Cores elegidos
Cores elegidos
Ayer se votó en la Cámara de Diputados la reforma constitucional que permitirá la elección de los consejeros regionales, ganándose su aprobación por 73 votos contra 16, la estrecha diferencia de solo un voto se debe al alto quórum que exigía (3/5 = 72 votos). En el proceso llamó mucho la atención que la UDI se opusiera a esta anhelada aspiración de las regiones. No se consiguió el apoyo para la indicación que permitía elegir a un presidente entre los cores elegidos, es de esperar que en el Senado esta se pueda reponer. Aquí resulta clave el nuevo impulso que le quiere dar a la regionalización el nuevo Ministro del Interior Edmundo Perez Yoma, quien quiere visitar las regiones y ya ha ordenado que se debe tomar decisiones y apurar la gestión.
Si se analiza lo que ha estado sucediendo en paralelo en EEUU con las primarias o Caucus, donde los distintos candidatos de los dos partidos norteamericanos recorren los distintos estados y sus condados, dando a conocer sus ideas y programa, da una sana envidia. Ahí es posible ver como una candidatura marginal inicialmente, como la de Barak Obama, tiene la gran oportunidad, pese a las diferencias en recursos, de plantarse de igual a igual con la poderosa Hillary Clinton, que cuenta con la experiencia de su marido y la colaboración del establishment demócrata. Eso es democracia y en este sentido, el sistema electoral del país del norte, tan mirado a huevo a veces, con sus primarias nos dan cancha, tiro y lado. Tal como lo expresa Vargas Llosa, las revoluciones en Estados Unidos “se hacen en las urnas y no con bombas ni balas, sino con votos y palabras”. De nuestra cosecha agregamos se hacen con primarias super descentralizadas, transparentes, sin cambulloneos ni candidatos designados a dedo, como se acostumbra hacer política en Chile.
Los males de la democracia se curan con más democracia. En este sentido los problemas y carencias de las regiones se solucionan con democracia regional. Intendentes regionales elegidos, empoderados con recursos de importancia dando respuesta directa y oportuna a los requerimientos de sus comunidades. Con regiones así, lo más seguro es que no habríamos tenido que lamentar muertes, violencia innecesaria ni destrozos, de quienes han querido llamar la atención sobre la postergación que vive el pueblo mapuche.
Ayer se votó en la Cámara de Diputados la reforma constitucional que permitirá la elección de los consejeros regionales, ganándose su aprobación por 73 votos contra 16, la estrecha diferencia de solo un voto se debe al alto quórum que exigía (3/5 = 72 votos). En el proceso llamó mucho la atención que la UDI se opusiera a esta anhelada aspiración de las regiones. No se consiguió el apoyo para la indicación que permitía elegir a un presidente entre los cores elegidos, es de esperar que en el Senado esta se pueda reponer. Aquí resulta clave el nuevo impulso que le quiere dar a la regionalización el nuevo Ministro del Interior Edmundo Perez Yoma, quien quiere visitar las regiones y ya ha ordenado que se debe tomar decisiones y apurar la gestión.
Si se analiza lo que ha estado sucediendo en paralelo en EEUU con las primarias o Caucus, donde los distintos candidatos de los dos partidos norteamericanos recorren los distintos estados y sus condados, dando a conocer sus ideas y programa, da una sana envidia. Ahí es posible ver como una candidatura marginal inicialmente, como la de Barak Obama, tiene la gran oportunidad, pese a las diferencias en recursos, de plantarse de igual a igual con la poderosa Hillary Clinton, que cuenta con la experiencia de su marido y la colaboración del establishment demócrata. Eso es democracia y en este sentido, el sistema electoral del país del norte, tan mirado a huevo a veces, con sus primarias nos dan cancha, tiro y lado. Tal como lo expresa Vargas Llosa, las revoluciones en Estados Unidos “se hacen en las urnas y no con bombas ni balas, sino con votos y palabras”. De nuestra cosecha agregamos se hacen con primarias super descentralizadas, transparentes, sin cambulloneos ni candidatos designados a dedo, como se acostumbra hacer política en Chile.
Los males de la democracia se curan con más democracia. En este sentido los problemas y carencias de las regiones se solucionan con democracia regional. Intendentes regionales elegidos, empoderados con recursos de importancia dando respuesta directa y oportuna a los requerimientos de sus comunidades. Con regiones así, lo más seguro es que no habríamos tenido que lamentar muertes, violencia innecesaria ni destrozos, de quienes han querido llamar la atención sobre la postergación que vive el pueblo mapuche.
Diego Benavente
Diario El Sur de Concepción