viernes, diciembre 30, 2011

Impakt TV

Frente a la pregunta de que es noticia, generalmente se acude a una máxima que se usa en la enseñanza del periodismo. Si un perro muerde a un hombre, esto no es noticia, ya que es una situación normal y previsible, lo que si es noticia, es cuando el hombre es el que muerde al perro. De hecho, un granjero chino hace algunos años atrás, mordió a un fiero perro que atacó a su cachorro, hasta darle muerte.

Esta anómala situación, sirve para ejemplificar crudamente lo que pasa día a día en materia de noticias, los editores priorizan lo que vende y para vender hay que llamar la atención. Esto se consigue, en la fácil, dando espacio a eventos traumáticos y conflictos, los que acaparan rápidamente las portadas, así las noticias positivas bajan su exposición y por ende, tienen claramente menor impacto, frente a la violencia de un accidente o una protesta con daños visualmente impresionantes. Para el editor, asociado a la pelea del rating o el mayor e menor tiraje, no hay donde perderse.

El problema es que este sistema produce una retroalimentación y escalamiento de conductas que degradan a la sociedad, cuando se hace uso y abuso de la violencia buscando provocar a los medios y así llamar la atención sobre sus causas. Estas, en general son siempre nobles, pero cuando caen en este estilo llamativo de provocar, comienzan a desprestigiarse. Si a lo anterior se agrega la condición de país como Chile, con grados de democracia participativa escasos, un centralismo galopante y una TV cada vez mas degradante y rasca, el cocktail explosivo es casi perfecto. Esto además permite enfocar todo en dos o tres puntos neurálgicos de la capital, facilitando el que hasta el movimiento más pichiruche con un par de molotov o barricadas salga en horario prime de norte a sur. Además logran poner de cabeza a las autoridades y a la clase política, ya descolocadas, a darse pullas entre unos y otros, con lo cual lo único que se consigue es amplificar a tal extremo, situaciones que a veces, ni siquiera dan para un diario mural de barrio.

Que distinto sería tener un país con su política, empresas y medios descentralizados, todos ellos en cada región, haciendo su pega, generando riqueza, empleo y sociedad, solucionando los problemas reales y donde gracias a esta distribución del poder, nadie se atrevería siquiera llamar la atención con violencia, porque son los mismos actores y ciudadanos empoderados, los que desactivan y contrarrestan desde la base misma, cualquier acto que altere la convivencia ciudadana.

Empujando al límite el argumento, frente a cada acto violento de encapuchados urbanos o rurales, el panorama parece un acto del teatro del absurdo. Lo primero que se hace, es estampar las querellas contra “quienes resulten responsables” y resulta que el sistema es tan malo o todos son parte de una parodia, ya que nunca o muy rara vez cae un responsable. Y si cae alguno, rápidamente la cultura nacional de sobreponer los derechos antes que los deberes, hace que lo liberen de culpa. Algún día sería bueno que alguien ponga una querella para quienes resulten responsables de interponer querellas que no llevan a ningún lado o para quienes estando a cargo de estos temas no atinan, en estos tiempos en que se disponen elementos tecnológicos potentes, en lugar de anticiparse, van a la cola de los malandrines, como diría un amigo del campo, van de atrás, como las del chancho.

La Prensa Austral de Punta Arenas
Austral de Temuco (18 dic 2011)
El Centro de Talca (07 ene 2012)