sábado, febrero 23, 2013

Grandes consensos

Para algunos, los últimos hechos acaecidos en el mundo durante el último tiempo, bien podrían calificar como decía don Venancio, un anuncio de “acabo de mundo”, en Rusia caen meteoritos después de mil años, renuncia el Papa después de ochocientos años y el planeta se calienta a pasos agigantados. Ya que estamos en esta, bien se podría aprovechar la ocasión para avanzar en construir o concordar algunos de los grandes consensos, que como país deberíamos hace rato haber logrado.

Por ejemplo, mucho se ha hablado sobre que hacer con los ex presidentes o como aprovecharlos mejor, para algunos es como si fueran un jarrón chino, porque si bien son valiosos, nadie sabe donde ponerlos. Otra cosa sería, si cada uno de ellos al momento de abandonar el cargo o un tiempo después, pudiera elegir alguno de los grandes temas trascendentes de Chile y  generar una fundación, con recursos del Estado, que permita avanzar colaborando transversalmente en el tema, lo cual conseguiría facilitar, incluso el trabajo parlamentario posterior en la generación de políticas públicas. Así, en lugar de tenerlos a la expectativa de que se puede o no reelegir después de pasados 4 años, mejor tenerlos aportando sistemáticamente al país con su experiencia y contactos, por supuesto se hace necesario legislar, para que no se puedan reelegir nunca, de manera similar como ocurre en EEUU. Esto lo expresa Héctor Soto, "tal vez, sería el momento de repensar, el estatus de los ex presidentes, impidiendo para siempre toda reelección...como resguardo higiénico ...también bastante mas sano."

Otro importante ejemplo, sería el trabajar entre todos transversalmente un consenso básico, cual es el poder tener un único logo de gobierno. El cual todos respeten y de esta forma, no estaremos cambiando de imagen corporativa cada cuatro años, con cada nuevo gobierno, con lo costoso que es y con lo que cuesta posicionar marcas de prestigio en el imaginario colectivo. Nuestro Estado y Gobierno, independiente de quien gobierne deben ser siempre de prestigio y esto se debe representar en el logo principal del país. No hacerlo significa hacerse trampas en el solitario o trabajar para el enemigo, a lo mas se le podría agregar el periodo de años correspondiente al gobierno de turno para permitir la diferenciación respectiva.

Como un país sísmico, de interminable costa, con la presencia de múltiples volcanes y fallas geológicas, nos damos el lujo de no tener procedimientos base para el accionar de las autoridades, ni menos en la formación de nuestros recursos humanos. Ni en el curriculo de la educación básica, donde debiera ser materia obligatoria, la preparación para entender y enfrentar las diversas catástrofes naturales que sistemáticamente ha experimentado y experimentará Chile a lo largo de su historia pasada y futura. El poder saber reaccionar ante un terremoto o un eventual tsunami, si se vive en la costa, etc. son temas que todos debieran conocer al dedillo y ser capaces de transmitirlas familiar y educacionalmente en todo momento. Este es un desafío a enfrentar por las autoridades educacionales, no hacerlo sería una irresponsabilidad de marca mayor, más aun considerando que se estaría faltando el respeto a todas aquellas victimas y sus familiares, del último terremoto y tsunami que asoló la zona centro sur de Chile hace un par de años.

Entre todos y transversalmente, es posible construir un país mejor, organizándonos de una manera más eficiente. Estos simples consensos, aquí enunciados, son la primera piedra, ya que además, no presentan mayores conflictos entre los actores políticos.


El Libertador de Rancagua 
El Centro de Talca (15 mar 2013)
Austral de Temuco (17 mar 2013)