Cortemos el leseo
El cuento de nunca acabar, marcha estudiantil por la Alameda,
gentil y gartuitamente facilitada por la intendenta a los chiquillos
idealistas, pero que en el combo le llevan incluido la mayoría de las veces los
encapuchados de siempre. Resultado del partido, kioscos destruidos, varios
carabineros heridos, semáforos destrozados, vitrinas quebradas, uno que otro
negocio saqueado y ningún responsable de los destrozos detenido, no la sacan ni
por curados.
Ya viene siendo hora de que
alguna autoridad ponga las peras a cuatro y tome el toro por las astas, alguien
debe asumir su responsabilidad de una vez por todas, si no hay permiso para
marchas al menos saldrán sólo los malandras y será mas fácil identificarlos y,
por ende atraparlos. Hoy parece un colador giratorio, la minoría de los
encapuchados domina la agenda y más encima, los supuestos cuerdos le hacen el
juego “convocando con enojo”.
En ocasiones anteriores, hemos propuesto pedir a los manifestantes
una boleta de garantía que, al menos cubra los daños de la ultima marcha, que
como responsables de la manifestación asuman este costo. Y si no, que la asuman
aquellos personajes que los avalan. Mientras nadie se ponga con esta mínima
garantía no debiera haber permiso, a lo más facilitarles el Parque O'higgins.
Como los que pagan la cuenta son todos los chilenos, incluidos los de regiones,
por la vía de sus impuestos, las autoridades capitalinas de cualquier signo
siguen dando permisos irresponsablemente, total pagamos todos y disfrutan del vandalismo
solo unos pocos. Métale peñascazos y eche abajo cuanto semáforo se cruce en el
trayecto de la marcha, esa es la arenga, como si ese equipamiento no nos
costara y caro, además permite salvar valiosas vidas.
Mirando el mediano y largo plazo, se hace necesario iniciar un
cambio profundo, incorporando educación cívica que enseñe a valorar el
equipamiento público y el vivir en sociedad, sin violentar o pasar por encima
de los derechos del vecino, que si respeta todas las reglas y paga sus
impuestos y los daños cuando el Estado se lo requiere.
Por mucho menos se empezó a perder el respeto a la democracia en
tiempos de Frei Montalva, con violencia verbal y luego callejera, con
autoridades y líderes políticos que renuncian, unos a ejercer el poder de sancionarla
e impedirla actuando preventivamente y otros, por no deslegitimarla social y
públicamente. Ya sabemos donde nos conduce ese camino, a nada bueno.
Quien le pone el cascabel al gato. Nuestra sociedad parece estar
madura para abordar estos temas críticos que nos han atormentado por décadas en
nuestra historia política. La tipificación como delito del ocultar el rostro
cuando se participa en manifestaciones, parece ser una buena solución, esto
permitió a Alemania acabar con el terrorismo urbano. Y porque no pensar en
pareos responsables para abordar temas país, que les permitan a nuestros
parlamentarios usar esta herramienta o comodín, para superar las barreras
ideológicas que la mayoría de las veces entrampan las soluciones pragmáticas.
Cortemos el leseo y de frentón pongámosnos las pilas y evolucionemos como una
sociedad donde los buenos se impongan y lleven la voz cantante. No como ahora,
en que pareciera que son los malos los taquilleros y los que la llevan.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (07 jul 2012)
Austral de Temuco (08 jul 2012)
El Centro de Talca (07 jul 2012)
Austral de Temuco (08 jul 2012)
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