Se viene marzo
La agenda política con las caidas en las designaciones de subsecretarios
se ha acelerado y está adquiriendo un ritmo vertiginoso y, porque no decirlo,
también peligroso. Los que tenían que chequear previamente, al parecer no se
esmeraron y las partidos políticos de la Nueva Mayoría, al parecer se olvidaron
que se viven otros tiempos y echaron mano a sus viejas cartas, donde algunas
simplemente no dan el ancho. Antes a lo mejor pasaban piola pero este último
lustro hay una ciudadanía y movimientos sociales muy empoderados y asumiendo
cada vez más, un mayor protagonismo.
Una muestra de lo anterior es lo que se conoció recientemente por la
prensa, los reclamos del Sernac crecieron más de un 50% los últimos cuatro
años, donde el Retail, las Telecomunicaciones y lo Financiero, lideran por
lejos el ranking, con los dos tercios de los reclamos. Los ciudadanos están más
empoderados y cada vez más conscientes de sus derechos. Por lo tanto,
considerando los papelones en la selección del personal de gobierno en esta
etapa preparatoria, el gran desafío es para los políticos, los partidos y el
futuro gobierno, que en un país centralista atrae, casi sin contrapeso, la
atención y preocupación de la gente, en especial por la conducta de sus
autoridades.
Hacer caso a los movimientos sociales en todo lo que se les ocurra,
puede resultar complicadísimo, esto incluso puede significar que
permanentemente se este distrayendo el foco y agenda de gobierno, con todo lo
que esto puede significar en materia de avances y efectividad de la acción
gubernamental.
Un acertado y drástico comentarista de este proceso de cambios sociales,
es el sociólogo Alberto Mayol, para quien el modelo político, social y
económico en Chile necesita reestructurarse de fondo, completa y radicalmente.
Para él, no hay términos medios, piensa que toda la clase política es la que le
ha fallado a la sociedad.
En reciente entrevista de la revista Estilo Araucanía, expresó “El que
cree que los movimientos sociales se pueden conducir, o manejar, desde minorías
o partidos políticos, está completamente equivocado, no entiende nada de la
historia. Los movimientos sociales, son una dinámica que resulta un poco
incómoda para las elites políticas porque ésta opera fuera de la lógica de la
representación, sin embargo eso es muy importante porque los movimientos
sociales incorporan las novedades en los sistemas políticos. Los sistemas
políticos son conservadores porque los partidos políticos quieren conservar sus
cuotas de poder y finalmente no hacen nada, y como nunca institucionalmente son
suficientes, o al menos lo demuestran, cuando aparecen los movimientos sociales
éstos tematizan cosas que sin ellos no se hubieran tematizado.”
De acuerdo a Mayol, “esto no da para una cosmética, aquí hay una reforma
estructural que hacer, en términos del modo de hacer política y establecer una
relación con los movimientos sociales diferente.” Hay
una desconfianza generalizada y no se puede “maquillar una crisis que es
de tal profundidad, tienes que hacer cambios radicales. Hay una oportunidad,
Chile no ha diseñado nunca un país que tenga capacidad de funcionamiento
regional real, porque la pelea centro-regiones se manifestó en el siglo XIX en
el combate entre los unitaristas y los federalistas, y ganaron los unitaristas,
y por eso somos tan centralistas, y fue una guerra lo que resolvió eso, una
guerra civil. Entonces el cómo resolver este problema tiene que ser algo mucho
más profundo, sentarnos y pensar en todas las reformas que hay que hacer, son
muchas.” Bonito desafío.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (08 feb 2014)
Austral de Temuco (16 feb 2014)