viernes, febrero 07, 2014

Saliendo de la trinchera

Ya se inició el ciclo de un nuevo gobierno de Michelle Bachelet, ahora eso si con la experiencia internacional y la del período anterior, lo cual quedo clarito con la designación con sello personal del Gabinete Ministerial, se puede decir que viene una versión recargada. Su liderazgo cuestionado en un comienzo, se ha ido imponiendo por la fuerza de los hechos, demostrando su habilidad para ordenar a las huestes de la Nueva Mayoría, incluso atrayendo a otros sectores e imponiendo su estilo.

Las expectativas son distintas a las súper ambiciosas del 2005, cuando le correspondió ser la primera mujer presidenta de la nación y las apuestas eran muy superiores a la realidad concreta, con un equilibrio de poderes que se inclinó hacia los partidos políticos, con un rol de mucho mayor peso del que en esta oportunidad ostentan o pueden aspirar. Hoy, además de la experiencia, tiene las espaldas del gran porcentaje de la votación que obtuviera en la elección presidencial.

Al frente tiene a la derecha en proceso de desarticulación sistemática y complicadísima con sus entuertos personalistas. Por lo tanto, una primera alternativa es aprovechar esta coyuntura y pasar la aplanadora, una segunda posibilidad, es que se afane en buscar los consensos necesarios y así suplir la falta de peso de la futura oposición, acomodando los ritmos y metas.

Es de esperar que sepa leer y aprovechar el momento que vive Chile con una efervescencia que entusiasma a algunos y asusta a otros, equilibrando el deseo de lograr un país más justo. Ayer la novedad y el sello fue el ser mujer, hoy las expectativas son parecidas, pero las herramientas y la experiencia política le aportan sin lugar a dudas un gran activo, en el orden que se ha visto en el momento de la largada se nota.

El reconocimiento de los liderazgos se manifiesta tanto en el ordenamiento eficiente de las huestes propias como también en múltiples gestos y actitudes. El estilo mas que de trinchera, debiera ser de cooperación en pos de que los resultados sean igual o mejores a las expectativas. Por lo general, las trincheras tienen recorridos circulares, basta desplazarse en uno u otro sentido y muy pronto uno se puede sorprender, de como se llega a estar muy cerca y hasta entender al de la trinchera del frente.

La derecha por su parte tiene una tremenda tarea por delante, buscar los eslabones perdidos para volver a encadenar un esfuerzo y relato compartido que le permita aspirar a acceder nuevamente al poder.

Siempre es más fácil escribir desde la trinchera y dispararle duro a los del frente, pero sin duda, es muy útil y positivo para el ambiente nacional, elevarse por sobre esta mirando con visión amplia, para opinar de vez en cuando, desde un punto de reflexión que tenga menor carga o anclaje político histórico de confrontación. Basta recordar la experiencia de Frei Montalba y Allende, que se jugaron a concho por los cambios, pero usando más la aplanadora que el consenso, llevando a Chile a una experiencia traumática. Todo esto aprovechando la debacle de la derecha conservadora de aquel entonces, que experimentaba una desarticulación total.

Estamos frente a un nuevo ciclo político con demandas crecientes en complejidad y ciudadanos cada vez más empoderados. Es tiempo de avanzar, en la construcción de consensos transversales y confianzas necesarias, con un gran acuerdo que recoja y establezca una visión de futuro, basada en las coincidencias transversales sobre los grandes temas país, para iniciar así una etapa de desarrollo justo, armónico y equilibrado.


La Prensa Austral de Punta Arenas 
El Libertador de Rancagua (01 feb 2014)
Austral de Temuco (02 feb 2014)