¿Inmediatez o idiotez?
¿Inmediatez
o idiotez?
Vivimos sumergidos en un mundo que cada
vez más exacerba la inmediatez o que endiosa la cultura de la instantaneidad,
que por su naturaleza, es enemiga acérrima de la reflexión. Gracias al celular estamos ubicables en todo
instante, cuando se nos viene una idea y esta necesita de tal o cual persona,
la ubicamos inmediatamente y abrochamos el tema y luego, a otra cosa mariposa.
Con razón mi amigo Ignacio desconectó y elimino su celular, “ya no lo contesto
más, se acabo la fruncia”, me dijo la última vez que logre ubicarlo después de
múltiples recados e intentos, me falto usar solo un par de chasquis.
Me recuerdo de un profesor de
termodinámica en mi época en el Campanil, que con su voz característica nos
relataba la pelea entre el filosofo Descartes, que expresaba “pienso luego
existo”, y a lo cual el matemático y físico Pascal, le refutaba, “Descartes,
inútil e incierto”. La vieja discusión entre la idea y lo concreto.
Hoy en día con el correo electrónico,
las redes sociales como facebook, myspace y twitter, que surgieron como
derivadas de la Internet, bien se podría afirmar que en la actualidad existimos
en la medida que nos mantenemos comunicados socialmente. Sin embargo, dada la
instantaneidad de reacción que se requiere con todas estas herramientas, nos
seguimos alejando de la reflexión.
La cultura de la reflexión, pareciera
estar más bien en retirada. Hoy hay que ser ducho en reaccionar instantáneamente,
con la cuña salvadora, ya que el ritmo y no la pausa, lo imponen los medios y
las herramientas que usamos para comunicarnos. La televisión es una de las
grandes culpables de aquello, solo da cabida a lo que se puede comunicar con
rapidez y es atractivo visualmente, el resto chao. El contenido ha pasado a un
nivel inferior arrastrando en el camino, a su pariente la reflexión sobre las
ideas. El “dale una vuelta” es cada vez más rápido y sino alcanzastes a
reaccionar, paso la vieja. A lo más un
mensaje de texto o twiteame con 140 caractéres, el sistema no acepta más.
Para que comentar el si la comunicación
es de calidad o no, al parecer tampoco avanzamos mucho por este carril. No nos
comunicamos de adentro, en este avance estamos pegados, hemos sido capaces de
inventar poderosas máquinas y tecnologías que comunican a la velocidad de la
luz. Sin embargo, nosotros como seres humanos no hemos sido capaces en siglos,
ni siquiera de sacarle el polvo, al como comunicarnos con nuestras propias
herramientas, las que disponen nuestra mente, cuerpo y espíritu.
Hoy se valora mucho más la capacidad de
pronta respuesta o reacción, que la calidad del contenido reflexivo, nuestro
gran desafío debiera ser encontrar el justo equilibrio.
En nuestro mundo la inmediatez la
lleva. Si bien partimos con la carta en sobre o el rápido e instantáneo fax, de
un plumazo estamos metidos, como ya decíamos en facebook y el celular de
guardia, pero con el twitter al aguaite, ya que optimiza la comunicación en
tiempo real y además es más difícil que sufra interrupciones por congestión en
los momentos críticos, como quedo demostrado en el terremoto. Ahora la fama y
lo conocido de alguien se mide por el número de seguidores, esta enredada la
cosa, literalmente, la red lo es todo.
Hace algunos años, nos bastaba con el
Mundo al Instante, cuando uno iba al cine y antes de la película pasaban los
noticiarios, para luego a la salida tomarse un café instantáneo, al parecer por
ahí partió la cosa, lamentablemente la instantaneidad o la inmediatez, que
curiosamente rima con idiotez, se nos ha infiltrado por todas partes, ya vamos
en camino a ser seres inmediatos.
Nunca hay que olvidar que el amor se
lleva mejor con la reflexión y la pausa, no así la violencia y el combo, que
por su naturaleza son instantáneos y por esta razón atraen a los medios. En
cambio el pensamiento, el arte y la cultura necesariamente deben ser
reflexivos, por lo tanto no pueden competir en el mismo terreno, ya que es
imposible, hablan otro idioma.
Diego Benavente Millán
Diario Austral de Temuco
El Libertador de Rancagua (24 ago 2013)
El Libertador de Rancagua (24 ago 2013)