Impakt TV
Frente a la pregunta de que
es noticia, generalmente se acude a una máxima que se usa en la enseñanza del
periodismo. Si un perro muerde a un hombre, esto no es noticia, ya que es una
situación normal y previsible, lo que si es noticia, es cuando el hombre es el
que muerde al perro. De hecho, un granjero chino hace algunos años atrás,
mordió a un fiero perro que atacó a su cachorro, hasta darle muerte.
Esta anómala situación,
sirve para ejemplificar crudamente lo que pasa día a día en materia de
noticias, los editores priorizan lo que vende y para vender hay que llamar la
atención. Esto se consigue, en la fácil, dando espacio a eventos traumáticos y
conflictos, los que acaparan rápidamente las portadas, así las noticias
positivas bajan su exposición y por ende, tienen claramente menor impacto,
frente a la violencia de un accidente o una protesta con daños visualmente
impresionantes. Para el editor, asociado a la pelea del rating o el mayor e
menor tiraje, no hay donde perderse.
El problema es que este sistema
produce una retroalimentación y escalamiento de conductas que degradan a la
sociedad, cuando se hace uso y abuso de la violencia buscando provocar a los
medios y así llamar la atención sobre sus causas. Estas, en general son siempre
nobles, pero cuando caen en este estilo llamativo de provocar, comienzan a
desprestigiarse. Si a lo anterior se agrega la condición de país como Chile,
con grados de democracia participativa escasos, un centralismo galopante y una
TV cada vez mas degradante y rasca, el cocktail explosivo es casi perfecto.
Esto además permite enfocar todo en dos o tres puntos neurálgicos de la
capital, facilitando el que hasta el movimiento más pichiruche con un par de
molotov o barricadas salga en horario prime de norte a sur. Además logran poner
de cabeza a las autoridades y a la clase política, ya descolocadas, a darse
pullas entre unos y otros, con lo cual lo único que se consigue es amplificar a
tal extremo, situaciones que a veces, ni siquiera dan para un diario mural de
barrio.
Que distinto sería tener un
país con su política, empresas y medios descentralizados, todos ellos en cada
región, haciendo su pega, generando riqueza, empleo y sociedad, solucionando
los problemas reales y donde gracias a esta distribución del poder, nadie se atrevería
siquiera llamar la atención con violencia, porque son los mismos actores y
ciudadanos empoderados, los que desactivan y contrarrestan desde la base misma,
cualquier acto que altere la convivencia ciudadana.
Empujando al límite el
argumento, frente a cada acto violento de encapuchados urbanos o rurales, el
panorama parece un acto del teatro del absurdo. Lo primero que se hace, es
estampar las querellas contra “quienes resulten responsables” y resulta que el
sistema es tan malo o todos son parte de una parodia, ya que nunca o muy rara
vez cae un responsable. Y si cae alguno, rápidamente la cultura nacional de
sobreponer los derechos antes que los deberes, hace que lo liberen de culpa.
Algún día sería bueno que alguien ponga una querella para quienes resulten
responsables de interponer querellas que no llevan a ningún lado o para quienes
estando a cargo de estos temas no atinan, en estos tiempos en que se disponen
elementos tecnológicos potentes, en lugar de anticiparse, van a la cola de los
malandrines, como diría un amigo del campo, van de atrás, como las del chancho.
La Prensa Austral de Punta Arenas
Austral de Temuco (18 dic 2011)
El Centro de Talca (07 ene 2012)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home