El control es suyo
Chile país de la confusión. Esta denominación bien podría caracterizar la etapa
que está viviendo el país en estos días, cuando el tema de la educación por
meses se ha tomado no solo la calle sino también la agenda. Tanto el gobierno
como la oposición parecen no entender lo que está pasando, frente a un sector
estudiantil que, ha tenido la fuerza y cohesión para poner el tema en la
palestra, sacando a la pizarra a toda la clase política, que por largas décadas
no ha solucionado los problemas de calidad e inequidad. Sin embargo, no han
sido capaces de concordar los ejes estratégicos concretos sobre los cuales
poder establecer la base para una mesa de negociación. Desde la vereda, se les
aprecia como engolosinados con la cobertura mediática y atención que les ha
prestado la ciudadanía, la que si en un principio les apoyo masivamente, ya a
estas alturas, lo único que desea es que se puedan sentar de una vez por todas
a conversar, para que vuelva la normalidad a los establecimientos educacionales.
Sin duda, medidas como la
anunciada por el ministro Hinzpeter para desenmascarar a los encapuchados
contribuye a despejar y aislar a los violentistas que se aprovechan de las
nobles causas para destruir todo lo que pillan. Destacable la cooperación que
se logró en este mismo sentido entre los organizadores de la última marcha con
la Intendenta de Santiago para cautelar el espíritu de la convocatoria. Loable
la actitud de los mismos manifestantes de encarar a los encapuchados y terminar
correteándoles. En el otro extremo, muy sólo quedo el PC criticando la medida
de impedir que se marche con la cara cubierta. A confesión de parte relevo de
pruebas. Cabe destacar que el hecho de tipificar como delito el ocultamiento
del rostro, como ocurrió en Alemania en los setenta, permitió terminar con la
banda terrorista Fracción del Ejercito Rojo también conocida como la banda
Baader Meinhoff.
Ninguna comunidad esta libre de
que distintas manifestaciones se puedan producir, eternizar y entronizar en la
vida diaria, algo similar ocurre con otros tipos de expresiones, sociales,
comerciales o de estilos comunicacionales. Como los que a veces, nos someten
por ejemplo, los canales de televisión, al exhibir y abrir generalmente en
tandem sus noticieros con los hechos de violencia, crímenes, accidentes y
robos. El desafío es como la comunidad o la ciudadanía se empodera y reacciona
activamente frente a estos hechos. En el caso de la TV, el ciudadano es quien
tiene el control en su mano, literalmente es así y puede ejercer su derecho a
elegir con libertad lo que quiere ver. Es decir, puede ejercer su opinión
diariamente y todas las veces que sea necesario hacerlo, optando por uno u otro
canal hasta encontrar uno que no lo violente y que en lo posible le agrade.
El poder de la TV es grande, pera este se revierte a favor de los ciudadanos, cuando estos asumen su poder, apagando o cambiando de canal cuando les muestran violencia, crímenes, comerciales chantas o las interminables protestas. La gran mayoría de estas acciones buscan notoriedad y figuración, por lo tanto, si se les quita la vitrina o la atención mediática, producto del bajo rating ciudadano, estas desaparecerán rápidamente. Si a uno lo cansan los canales abiertos, se puede ir al cable si es que tiene o sino apagar la tele. Este fenómeno ya se está presentando con fuerza, basta ver la numeración que reciben los canales alternativos como Via X, CDF y los canales regionales, todos cada vez más cerca de los de frecuencia abierta. ¿No será por que la gente está ejerciendo el control?
Austral de Temuco
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