Corfo Región
(Auatral Temuco 18 marzo 2003)
El caso Inverlink-Corfo colmó el vaso nacional, incluso algunos dicen que alcanzó hasta para llenar un jarrón. La fe pública recibió un tremendo embate provocado por una holding inescrupuloso que paso desapercibido en su oscura forma de construir su posición financiera, tanto para quienes deben supervisar las transacciones, como para los que hicieron negocios con ellos. No contentos con aquello, fueron capaces de atraer e incorporar a sus filas a destacados ex-servidores públicos, ademas de coludirse con un operador de Corfo y eludir todos sus controles, para finalmente hacerse de mas de cien millones de dólares en la pasada. Algo no anda bien en nuestra institucionalidad, es hora de enmendar rumbo y aprender la lección, más aun si esta ha sido tan cara y dolorosa, al afectar a una institución de prestigio como la Corfo.
Si se busca transformar el problema en oportunidad, es útil volver la vista al pasado y analizar el importantísimo rol que jugó la Corfo en nuestro país hace medio siglo, para el desarrollo de sus distintos territorios. Una forma de reflejarlo es analizando el crecimiento poblacional de Santiago y por ende su impacto sobre un desarrollo territorial equitativo.
Según las cifras de los censos de población, el mayor crecimiento de la Región Metropolitana de Chile se registró entre 1952 y 1960, cuando fue de 3,8% respecto de 1940-1952, en este último lapso fue de 2,8 por ciento. Coincidentemente ésta fue la época en que la Corfo impulsó la industrialización, la cual permitió desarrollar una serie de industrias y sectores productivos en distintas ciudades y localidades de Chile.
Esta más que demostrado que la descentralización contribuye a una mejor organización y a una toma de decisiones cercana a los requerimientos de los usuarios. Así como también es sabido que mayores grados de autonomía disminuyen la corrupción y el clientelismo. Por lo tanto, hoy se tiene una oportunidad histórica para convertir a la Corfo nuevamente en un gran instrumento para el desarrollo productivo y tecnológico de cada una de las regiones. Esto es, descentralizarla y transformarla en trece corporaciones de fomento regionales.