viernes, marzo 07, 2014

¿Quo vadis Argentina?

Es curioso y a veces inexplicable lo que sucede con nuestros vecinos de Argentina, país que en lugar de progresar retrocede y se estanca socioeconómicamente.  Quien se imaginaría que este país fue el granero del mundo y en 1928, era la sexta potencia del orbe. En la década de 1940 casi no tenía analfabetos y la población universitaria era de las más altas del mundo. Entre 1945 y 1955 ocupo el segundo puesto en América, después de EE.UU, con el 50% de todos los bienes de producción y consumo de América Latina y el sexto puesto en el mundo, por todos sus indicadores de desarrollo.  En aquella época, Argentina incluso construía aviones supersónicos y automóviles 100% industria nacional.

Cuesta entender a esa Argentina, con la de hoy día, excluida de los mercados internacionales desde su default del 2001 y donde la constante es la fuga de dólares e inversionistas, así como la falta de confianza de su gente en el destino del país.

Para tratar de entender lo que ha sucedido con este país hermano, es útil analizar algunas expresiones de un par de sus escritores. El historiador Horacio Salas, autor de “El Centenario, la Argentina en su hora más gloriosa”, expresa que en aquel momento, al cumplir 100 años de vida independiente del país, “había una certidumbre: la Argentina sería potencia mundial; en el porvenir sólo cabía la grandeza”. Aunque no todo era esplendor, según él, también se constataban señales preocupantes como, “un sistema electoral basado en el fraude, la violencia del anarquismo, las feroces represiones y el rechazo a los inmigrantes”, que también formaban parte del período.

Asimismo al releer el libro de Felix Luna, titulado “Breve historia de los argentinos”, es posible tantear una explicación a algunas de la interrogantes que generalmente nos hacemos sobre nuestros vecinos, con quienes compartimos una frontera larguísima que va desde el desierto nortino hasta los hielos patagónicos australes. ¿De donde sale tanta farra, corrupción, falta de seriedad y de compromiso de sus elites y ciudadanía con el desarrollo de su país y su institucionalidad?

Según Luna en los inicios de la nación, “el puerto de Buenos Aires,…estaba totalmente marginado y recibía solamente los llamados navío de registro, autorizados especialmente a razón de uno por año, o una cada dos años. Hubo incluso lustros durante los cuales ningún navío de registro llegó desde España.”  “Así fue como los porteños empezaron a vivir del contrabando. Era la única forma de sobrevivir.”
Buenos Aires de acuerdo a Luna, “seguía siendo una ciudad muy pobre, prácticamente miserable; los extremos de la indigencia en la que allí se vivía son de leyenda. La excepción era el pequeño grupo de gente ligada al contrabando”.

Mas adelante agrega “la fuerza de las necesidades era tan grande, que los porteños adquirieron la costumbre de burlar la ley: sabían que  así podían vivir en condiciones mucho mejores, porque la ley era absurda en relación a los intereses de Buenos Aires.” He aquí a lo mejor, una explicación a una cultura nacional muy arraigada que tolera la maula, la corrupción y hace vista gorda con el fraude. Así es muy difícil construir una nación que progrese en el tiempo, mas aun en tiempos de globalización y gran competencia internacional. De ahí la interrogante de esta columna, ¿Quo vadis (adonde vas) Argentina?

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (22 feb 2014)
Austral de Temuco (02 mar 2014)