Roxana y Bob
En reciente seminario organizado
por la Corte Suprema, encabezado por su presidente y recibiendo a invitados
internacionales, interrumpió el evento la ya famosa Roxana Miranda, ex
candidata presidencial con un grupo de activistas de Andha Chile que
vociferaron, bañaron con jugo a diestra y siniestra, además de tirarle la
corbata a un participante y derribar las sillas de los asistentes, que a esas
alturas ya habían salido al coffee break. Los canales de televisión se hacen
chupete con este tipo de barrabasadas, les entretienen la pantalla y en ese
juego de meta y ponga, se sabe bien donde comienza pero difícilmente se puede
adivinar donde termina.
La anécdota anterior me trajo a
la memoria la visita de Bob Kennedy el año 65 a la Universidad de Concepción,
donde queriéndose despedir en una asamblea estudiantil de un pequeño grupo de
estudiantes del MIR, que lo repudiaban desde las graderías sobre el túnel de
salida de la Casa del Deporte, les extendió su mano para saludarles y de vuelta
recibió escupitajos y un pisotón en la mano. Este, según los relatos
posteriores fue atribuido al “Patula” Saavedra, de ahí su nombre según algunos.
Los excesos a que puede llevar la intolerancia en la convivencia política,
acarrean tremendas consecuencias, ya lo experimentamos en carne propia en
Chile, con un gran costo en vidas humanas. Por lo tanto, siempre es preferible,
sobretodo para los medios, dar mayor cobertura, aunque a veces parezca fome, a
aquellos que generalmente no llaman la atención, pero que siempre cuidan el
dialogo y las buenas relaciones con los adversarios políticos. Si le damos mas
tribuna a los vociferantes y violentistas, las señales que se entregan son
claras, el camino será la escalada por ser cada vez más llamativos en el uso de
la violencia. Así del jarrón de agua de María Música, con el que chorreo a la
ministra de educación de aquel entonces, Mónica Jimenez, pasamos ahora a la
puesta en escena de doña Roxana y su team.
Construir sociedad no es una cosa
fácil y sin duda es una tarea de todos, donde sin duda, los medios y líderes
tienen una mayor responsabilidad en poder instaurar conductas, señales y
lenguajes, que convoquen, no extremen los enfrentamientos y que rechacen
explícitamente la violencia, venga de donde venga. Este es el gran desafío en
tiempos turbulentos, que al parecer ya se avizoran.
Como bien lo expresara el ex
presidente Lagos, hay que “cuidar las formas” y no solo eso, también agregó mas
adelante, “cuidemos la democracia que hemos conseguido”. En la década del 70 tuvimos que aprender a la
fuerza, llegamos a un extremo tal que, un libro sobre la crisis de la
democracia chilena, nos describía como una “nación de enemigos”.
En tiempos de cambios
fundacionales como los que se vienen, es positivo el poder llegar a establecer
un mínimo común civilizatorio, que nos permita construir a partir de aquello
sin tener que descender a las prácticas de enfrentamiento de antaño. La
construcción conjunta bajo una sana convivencia social, nos puede permitir
estructurar distintas medidas, como por ejemplo un pacto social que complemente
y perfeccione la reforma tributaria.
El pensamiento colaborativo y el
poder enfocarnos cada vez más, en una sociedad más horizontal y menos
jerarquizada, también nos puede servir para consensuar un nuevo modelo. Que nos
proyecte y deje contentos tanto a moros como cristianos.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (25 may 2014)
El Centro de Talca (07 jun 2014)
Austral de Temuco (25 may 2014)
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