Como decíamos ayer

Después de concluida la aventura frustrada de postular a ser elegido como Core, es necesario pedir disculpas a todos aquellos que nos apoyaron y votaron por uno, por no haber podido alcanzar los votos necesarios para ingresar a esta instancia regional, meta anhelada por ellos y nosotros. En dos palabras, es lo que había, pero como consuelo, les puedo agregar que hay regionalista para rato. Lo experimentado sin duda, fue una gran experiencia y oportunidad para asumir un especial compromiso con todos ellos, para seguir avanzando en poder estructurar una instancia transversal muy nuestra, que recoja el sentir regionalista y, además permita construir las alianzas necesarias con otras regiones, para tener un Chile más descentralizado.

Una lección aprendida y una derrota aleccionadora que nos serán de gran utilidad, como siempre ha sido nuestro estilo, en poder convertirla en una gran oportunidad de reenfoque, aprendizaje y reciclaje, del accionar de vida, al igual como lo hicimos con las palomas desfiguradas en la campaña. Entre otros, nuevamente constatamos que la velocidad, el tratar de hacer y abarcar mucho, tiene su límite y esto necesariamente debe ir de la mano con la calidad de vida, apuntando siempre a tener una vida integral en lo familiar, laboral, social y política. Aunque sea revisitar dichos comunes, se valora el pare, mire y escuche o el no por mucho madrugar amanece más temprano. Recordando a Proust, iremos en busca del tiempo perdido y en esto no puede haber apuro.

Siempre se podrá decir que se pudo hacer más, pero nuestra opción y estilo, fueron intervenir en política respetando los códigos esenciales de vida en los que fuimos formados, siempre positivos viendo oportunidades antes que problemas y un respeto estricto al fair play. Esto, no es otra cosa que no hacer con los demás, lo que no se desea que hagan con uno, incluso aunque existan algunos que transgredan estas reglas. Si entramos en la política directa, fue para hacer un aporte y no para repetir lo que tantas veces criticamos desde la vereda del frente.

Esta inmersión política o mojada de potito, si bien me sirvió para quitarme las ganas, no alcanzo para un baño completo y el agua, estaba mas bien fría. Otra forma de mirarlo, podría ser que, es uno el que anda al revés y el mundo al derecho.

Si se me permite una insensatez, ya estoy disfrutando la derrota e incluso sacándole partido. Después de lamer las heridas y levantar cabeza, aprender de esto, puede ser un gran proceso. Y esto también puede significar aprovechar el haber quedado con las manos libres, para poder dedicarnos a poner en marcha lo que el regionalismo necesita, es decir constituir una plataforma común que convierta la descentralización en una demanda ciudadana. Para lo cual se debe cambiar el enfoque de trabajo, ya que la descentralización mas que un regalo del centro para las regiones, debe ser un proceso que conquisten las regiones.

Así podremos aspirar a que en el mediano plazo, no será exclusivo de la capital el que puedan surgir movimientos políticos juveniles o corrientes de opinión que impulsen los cambios políticos y el nacimiento de nuevos líderes, que el país requiere con urgencia para desarrollarse en base al aporte de todas sus regiones.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (23 nov 2013)
El Centro de Talca (22 nov 2013)
Austral de Temuco (24 nov 2013)