Hacer las tareas
Cuanto tiempo llevamos discutiendo
lo mismo y confrontando posiciones en distintos temas en los cuales ya hace
mucho rato debiéramos tener ya consensuada una mirada o enfoque de país, como
por ejemplo ocurre en las relaciones internacionales. Que distinta sería la
convivencia nacional si tuviéramos ya una sólida y consensuada posición en
materia de educación y salud por ejemplo, que decir en materia de los recursos
estratégicos como el agua, energía o en cuanto a una política de desarrollo
territorial, que no deje abandonados a las ciudades y territorios extremos de
nuestra nación, como ocurre desde hace décadas, en que nos hemos olvidado de lo
que cuesta hacer patria en estas lejanías.
Todo lo inundamos con la discusión
del modelo, que tanto neoliberal o estatista es tal o cual política sectorial,
y en esto nos pasamos la vida cuestionándonos la cuestión. Donde cada bando
trata de ganar el gallito, sin siquiera darnos cuenta que la mayoría de las
veces, si se analizan los problemas de manera técnica, las posiciones son muy
cercanas, pero el ideologismo exacerbado nos lleva a mantener las miradas de
enemigos, en lugar de ser cooperantes y colaborativos. Habrá que ponerse de
acuerdo por separado primero y comparando con lo actual, tomar nota de lo bueno
y malo que había antes del 70/73 y lo que se echa de menos. De igual modo
analizar lo aprendido en los tiempos duros del Gobierno Militar y de lo que
resulte en común y rescatable, aprender de nuestra experiencia para empezar a
construir sobre esas bases lo que está pendiente. Políticas transversales que
sean capaces de trascender los gobiernos y permanecer en los presupuestos.
Si tanto nos importa el tema de
fondo, de frentón discutamos el modelo y no estemos abordándolo en cada reforma,
lo cual es desgastante, dialoguemos por el modelo, si es que queremos tener
uno. Y si es así, tratemos de que sea el mejor y, que nos sirva para Chile
durante los próximos 30 años, esto sería hacer la tareas. De lo contrario nos
pasaremos picoteándonos en cada reforma por aquí y por allá, así ningún país
progresa eficientemente.
Un desafío o tarea pendiente es lo
que nos recuerda permanentemente Juan Carlos Castilla, el destacado Biólogo
nacional, cuando nos dice que hay que “crear una cultura de mar y fomentar su
cuidado y uso sustentable, en un país que pese a que tiene kilómetros de costa
sencillamente no lo ve”. Como bien lo
expresa Castilla, Chile es mar y por lo tanto, debemos hacernos cargo de
nuestra condición marítima, en esto hay que mirar cómo lo hacen otros países y
empezar a trabajar desde la base educacional en un proceso que nunca más
deberíamos abandonar.
Otros desafío país, es la
educación cívica para nuestros niños y jóvenes, ellos deben saber como se
organiza Chile, sino seguiremos formando individualistas consumidores
compulsivos, sin mayor apego por su entorno, comunidad e identidad a la que se
pertenece. Lo colectivo y el espíritu público, así como la institucionalidad
que se da nuestra sociedad para tener una sana convivencia, deben ser temas que
desde pequeño cada uno debe conocer y aprender a querer.
En la construcción de sociedad,
hacer las tareas significa enfrentar a los enemigos del diálogo y que son, por
una parte la ambigüedad, cuando no se declara lo que cada uno busca y por otra,
la sordera, que es cuando no se esta dispuesto a aceptar la versión del otro
aunque no nos guste. Así, cuando estos dos factores intervienen no hay diálogo
y sólo existe una negociación, que es lo que acostumbramos a hacer en nuestra
vida política. Aprender a dialogar de verdad, es otro gran desafío de país.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (03 may 2014)
El Centro de Talca (09 may 2014)
Austral de Temuco (11 may 2014)
El Libertador de Rancagua (03 may 2014)
El Centro de Talca (09 may 2014)
Austral de Temuco (11 may 2014)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home