión

Al final de cada año, se hace necesario detenerse a la vera del camino y reflexionar frente a lo que se viene por delante y también echar una mirada a lo que se vivió y, sobretodo a lo que mas impactó. Sin duda, este 2011 será recordado por ser el año de las grandes movilizaciones. Entre las cuales se destacó por su magnitud, la protesta juvenil por la educación, que revolcó cual indomable ola con resaca y todo, al mundo político de uno y otro lado. Como augurando el despertar comprometido de generaciones que parecían dormidas, por el desarrollo a control remoto, de un país concentrado y centralizado, ante los desafíos futuros electorales que los verán incorporarse como actores relevantes. Si bien en todo el mundo se generalizó esta indignación, sus raíces fueron de distinto origen, las explicaciones abundan cada vez más, todas a posteriori, nadie fue capaz de anticipar nada con la debida antelación.

Magallanes como estandarte del regionalismo dio el primer batatazo con su masiva y unánime protesta contra el alza del gas, ante la cual el gobierno hubo de reaccionar corrigiendo rápidamente su estrategia inicial inconsulta y alejada de la realidad regional.

Este año también ha sido un año donde la transparencia no solo se ha puesto de moda, sino que se ha transformado en un poderoso instrumento para la ciudadanía. Con casos como el de los abusos de la Polar y la denuncia de colusión de las empresas comercializadoras de pollos, ha quedado en evidencia que, cada vez será más difícil burlarse de los consumidores. Las redes sociales, los celulares que graban y fotografían a todos y cualquier lugar, significa que nadie por muy poderoso que sea, podrá quedar impune de algún delito o falta, la grabación de los ministros de la Corte Suprema así lo evidencia.

Al mirar hacia el futuro, este 2012 se presenta como un año donde primará lo político, no sólo por las elecciones municipales y por que de alguna forma anticipan la contienda presidencial, sino por una serie de factores que contribuirán a poner el foco en lo político. Partiendo por un gobierno, que partirá el año mas empoderado, al haber recuperado el ritmo de gobernar, lo cual sin duda le será de gran utilidad para enfrentar eventuales beligerancias sociales, en un año especial y además con contienda electoral. Las apuestas y la puntería de muchos estará por empujar temas como la reforma al sistema binominal y también se espera que las regiones puedan elegir a sus Cores y no pasen al olvido, como ha sido por largas décadas. El ministro Larroulet ya se anotó un poroto con la inscripción automática y el resultado de este gran cambio, se podrá apreciar en como reacciona ese gran porcentaje de jóvenes que ahora podrán ir a votar, siempre y cuando los candidatos y propuestas los motiven.

Las esperanzas estarán puestas en que esta renovación del padrón electoral, al incorporarle 4,5 millones de potenciales electores, pueda airear la política nacional e impulsar los cambios que le devuelvan la fe en la democracia a la ciudadanía y en especial a las regiones, que siempre han sido el vagón de cola. Es necesario que la política se acerque a la gente y que atraiga a líderes que se orienten, más que a las futuras elecciones, hacia las futuras generaciones. Así el país, sus regiones y comunas tendrán autoridades que los encantarán con proyectos políticos desafiantes, de mediano o largo plazo y no simples caramelos, en busca del esquivo sufragio.


Austral de Temuco