Centralismo imbatible
El problema endémico que
experimenta Chile, es el centralismo, esto lo tiene muy claro gran parte de la
gente de regiones, sin embargo todavía no la suficiente, para poder presionar
por los cambios. Esto también hace que la descentralización no sea tema para
nuestra clase política. En el Congreso se dilata el proyecto de ley que
permitiría elegir a los Consejeros Regionales. Por un lado, los parlamentarios
no apuran el tranco, ya que para muchos que defienden su feudo, piensan que con
esta ley les puede salir gente al camino, y por otro, el Gobierno tampoco le
pone suma urgencia. Con lo cual, se podría obligar a un tramite rápido que
permita, al igual que con la inscripción automática, ya en la elección
municipal del 2012 poder elegir popular y directamente por primera vez a los
Cores. Lo cual sin duda sería un gran avance y un claro compromiso con las
comunidades regionales de todo el país.
El grado de concentración
nacional, hace que la clase política de manera transversal, se oriente
fundamentalmente por la sensación térmica capitalina reflejada en una
multiplicidad de encuestas, sobre lo que opinan los habitantes de una ciudad
contaminada, estresada y congestionada, donde el drama de centralismo no da ni
para chiste cruel, simplemente no existe.
Los ejemplos en toda época y en el
sector que uno escoja se repiten permanentemente. Acaba de terminar la Teletón
y todos tienen en la retina la gran meta cumplida, pero como ha sido siempre y
más encima, nadie siquiera reclama, el capitán del equipo de telefonistas de la
Teletón es el representante de la RM, a cargo de Bam Bam Zamorano. Bien podría
alguna vez tocarle a alguna región distinta, como un gesto democrático, digo
yo.
Otra perlita, la UDI ya está
anunciando que no hará o se saltará las elecciones de mesa directiva y
designará una mesa de consenso, para enfrentar con gran unidad, los escenarios
complejos que se le vienen por delante. De acuerdo a las expresiones
partidarias recientes, esta, “tiene que recoger la integración de las regiones”.
Lindas palabras, pero que no van acompañadas en la acción, puesto que ya se
anuncia, que están definidos como presidente
y vicepresidente dos diputados de la Región Metropolitana, Patricio
Melero y José Antonio Kast, para el resto de los cargos, en barbecho y al
aguaite, una pléyade de parlamentarios capitalinos encabezados por el senador
Novoa, a quien esperan convencer para que se integre.
En la vereda contraria y hace muy
poco tiempo, al diputado por Coyhaique, René Alinco lo tildaron de traidor
porque, luchando por su región, aprovecho su condición de independiente, junto
a otros dos parlamentarios, para negociar su apoyo a ley de presupuesto del
gobierno, a cambio de franquicias mayores para Aysén. Los que lo acusan e
insultan, se olvidan, pese a ser grandes políticos y provenir de importantes
partidos, que con sus bancadas completas han sido los responsables de conseguir
millonarios subsidios para el Transantiago. Ahí si que son grandes patriotas
peleando por una gran causa nacional, el mundo al revés.
Cuando será la hora de que pueda
surgir algún liderazgo político potente, que convoque al país y esté dispuesto
a “sacrificar su capital político”, rara cosa en estos tiempos, para luchar por
la gran causa de un país descentralizado, en el que todos, sin importar donde
se viva, puedan contar con las mismas oportunidades y derechos, pero de verdad,
no solo en el discurso o cuña televisiva, cuando están frente a un medio
regional.
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