viernes, marzo 21, 2014

Buenos augurios

Uno siente orgullo de ser chileno, al ver como al agente de Chile ante la Haya, para el reclamo marítimo de Bolivia, el abogado Felipe Bulnes, designado por el gobierno saliente de Sebastián Piñera, sea ratificado rápidamente por la presidenta electa Michelle Bachelet para que continue a cargo del tema, al igual como lo hiciera en su oportunidad con Van Klaveren en el litigio con Perú el gobierno de centroderecha, al asumir el mando hace cuatro años atrás.

Lo anterior es lo que se llama temas de Estado, donde hay un apoyo transversal ordenado, de prácticamente todas las fuerzas, detrás de la política nacional en esta área. Que lindo sería si se pudiera avanzar en consensos similares en temas estratégicos para el desarrollo nacional, como lo puede ser una política educacional que permita concordar los ejes principales a priorizar en las próximas décadas. Como bien podría ser el abordar sistemáticamente una política de cobertura del 100% en educación prebásica en todo el territorio nacional y un reforzamiento lector que permitiera asegurar al cabo de algunos años, que todos los niños terminen leyendo al completar su primero básico, sin importar el lugar, por muy apartado que sea, donde viven. Que fácil sería iniciar el trabajo para quienes asumen un nuevo período gubernamental, sabiendo que deben continuar y perfeccionar lo que ya está consensuado entre todos en determinadas áreas.

Esto mismo es posible imaginar en temas como la salud, en defensa, en descentralización aunque cueste soltar el mango, porque no consensuar un logo de gobierno para todos, que no este cambiando cada cuatro años, etc. Es cosa de que nuestros líderes políticos se decidan a sentarse a una mesa sin color determinado y hagan sus mejores apuestas de trabajo en común.

Que distinto y que valioso es un trabajo de conjunto, como el ya mencionado. Más aún, si se compara con los ladridos en escalada cada vez más violenta, que se están dando entre el gobierno y la oposición en Venezuela, en Chile ya sabemos a lo que puede llevar aquello, lo pagamos muy caro. Por lo tanto, mientras más puentes de trabajo conjunto, en temas muy técnicos y específicos, seamos capaces de instalar, serán cada vez menos y mas acotados los espacios de confrontación. Ni tampoco se nos irá la vida, como a veces pareciera ocurrir, en las discusiones que no merecen que se gaste ni un minuto en ellas, habiendo tanto trabajo por hacer, en especial para elevar el nivel de vida de las personas más vulnerables. Es un desafío a la inteligencia y voluntad política de nuestras elites el poder implementar un proceso que pueda iniciar esta modalidad de abordaje de los grandes temas comunes. El sector que lo inicie y lo promueva, no me cabe la menor duda, se llevará el premio gordo y podrá gobernar por muchos años con el beneplácito de la ciudadanía, que sin lugar a dudas, valora mucho este estilo.


El inicio de un nuevo gobierno se presta de maravillas para ordenar el debate en pos de la concreción de iniciativas de trabajo en equipo, gobierno y oposición, colaborando juntos, son dinamita para atacar los cuellos de botella que nos restringen y han limitado por décadas el desarrollo. Hay buenos augurios, se piensa abordar temas estructurales como una educación de calidad y la descentralización, si esto se hace de consuno y además priorizando a las regiones y a quienes están más alejados, gran futuro para Chile y sus habitantes, sin importar donde estos habiten.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (08 mar 2014)