martes, marzo 11, 2003

Reality, Politica y Guerra

Nadie puede decir que en este último tiempo nos hemos aburrido o no hemos estado donde las papas queman, por ejemplo, con nuestro papel en el Consejo de Seguridad de la ONU o con las aventuras judiciales de Coimas-Desafueros, Gate, Inverlink y ahora Corfo. A lo anterior se le suman los devaneos programáticos de Canal 13, con el manipulado Reality y Los Prisioneros haciendo de las suyas en Viña, todo justificado en una apertura como apuesta a recuperar la esquiva venia comercial del Rey Ting, como lo bautizó Guillermo Blanco.

Si bien nadie puede estar de acuerdo con un guerra, tampoco nadie puede avalar a un tirano sanguinario que oprime a su pueblo con singular maestría. Pero si hay algo claro en materia de convivencia mundial y en especial en momentos de crisis, es la necesidad de privilegiar las estructuras basadas en la sociedad del consentimiento, como lo es la ONU. Frente a la imposición unipolar del reality de la guerra, es mejor optar por la efectividad de la intervención multilateral que asegura el respeto a las vidas humanas.

Los factores que titulan esta columna, bien manejados, todos rinden pleitesía al Rey Ting y se retroalimentan con su influjo, en especial la Política y el Reality. Lo cual, redunda en beneficios comerciales o de sintonía con la opinión pública. Sin embargo, en un país centralizado como Chile, para las regiones que no eligen a sus autoridades, el costo es demasiado alto. Al igual que en un reality, somos editados en Santiago, donde dificilmente impera la capacidad o la excelencia, sino mas bien el poder de la “carreta” que proteje a los “ñeclas” o la arrogancia del más exhibicionista. Donde algunos para acceder a los puestos de privilegio, requieren de elucubradas maquinaciones y/o sofisticadas piruetas comunicacionales.

Para los próximos desafíos electorales cualquier movida vale, ya se anuncian algunas intenciones concretas, como la de la alcadesa de Pelarco que aspira al mismo cargo viñamarino y se posiciona en la ciudad jardin. En Valdivia se anuncia para la carrera senatorial, el desembarco desde Washington del exministro de Hacienda Aninat, quien espera que lo apadrine el Conde, para asi correr seguro.