domingo, octubre 23, 2011

Concepción contra Chile

Así se titula el excelente libro del abogado e historiador penquista Armando Cartes Montory, quien en su publicación, hace un análisis histórico que faltaba en nuestro país. La mirada desde el territorio sureño, al cual le cupo un rol importantísimo en el surgimiento del espíritu libertario e independentista en los albores de la patria. Donde se destaca y releva el rol fundamental de Juan Martinez de Rozas como líder intelectual del proceso, quien al provenir de Cuyo, en esa época mas asociado a Chile que a Argentina, le hacía mantener contactos permanentes con quienes promovían la causa emancipadora allende los Andes. Santiago, por su parte, mantenía intereses mas ligados a Lima y a su vez, recelaba de un rompimiento con el virrey.
 
La contribución de los penquistas fue enorme según Cartes, exigiendo entre otros, un Congreso, para consolidar la representación territorial y la libertad de comercio, para poder  vincularse directamente con Buenos Aires y Lima. Incluso imponiéndose a las ideas de la Junta de aquel entonces. Además Concepción aportó con varios de los principales líderes de la revolución partiendo por Bernardo O’Higgins, quien de diputado por Los Ángeles ascendería posteriormente a Director Supremo.

El rol y convicción libertadora de los penquistas, Martinez de Rozas y O’higgins, así como su relación, queda de manifiesto en la carta de O’higgins a Juan Mackenna fechada en Canteras el 5 de enero de 1811, donde le relata haber expresado a Martinez de Rozas “..convocar a un Congreso o retirarse del gobierno o contar con una hostilidad determinada de mi parte, en vez de la ardiente amistad que sentía por él”.

La relevancia de la triada conformada por Santiago, Concepción y Buenos Aires, también es un aspecto clave, que descrita por Bartolomé Mitre demuestra el singular peso penquista, “su centro era Santiago, teatro de sus evoluciones parlamentarias; su base la belicosa provincia de Concepción, depositaria de la fuerza; su luz lejana le venía de Buenos Aires”.

Otro antecedente interesante, que explica las diferencias con Santiago, es que en la primera década del siglo, la llegada de buques norteamericanos e ingleses, en pos del comercio o la caza de ballena, “habían puesto a los penquistas en contacto con las ideas avanzadas”. Así, ya en 1806 en Concepción se hablaba de libertad e independencia, la ciudad de acuerdo a Muñoz Olave, citado por Cartes, “era desde tiempo atrás un centro activo de estudio y de propaganda de ideas nuevas en materia de organización social”.

Al buscar identificar algunos de los hitos que pueden haber contribuido a gatillar el proceso independentista, adquieren especial importancia, dos de ellos, el primero, la reacción argentina frente a las dos invasiones británicas a Buenos Aires en 1806 y 1807, ambas repelidas por los milicias capitaneadas por Liniers, esta valerosa defensa infundió fuerza a los revolucionarios de Chile y Concepción, impulsando “un creciente separatismo y un espíritu autónomo”. El segundo hecho se produce a la muerte del gobernador Luis Muñoz de Guzmán el 11 de febrero de 1808, cuando tanto realistas como patriotas de Concepción se oponen al arbitrario nombramiento de un santiaguino pasando por encima de los penquistas. Asume así por la fuerza de las armas el gobernador García Carrasco, creándose las condiciones para que los patriotas del Sur en conjunto con los radicales y moderados de Santiago levantaran el primer gobierno nacional, la Junta de 1810. El resto es historia conocida.


Austral de Temuco