Buenos augurios
Uno siente orgullo de ser
chileno, al ver como al agente de Chile ante la Haya, para el reclamo marítimo
de Bolivia, el abogado Felipe Bulnes, designado por el gobierno saliente de
Sebastián Piñera, sea ratificado rápidamente por la presidenta electa Michelle
Bachelet para que continue a cargo del tema, al igual como lo hiciera en su
oportunidad con Van Klaveren en el litigio con Perú el gobierno de
centroderecha, al asumir el mando hace cuatro años atrás.
Lo anterior es lo que se llama temas
de Estado, donde hay un apoyo transversal ordenado, de prácticamente todas las
fuerzas, detrás de la política nacional en esta área. Que lindo sería si se
pudiera avanzar en consensos similares en temas estratégicos para el desarrollo
nacional, como lo puede ser una política educacional que permita concordar los
ejes principales a priorizar en las próximas décadas. Como bien podría ser el
abordar sistemáticamente una política de cobertura del 100% en educación
prebásica en todo el territorio nacional y un reforzamiento lector que
permitiera asegurar al cabo de algunos años, que todos los niños terminen
leyendo al completar su primero básico, sin importar el lugar, por muy apartado
que sea, donde viven. Que fácil sería iniciar el trabajo para quienes asumen un
nuevo período gubernamental, sabiendo que deben continuar y perfeccionar lo que
ya está consensuado entre todos en determinadas áreas.
Esto mismo es posible imaginar en
temas como la salud, en defensa, en descentralización aunque cueste soltar el
mango, porque no consensuar un logo de gobierno para todos, que no este
cambiando cada cuatro años, etc. Es cosa de que nuestros líderes políticos se
decidan a sentarse a una mesa sin color determinado y hagan sus mejores
apuestas de trabajo en común.
Que distinto y que valioso es un
trabajo de conjunto, como el ya mencionado. Más aún, si se compara con los
ladridos en escalada cada vez más violenta, que se están dando entre el
gobierno y la oposición en Venezuela, en Chile ya sabemos a lo que puede llevar
aquello, lo pagamos muy caro. Por lo tanto, mientras más puentes de trabajo
conjunto, en temas muy técnicos y específicos, seamos capaces de instalar,
serán cada vez menos y mas acotados los espacios de confrontación. Ni tampoco
se nos irá la vida, como a veces pareciera ocurrir, en las discusiones que no
merecen que se gaste ni un minuto en ellas, habiendo tanto trabajo por hacer,
en especial para elevar el nivel de vida de las personas más vulnerables. Es un
desafío a la inteligencia y voluntad política de nuestras elites el poder
implementar un proceso que pueda iniciar esta modalidad de abordaje de los
grandes temas comunes. El sector que lo inicie y lo promueva, no me cabe la
menor duda, se llevará el premio gordo y podrá gobernar por muchos años con el
beneplácito de la ciudadanía, que sin lugar a dudas, valora mucho este estilo.
El inicio de un nuevo gobierno se
presta de maravillas para ordenar el debate en pos de la concreción de
iniciativas de trabajo en equipo, gobierno y oposición, colaborando juntos, son
dinamita para atacar los cuellos de botella que nos restringen y han limitado
por décadas el desarrollo. Hay buenos augurios, se piensa abordar temas
estructurales como una educación de calidad y la descentralización, si esto se
hace de consuno y además priorizando a las regiones y a quienes están más
alejados, gran futuro para Chile y sus habitantes, sin importar donde estos
habiten.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (08 mar 2014)
El Libertador de Rancagua (08 mar 2014)
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