domingo, enero 29, 2012

10 años no es nada

Hace 10 años atrás escribíamos en este mismo medio, “la preocupación del gobierno frente a los brotes de violencia, la institucionalidad diseñada y las medidas centrales tomadas por las autoridades, especialmente en cuanto a la entrega de tierras, no han sido la mas adecuadas. La postergación y pobreza del pueblo mapuche, que se arrastra hace muchos años, es un tema país en cuanto a la responsabilidad histórica del Estado por esta situación, así como en cuanto a la magnitud y origen de los recursos que se debe destinar a su resolución, pero debe ser un tema de la región en cuanto a su resolución, ya que las medidas y decisiones centrales rara vez han acertado.”

Decíamos también que “el peor error sería centralizar el tema y plantearlo únicamente en torno al combate de las acciones terroristas, objetivo que generalmente buscan los grupos violentistas. Estos aspiran siempre, a tener al frente al Estado nacional, alejado de la realidad regional, reaccionando a destiempo con sus sistemas de seguridad, para así llamar la atención de los medios, en especial los internacionales.”

Unos días atras, el Subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla, expresaba frente a los multiples conflictos experimentados en la Capital,  “hay debilidades en inteligencia para adelantarse a los hechos.” Como sera la cosa en el caso de nuestros graves problemas de violencia rural, donde no le dan casi nunca el palo al gato, al parecer nos somos preocupación ni tenemos gran inteligencia nacional disponible, estamos muy requete solos y lejos.

También en una columna siguiente, decíamos que era “la oportunidad para generar una gran mesa con los distintos sectores, gremios y actores involucrados en la temática mapuche a nivel regional y así consensuar una estrategia con nuestra visión regional, para que el país nos escuche. De no hacerlo, se nos seguirá instrumentalizando por iniciativas ajenas que violentan y alteran el desarrollo regional.”

Hace 10 años también constatabamos que “un porcentaje cercano al 70% de las tierras adquiridas por Conadi, a las comunidades indígenas, mantenían conflictos internos derivados de la falta de certeza de los derechos de los socios en el bien adquirido.” Se invento una ley indígena con instrumentos de asignación de tierras que, en lugar de dar soluciones, multiplicó los conflictos.  Ya viene siendo hora de ponerle atajo al tema.

Concluyendo hace 10 años, decíamos que ya era “hora de empezar a trabajar juntos en serio y proponer soluciones concretas a nuestros problemas, especialmente en lo referido al tema mapuche y la pobreza regional.” Ya que de otra forma sería hacerle el juego a los que “les gusta la confrontación y en esta función, han supeditado y mediatizado sus objetivos para impactar y captar audiencia, no para proponer soluciones inteligentes.”
 
Es increíble, pero hace 10 años escribíamos, ”es hora de que los buenos se unan, es tiempo de hacerse cargo de La Araucanía creando una convocatoria amplia, transversal, ciudadana y del campo, que se organice, planifique y marche de frente por la paz para hacer lo que hay que hacer y exigir la atención que se requiere. Así los buenos podrán más temprano que tarde desnudar, arrinconar y aislar al matón del barrio.”  Aprovechando la reciente visita del Comité Ejecutivo de la CPC y el compromiso asumido por estos dirigentes para ayudarnos a impulsar nuestra causa regional, es hora de transformar las palabras en acción. Así ya no será necesario parodiar al famoso tango expresando, “que 10 años no es nada”.


Austral de Temuco 

viernes, enero 27, 2012

Corporaciones de desarrollo

El reciente III Encuentro de corporaciones regionales de desarrollo, organizado por Corparaucanía en Temuco, tuvo una excelente convocatoria, llegaron 17 corporaciones de prácticamente todas las regiones, incluyendo la Corporación de Desarrollo de Magallanes. Aquí, el grado de consenso alcanzado en torno a los objetivos propuestos fue muy interesante. Este tercer encuentro después de 8 años del último  realizado en Arica, reforzó la importancia de estos organismos para el desarrollo y progreso de los territorios, donde la articulación de actores resulta clave.

En este tipo de institucionalidad, como generalmente sucede en todas las áreas, siempre hay dos enfoques, algunos que se centran en la queja y otros, la mayoría, en el hacer cosas. En esto los consejos de Patricio Navia, fueron muy sabios, “plantear las cosas desde la necesidad nunca será una buena estrategia”. Las oportunidades no solo se presentan, también se crean. Los trabajos e industrias que se perdieron, ya se perdieron, seguir llorando no sirve. Valparaíso, después que surgió el canal de Panamá, se lo pasó reclamando casi 100 años, hasta que encontró su nueva razón de ser y hoy, está encantado con sus hoteles boutique y la recuperación patrimonial que atraen turistas, desarrollando todo un cuento entretenido que gusta y encanta. La receta por lo tanto, no es seguir con la queja, hay que empeñarse en encontrar la hebra que tenga impacto, para que el territorio, la localidad o la ciudad, pueda desarrollarse nuevamente encantando a su gente en pos de aquello que les haga sentido y les genere empleos e ingresos.

Fue muy grato poder palpar que todos llegaron muy dispuestos a aprender de las demás corporaciones, así como a compartir sus proyectos exhibiéndolos abierta y generosamente.

Hubo unanimidad en que juntos es más fácil avanzar, por lo tanto sólo resta ponerse de acuerdo en los temas técnicos, que permitirán materializar esta unión. Unos la centraban en lo pragmático, otros en poder generar una voz fuerte en temas estratégicos. En resumen, priorizar lo que une, lo que sea más provechoso y contribuya a consolidar la mejor relación entre las corporaciones.

Entre otros, esta alianza estratégica, red o asociación de corporaciones, debiera ser capaz de generar planes de acción que puedan involucrar a varias corporaciones aportándose mutuamente.  Por ejemplo en materia de turismo, Atacama bien puede aliarse y complementarse con la Araucanía, porque los turistas extranjeros, eligen fundamentalmente estas regiones, más la Patagonia, como destino turístico preferido. En materia de empleo, el norte hoy necesita más recurso humano, el cual bien puede llegar desde el sur, etc. También es posible concordar formas de hacer transferencia de conocimiento entre una corporación y otra, porque hay áreas de trabajo comunes y además se puede trabajar proyectos de impulso a la descentralización organizados por las corporaciones, coordinadamente.


Como conclusiones finales más importantes y coincidiendo con lo expresado por Sergio Melnick en el Encuentro Empresarial de la Araucanía Enela 2011, se acordó organizar seminarios regionales temáticos que potencien la descentralización. Los cuales en un principio pueden ser por zonas: Norte, Centro y Sur. Se acordó asimismo, firmar un protocolo de colaboración que permita comprometer y materializar los acuerdos, así como los desafíos a futuro de esta forma integrada de hacer desarrollo. Para todo lo cual se irán concordando y reforzando distintos planteamientos sobre la "asociatividad" de las corporaciones. Sin duda en esta materia y más que en otras, la unión hace la fuerza.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (21 ene 2012)
Austral de Temuco (15 ene 2012)

viernes, enero 13, 2012

Jugando con fuego

Sin duda el fuego es un elemento que así como ayuda al hombre también le provoca grandes daños cuando se torna incontrolable y más aun cuando este es usado como fuego destructor y herramienta de lucha ideológica o para protestar frente a situaciones conflictivas de la sociedad.

En los últimos días hemos podido constatar como se han quemado miles de hectáreas del Parque Torres del Paine y más de 25 mil hectáreas de bosques y una planta industrial de paneles, en la región del Bío Bío, fuego iniciado en 8 focos de manera intencional y simultanea, al igual como ha estado ocurriendo en otras áreas como Carahue, con la lamentable pérdida de siete vidas humanas de brigadistas que combatían los incendios. Pero también esta forma de atentar contra los recursos productivos, ha estado afectando a algunos agricultores de La Araucanía que son atacados en la oscuridad de la noche por violentistas que les queman galpones, sus casas, tractores y maquinaria.

Una vez más, algunos de los equivocados de siempre, escondidos y a mansalva, atacan con fuego asesino al esfuerzo privado, buscando generar terror y ahuyentar a quienes invierten, viven y trabajan en La Araucanía, dando empleo además, donde es más difícil, en lo rural. De esta catástrofe, hay que sacar lecciones que permitan enfrentar a futuro este tipo de brotes violentistas, que no representan ni siquiera el sentir de quienes dicen defender. Es deber de la sociedad toda ejercer su dominio, usando las distintas instituciones disponibles, de modo de poder anticipar estos eventos con inteligencia y poder también prevenirlos, más aun cuando a ojos vista existe una calendarización que se repite y que obedece a estrategias y coordinaciones previsibles, que buscan generalmente provocar el mayor impacto mediático. De otra forma, siempre se estará jugando el juego de los que con la violencia buscan alcanzar sus objetivos políticos.

Las culpas también son compartidas, donde el dejar hacer, la permisividad y las señales que van en sentido contrario a un estado de derecho, con reglas del juego conocidas y que se respetan, abundan en un Estado centralizado que por décadas no le ha otorgado la importancia ni los recursos que ameritan, complejas realidades que se presentan en regiones, como lo es el Sur y en especial la Frontera.

Somos un país forestal y nadie mejor que nosotros debiera saber controlar los fuegos, incluso si son provocados intencional y simultáneamente. La coordinación público privada, en seguridad y prevención, debería fluir y ser eficiente en poder implementar las medidas que permitan simular escenarios, anticipar medidas y medir su efectividad, para mejorar los procesos permanentemente. De modo que el costo de usar la violencia del fuego asesino, aprovechando las condiciones estivales de la naturaleza, sea cada vez más alto para aquellos que aspiran a seguir usando este tipo de herramientas.  EEUU destina al combate de incendios forestales del orden de 4 dólares/hectárea y en Chile sólo se destina 0,75 US$/ha.

Al igual que con los terremotos, los incendios forestales y los ataques derivados de eventuales conflictos, seguirán ocurriendo en el futuro, por lo tanto la sociedad debe prepararse y ser capaz de enfrentarlos de manera eficiente y minimizando los riesgos. El no hacerlo, significa que varios estarían dejando de hacer su pega.

La Prensa Austral de Punta Arenas
Austral de Temuco (08 ene 2012)