Institucionalidad reguleque

Continuando con el 27F, la gran comedia de equivocaciones que se vivió en esas primeras horas, dejaron con la boca abierta a medio mundo. Un SHOA de baquelita con bitácoras escritas a mano, que se pasan en limpio, pero con algunos cambios y de las cuales, se pierden hojas originales. Esto se parece mas a un consejo de curso, que a un organismo técnico de la relevancia que amerita su rol.

Por otra parte, la presidenta durante largas horas no pudo disponer de un helicóptero, estamos hablando de las FFAA de Chile, con ese estándar perdemos cualquier guerra. Se echó de menos los días siguientes la renuncia de al menos, alguno de los mandos superiores de las instituciones involucradas.

El Instituto Sismológico de la U. De Chile, que recibió la tarea el 2007 para implementar una moderna red sismográfica, no prosperó porque la burocracia público-académica hizo que su implementación se dilatara hasta el infinito. Y como su horario de trabajo, según el ex Subsecretario Rosende, "es de lunes a viernes en horario de oficina", habrá que cruzar los dedos para que los futuros terremotos ocurran en ese horario.

Lo que no es aceptable es que funcionarios y entidades publicas especializadas, no tengan claro lo que deben hacer en estas situaciones criticas, la inexistencia de protocolos estrictos y el uso de un lenguaje técnico acotado para las comunicaciones, quedaron como una triste evidencia. Todo lo cual, es elemental para impedir que puedan ocurrir estos vacíos de indecisión atroces, como los que se apreció esa madrugada.  Donde daba pena ver a las distintas autoridades pasar de largo o dar palos de ciego durante los primeros momentos, los mas críticos y claves para poder enfrentar un terremoto. No se puede mas que coincidir con Pablo Longueira cuando expresó  a un matutino nacional, "el país observó el día del terremoto y del tsunami un espectáculo lamentable del Estado y del gobierno chilenos, adicionalmente con la Presidenta de Chile, en una situación que nos da vergüenza a todos."

El país y las regiones se han ido acostumbrando, a esta institucionalidad centralista reguleque, donde los gobiernos entienden poco y generalmente actúan a destiempo, siempre llegando tarde a los problemas. Haciendo cuesta arriba el solucionar los conflictos, por ejemplo como el de Magallanes y de Aysén, ya sea por desconocimiento o desvinculación que se tiene con las realidades locales. Después de varias patinadas y de llegar tarde, se busca poner las peras a cuatro cuando ya prácticamente se ha vendido a chaucha la carretada completa. Aysén y su gente, desnudaron una vez mas la precaria institucionalidad, pero el recado de la sociedad patagona, es muy claro, con las regiones no se juega.

La falta de capacidad de anticipación, de poder leer bien los fenómenos sociales, de entender a las comunidades regionales y de tener buenas antenas, es transversal a nuestra clase política. Como lo describe Fernando Villegas, son “taras nacidas de la escasa habilidad del gobierno central para entender lo que sucede en la provincia”.

Debilidades parecidas también afectan a otros estamentos, como lo es la economía nacional y sus actores principales, si se analiza lo expresado por el inversionista de riesgo israelí, Arnon Kohavi, quien acaba de hacer un toque y despegue en el país. Cuando llegó,  maravillado decía que aquí en Chile surgiría el próximo Facebook, le bastaron sólo seis meses y se marcho diciendo, "la sociedad chilena es menos dinámica que Asia o EEUU; un puñado de familias monopólicas lo controlan, …y no les importa nadie”. Este es nuestro Chile querido.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (14 abr 2012)
Austral de Temuco (11 mar 2012)