Y finalmente llegó
Y finalmente llegó
Desde hace 20 o 30 años que estábamos espirituados
esperando, para la zona centro-sur del país, un terremoto similar al del año
60, ya que la acumulación de energía del movimiento de placas tectónicas así lo
anticipa. Somos un país sísmico y no debemos olvidarlo nunca. Lo primero, es
lamentar las victimas y acudir rápidamente en ayuda de los damnificados, en eso
somos famosos hasta para llegar prestamente a Haiti a hacer la pega si se hace
necesario.
Sin embargo, de inmediato hay que sacar las lecciones del
caso que nos aseguren un mejor y más seguro vivir en todo nuestro territorio,
teniendo presente el que deberemos vivir para siempre con este riesgo
inminente, no hay otra.
Temuco esta más seguro, por su lecho de fundación sobre antiguos
depósitos fluviales que, al compararlo con ciudades como Concepción, que fue
fundada en muchos terrenos de relleno de antiguas lagunas, lo hace resistir
mejor el impacto de los terremotos.
Hay que olvidarse de ocupar el borde costero inmediato a lo
largo de todo Chile con ciudades, viviendas e infraestructura urbana de
importancia, siempre estará cada cierto período de años sometido a maremotos y
tsunamis. La falla comunicacional de las autoridades en la región del Biobio,
al descartar la ocurrencia de tsunamis, así lo demuestra, ni siquiera nuestras
principales instituciones tienen la capacidad de anticipación necesaria para
minimizar el impacto de las fuerzas de la naturaleza.
La ingeniería civil y, como un profesional de esta
responsablemente lo digo, le debe al país una explicación, no es posible que
edificios nuevos colapsen por problemas estructurales o por daños fundacionales
en la mecánica de suelos. Más aún existiendo edificios antiguos que han
soportado varios terremotos y de los cuales nos enorgullecemos y somos
reconocidos como país por su genial ingeniería estructural. Si la norma se
flexibilizó, la fiscalización es deficiente o esta se relajó porque alguna
autoridad técnica sectorial, normativa o municipal no hizo su pega, es
necesario esclarecerlo y establecer las responsabilidades respectivas. Chile
así lo exige.