Vamos p’atrás
Al igual como en anteriores elecciones parlamentarias e incluso de una manera mas descarada, se ha podido apreciar en las regiones de numeración par, como las visitan para posicionarse, figuras de “relevancia nacional” que aspiran a convertirse en candidatos afuerinos a senador.
Nada importa la descentralización, el requisito de residencia o el propósito del constituyente de dar una efectiva participación a las regiones, en las decisiones, no solo de un punto de vista demográfico sino también desde el ámbito territorial.
Así en la vecina región de Los Lagos, por la circunscripción norte al aguaite esta Allamand (RN) para hacer collera de afuerinos con Frei (DC), lo cual dicen, le asegura cobertura nacional. Un poco más al sur, casi como el jurel tipo salmon, se anuncia al todavia diputado carbonifero Escalona como el gran senador chilote.
Tanto al DC Zarko Luksic como a la PS Isabel Allende les ha salido dura la aspiración senatorial en Magallanes producto del vivo regionalismo, lo cual ha hecho a esta última evaluar el poder migrar a un clima más seco donde podría acompañar al DC Pizarro por la región de Coquimbo. Al apetecido ruedo magallanico han salido desde el hijo del presidente hasta el designado Martinez Busch.
Todas estas maniobras políticas, no hacen mas que ratificar las palabras del ex intendente del Bío Bío Martin Zilic (DC) a principio de año, cuando advertía sobre el peligro de “globalizar la política exportando a regiones a políticos que no tienen pega en Santiago”.
Como lo expresa Armando Uribe, el premio nacional de literatura, “un país, que dice desear la existencia de una democracia representativa no puede en su vida pública reducirse a la oligarquía dominante (no más de 200 a 300 personas). Un país sin la verdadera participación del pueblo, que es el que detenta la soberanía.” Una oligarquía que se apropia de los cargos públicos y la representación de los territorios, como si estos fueran derechos adquiridos de sus feudos familiares o partidarios.