viernes, abril 04, 2014

Sana alternancia

Realmente impresiona ver la pléyade de comentaristas que salió a la palestra para criticar y cuestionar al nuevo ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, el advenedizo de la provincia, que osa meterse en los corrales ajenos, poco menos le dijeron. En el país se ha echado de menos la renovación de la política y cuando esto ocurre, más encima en el cargo más relevante del Gabinete, surgen inmediatamente los ladridos. Sería bueno que, de una vez por todas, se jubilen los comentaristas y agoreros que nacieron orientados por el estilo de la guerra fría y siguen dándole al lenguaje blanco y negro, que tanto mal nos hizo y podría seguir haciendo.

El país esta esperanzado en que a Peñailillo le vaya bien, ya que la política bien puede dar un salto cuántico, en un tema que nos tiene atascados desde antes del 70. Asimismo y por sólo nombrar dos casos, los ministros más conocidos y de gran tonelaje político, el de Energía, Máximo Pacheco y de Educación, Nicolás Eyzaguirre, estos también podrían llegar a ser emblemáticos por las transformaciones que les corresponde encabezar, claro eso si estas se aplican de manera eficaz, transversal y eficientemente. En Energía, la cosa es clave, desde antes de Frei RT y el patinazo del gas, no se han hecho las tareas, como país con una riqueza enorme en RRNN, hay que avanzar en una matriz que nos permita una energía  3B, Buena Bonita y Barata. El desafío mayor, es sin duda de Eyzaguirre, lograr una Educación de calidad. Ésta sin dudas, debe ser para todos y sin dogmas ni ataduras. Reto no menor, si se piensa que sólo la Educación Municipal ha perdido mas de un 1/3 de su matricula en los últimos 10 años. Algo al menos no ha andado bien. Y la educación particular subvencionada lo ha hecho levemente mejor, pero mostrando las mismas falencias del sistema en general.

Afrontar desafíos mayores como país, permite avanzar en superar la etapa de las consignas y slogans vacíos, por el aporte constructivo de ideas y en esto, hay que ser claros, los jóvenes y movimientos sociales y regionales fueron los que despertaron de la modorra  cómoda a nuestras elites políticas. La centroderecha y Piñera de seguro ya están tomando nota y éste último, subrayando con su lápiz bic rojo.

Luchar juntos por un país que aborda sus grandes reformas, significa no más sacarse el pillo y, eliminar los topes o barreras de cualquier tipo. De aquí en adelante hay que atreverse a usar todo el motor, a su full potencia y pensar atrevidamente. El rol de la política será hacerlo de manera sistemática y proyectiva. Atrás deben quedar los temas intocables  y la agenda nacional no puede quedar, nunca más en manos de los grupos de interés, como aquellos que han hecho crecer a la Capital y extenderse como mancha de aceite, en desmedro de las regiones. Sin importarles las veces que se han pisado la huasca, pasando por encima de las sucesivas normativas que se han dictado para limitar su expansión.


El coraje de intentar abordar las soluciones a los problemas estructurales, será siempre mucho mejor que hacerles el quite o simplemente chutearlos para el futuro. En esto, el generar y ganar espacios de confianza es el desafío. Así también la sana alternancia en el poder permite que cada coalición pueda mejorar sus intervenciones teniendo como desafío los aciertos y desafíos abordados por el gobierno que le antecedió, los cuales también representan las metas a superar.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (29 mar 2014)
El Centro de Talca (04 abr 2014)