Descentralización, ¿saldrá humo blanco?

Por quinto año consecutivo en las distintas regiones se conmemoró el Día de las Regiones, el cual originalmente se acordó hacerlo el último martes de marzo, que ese primer año coincidió con el 31 de marzo, fecha que posteriormente se fue repitiendo independiente del día de la semana que cayera. Este año por ser el 31 domingo de semana santa en varias regiones se realizaron distintas actividades conmemorativas. Un año que puede resultar decisivo para la descentralización del país, por los desafíos electorales que se experimentarán. En este sentido, tanto en el sur como en el norte, diversas organizaciones ciudadanas y actores regionales, han realizado llamados a la ciudadanía para continuar trabajando por la descentralización, e involucrar con fuerza a todos los actores de la sociedad civil, a las autoridades, a los jóvenes, para promover una cultura de participación ciudadana que desemboque en una mejor calidad de vida a lo largo de todo Chile.

Como lo expresaba hace poco en una columna Andrés Gillmore, secretario de la Corporación Costa Carrera- Cuenca del Baker-Aysén, “la descentralización es la única manera de lograr desarrollo”, agregando mas adelante que ahora es, “el momento de poner en práctica la descentralización en la toma de decisiones… ya que al permitir un regionalismo verdadero es la única manera de lograr una proyección adecuada y realista, que permita un Chile para todos y no solo para algunos como ha venido ocurriendo en los últimos 20 años”.

Este año es relevante en términos de decisiones y la elección presidencial, según Gillmore, marcara el debate de la regionalización, crucemos los dedos para que así sea.  En distintas ciudades del país se ha tomado conciencia de la importancia de este tema para el desarrollo nacional. Tal es así que en la ciudad de Calama el 2 de abril, bajo el liderazgo de su alcalde Esteban Velásquez, se llevó a cabo un Encuentro de Alcaldes del Norte Grande, bajo el lema “Es tiempo de Regiones”, así con mayúscula, al igual como han sido elegidos y apoyados varios de ellos bajo el mandato de importantes movimientos ciudadanos independientes de los partidos. Una tendencia en la cual el norte está marcando y señalando un rumbo, que ya se insinúa en el resto del país. Si los partidos se dejan estar, serán los movimientos regionalistas y sociales los que sacarán la cara por las regiones. Esa es la apuesta de los territorios, ya basta de dejarse avasallar por las cúpulas centrales de todo orden, es hora de asumir los desafíos políticos que generalmente han estado reservados para los candidatos afuerinos.

El regionalismo ha contribuido a encauzar, en distintas ciudades del país, una corriente ciudadana diversa y tolerante en torno a la causa de las regiones. Y para este año, es clave la elección directa de los Cores en las elecciones de noviembre, donde es necesario asegurar que todos los candidatos puedan ser de la propia región a la que se postulan, como un mínimo ejemplo de pertenencia y coherencia por las ideas y ciudadanía que buscan representar.

Se necesita avanzar, como lo expresa Gillmore, “hacia un verdadero plan estratégico de desarrollo, que permita una descentralización más adecuada”. Hasta la fecha los líderes nacionales “han dicho una cosa y han practicado otra en el tema de lograr una regionalización efectiva y consecuente, eso debe cambiar”. Una forma de asegurar el que esta vez sea distinto, es que se unan las regiones en un solo movimiento para construir un Chile De Todos.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (30 mar 2013)