viernes, julio 13, 2012

Cortemos el leseo

El cuento de nunca acabar, marcha estudiantil por la Alameda, gentil y gartuitamente facilitada por la intendenta a los chiquillos idealistas, pero que en el combo le llevan incluido la mayoría de las veces los encapuchados de siempre. Resultado del partido, kioscos destruidos, varios carabineros heridos, semáforos destrozados, vitrinas quebradas, uno que otro negocio saqueado y ningún responsable de los destrozos detenido, no la sacan ni por curados.

Ya  viene siendo hora de que alguna autoridad ponga las peras a cuatro y tome el toro por las astas, alguien debe asumir su responsabilidad de una vez por todas, si no hay permiso para marchas al menos saldrán sólo los malandras y será mas fácil identificarlos y, por ende atraparlos. Hoy parece un colador giratorio, la minoría de los encapuchados domina la agenda y más encima, los supuestos cuerdos le hacen el juego “convocando con enojo”.

En ocasiones anteriores, hemos propuesto pedir a los manifestantes una boleta de garantía que, al menos cubra los daños de la ultima marcha, que como responsables de la manifestación asuman este costo. Y si no, que la asuman aquellos personajes que los avalan. Mientras nadie se ponga con esta mínima garantía no debiera haber permiso, a lo más facilitarles el Parque O'higgins. Como los que pagan la cuenta son todos los chilenos, incluidos los de regiones, por la vía de sus impuestos, las autoridades capitalinas de cualquier signo siguen dando permisos irresponsablemente, total pagamos todos y disfrutan del vandalismo solo unos pocos. Métale peñascazos y eche abajo cuanto semáforo se cruce en el trayecto de la marcha, esa es la arenga, como si ese equipamiento no nos costara y caro, además permite salvar valiosas vidas.

Mirando el mediano y largo plazo, se hace necesario iniciar un cambio profundo, incorporando educación cívica que enseñe a valorar el equipamiento público y el vivir en sociedad, sin violentar o pasar por encima de los derechos del vecino, que si respeta todas las reglas y paga sus impuestos y los daños cuando el Estado se lo requiere.

Por mucho menos se empezó a perder el respeto a la democracia en tiempos de Frei Montalva, con violencia verbal y luego callejera, con autoridades y líderes políticos que renuncian, unos a ejercer el poder de sancionarla e impedirla actuando preventivamente y otros, por no deslegitimarla social y públicamente. Ya sabemos donde nos conduce ese camino, a nada bueno.


Quien le pone el cascabel al gato. Nuestra sociedad parece estar madura para abordar estos temas críticos que nos han atormentado por décadas en nuestra historia política. La tipificación como delito del ocultar el rostro cuando se participa en manifestaciones, parece ser una buena solución, esto permitió a Alemania acabar con el terrorismo urbano. Y porque no pensar en pareos responsables para abordar temas país, que les permitan a nuestros parlamentarios usar esta herramienta o comodín, para superar las barreras ideológicas que la mayoría de las veces entrampan las soluciones pragmáticas. Cortemos el leseo y de frentón pongámosnos las pilas y evolucionemos como una sociedad donde los buenos se impongan y lleven la voz cantante. No como ahora, en que pareciera que son los malos los taquilleros y los que la llevan.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (07 jul 2012)
Austral de Temuco (08 jul 2012)