QSVT (Que Se Vayan Todos)
Las convulsiones político
empresariales por las que atraviesa el país, mas bien su capital y que
protagonizan su elite metropolitana, es un fiel reflejo o una muestra más de lo
que el centralismo y la acumulación de poder producen en un país tan concentrado
en todos sus aspectos, como lo es Chile.
Como lo hemos mencionado en
anteriores columnas, en nuestro país, está mal pelado el chancho, la
desigualdad que tanto sirve de bandera de lucha para las campañas, rápidamente
se desdibuja con las trizaduras de los tejados de vidrio de unos y otros. Al
toque de clarín, algunos se escudan y se aprovechan de las instituciones, así
ante los espolonazos de la Fiscalía, unos acuden al Servicio de Impuestos
Internos y otros al Tribunal Constitucional, dependiendo de cuantas fichas
tenga cada uno en cada repartición. Les da lo mismo la tan apreciada
independencia y autonomía de las instituciones, a la hora de buscar protegerse
frente a los errores involuntarios, las facturas falsas o el tráfico de
influencias descarado.
Hoy las cosas no son como antes,
la tortilla hace rato que se dio vuelta. Las comunidades vía redes sociales y
medios virtuales están súper atentas y presentes para denunciar y desenmascarar
al instante a los frescos de nalgas que buscan esconderse entre las polleras de
la precaria institucionalidad. Que cuando la crean, son puras loas a su
independencia, pero al primer apuro, ahí mismo la exigen y violentan como si
fuera un feudo propio.
Ya viene siendo hora de acudir a
la reserva político moral del país, aquella intocada y con cero protagonismo
hasta el momento y que además, se encuentra alejada del canibalismo centralista
del poder, gracias a que habita en las regiones. No en los partidos, sino en la
periferia sana que vibra con la patria profunda y las causas nobles, alejada de
los cambulloneos y abusos de la clase política.
Hay que oxigenar, desconcentrar y
democratizar la política y la economía, es hora de mirar hacia las regiones y
su gente, quienes deben asumir el protagonismo que el país necesita en esta
hora tan ingrata, no hacerlo significaría restarse del desafío mayor de nuestra
historia republicana.
La política con mayúscula
pareciera estar QEPD y algunos cada vez mas numerosos esgrimen y reclaman el
QSVT (Que Se Vayan Todos). Una oportunidad, que bien podría prestarse para
iniciar un proceso descentralizado a concho, que nos permita generar una nueva
Constitución que limpie, democratice y modernice nuestra anquilosada y
centralista institucionalidad.
Aquí no se trata de rebarajar el
naipe, para nada, se debe cambiar el juego y por supuesto a los jugadores, al
elenco completo. Han quedado crudamente al desnudo las artimañas, trampas y
contubernios, entre la política y empresa. La gente no aceptará otra solución,
es la gran oportunidad de hacer aseo profundo y proyectar la nación convocando
a una cruzada nacional que nazca desde los territorios, desde las regiones. En
resumen, hacer la pega que nunca se ha realizado, que quedo trunca sin las
asambleas provinciales de la constitución de 1925 y donde aun, nuestra clase
política busca postergar la elección de los Intendentes Regionales.
El Centro de Talca
La Prensa Austral de Punta Arenas (20 mar 2015)
Austral de Temuco (22 mar 2015)
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