domingo, enero 06, 2013

Patriagonia

No se si alguien lo invento o ya se uso el termino que encabeza esta columna, pero de que existe y se siente es una verdad del porte de un ventisquero, de los mismos que abundan en la Patagonia chilena, esa tierra al sur del mundo donde los que allí viven, si que hacen patria a diario y en cada momento de sus vidas. Al regresar recientemente desde la carretera Austral, pude constatar lo alejados que están del mundanal ruido y de las facilidades de las grandes urbes del territorio nacional, pero con una paz, sabiduría y calma que les da la inmensidad y majestuosidad del paisaje. En distintos lugares, uno se encuentra con colonos potentes emprendiendo en lugares preciosos, pero muy lejos de la mano y apoyo que debieran tener, dado el valioso trabajo y soberanía territorial que ellos le aportan como servicio a Chile.

Pero la cosa es así, somos un país centralista que se dará el lujo de haber invertido al 2014 del orden de 11.000 millones de dólares en el Metro y el Transantiago, sin embargo para ir de Hornopiren a Caleta Gonzalo, al día hay apenas dos barcazas en temporada alta, que con suerte pueden llevar, en una travesía de 5 horas, a 30 o 40 vehículos en cada sentido, sino la alternativa es irse por Argentina y entrar por alguno de los pasos mas al sur, como lo es por ejemplo, el que existe entre Esquel, Argentina y Futaleufú, Chile. Así no se puede hacer turismo en serio, se hace necesario que el país aquilate lo que significa este gran potencial y le preste la debida atención que requiere.

Que ganas de tener líderes como los de antaño, que se hacían cargo de los sueños de país construyendo y administrando por ejemplo, un ferrocarril que conectaba y daba servicio uniendo desde la capital, a todo el sur hasta Puerto Montt, con sus respectivos ramales que no dejaban de lado ni la cordillera ni la costa. Hoy por el contrario las preocupaciones son mas electorales y buscan atender a las grandes poblaciones y se deja de lado a los territorios mas extremos. No hay quien sustente y defienda una visión que proyecte al país desarrollándolo integralmente en todo su territorio, ese verbo hace ya rato que dejo de conjugarse en nuestra elite política y social. No marca puntos de rating ni aporta marketing electoral al que lo sustente.

El gringo Mitch, avecindado en Chile ya hace varios años, con su acogedor restaurante Martín Pescador en Futaleufú, doña Elsita en Puelo sirviendo unos almuerzos pantagruélicos y muy baratos, sumados a Alan Vásquez y su esposa Constanza, en la Junta con su grato hospedaje a orilla de la carretera denominado Espacio y Tiempo, son algunos ejemplos de como se hace Patria en la Patagonia, la Patriagonia.

Por el contrario, si se pudiera soñar un poco, sería encachado imaginar toda nuestra Patagonia unida por tierra completamente, llegando hasta Punta Arenas y sino, al menos con algunos transbordos cortos, frecuentes y expeditos, que aseguren un flujo vehicular continuo de turistas que puedan disfrutar de esta maravillosa geografía que  aunque llueva, sigue siendo muy atractiva.

Es de sana justicia descentralizadora el poder aspirar a que algún día, mas temprano que tarde, nuestro sur profundo pueda estar conectado por tierra a Chile, como le llaman irónicamente los magallánicos al país de mas al norte. La mirada y visión de nuestros líderes debe ser capaz de vislumbrar la proyección de desarrollo socioeconómico estratégico que significa habilitar a este territorio, hoy desconectado del resto del país. No podemos seguir viéndonos como país, únicamente la nariz metropolitana, acumulando y concentrando todos los recursos en la gran mole de cemento.

El Libertador de Rancagua
Austral de Temuco (20 ene 2013)