Comuna de Lican Ray

En un verano de hace cuarenta años aproximadamente, con un grupo de primos y amigos, tuvimos la oportunidad de estar por primera vez en Lican Ray, llegamos mochileando y nos quedamos acampando en el patio de una casa. En esa misma oportunidad, en una fogata con guitarreo de amanecida, compartimos con Fernando Alarcón y, otro mas de los famosos integrantes del Jappening con Ja, sin lugar a dudas, unos verdaderos maestros del humor. En esa época, si mal no recuerdo, apenas habían salido con un espacio denominado “A escape libre”, los chistes esa noche iban y venían. Eran otros tiempos, hoy el chiste como evento social está cada vez más en retirada, la Internet lo ha aguachentado y le ha quitado algo súper importante, el factor sorpresa.

Lo que no es un chiste, es que Lican Ray en general, está prácticamente igual que en esos años 70, es simpático porque los recuerdos se agolpan al visualizar los mismos paisajes de antaño a orillas del hermoso lago Calafquen. Pero hay otras cosas donde no es tan grato, aun permanecen las calles y sus calzadas sin conformar, las soleras y zarpas brillan por su ausencia, ni hablar de pavimentación de calles y veredas. El comercio, se esparce en las calles principales sin ton ni son y los estacionamientos se dan en cualquier lugar, como no están conformadas las calles, da lo mismo, no hay ningún orden mínimo. Si bien es una pequeña urbe fundada solo en 1942, cuyas viviendas corresponden, en gran medida a casas de veraneo, al ser una localidad estival, que cada año multiplica varias veces su población durante el verano, bien merece una mayor preocupación.

Al no ser comuna y depender de Villarrica, cuya cabecera comunal ha tenido un desarrollo importante, ha sido dejada de lado, no recibiendo la atención que requiere cualquier asentamiento humano como lo es “Flor de Roca”, o Lican Ray en mapudungun. Mas aun si se considera que es el tercer o segundo destino de mayor afluencia de visitantes turístico-veraniegos de nuestra región y más encima con una clara identidad y presencia mapuche asociada.

También me tocó recorrer el sinuoso y estrecho camino de Lican Ray a Panguipulli, si bien esta asfaltado, su diseño es peligroso y se le agregan múltiples salidas de Camping y condominios inmobiliarios de segunda vivienda. La densidad y velocidad de los todoterreno de los veraneantes cruzándose en uno y otro sentido, con otros vehículos apareciendo sin aviso, de salidas en medio de curvas, de seguro provocarán más de un accidente luego. Esta peligrosa vía, no tiene nada que ver, por ejemplo, con el camino entre Panguipulli y Choshuenco, cuya pavimentación con nuevo diseño, fue entregada hace no mucho. Da gusto circular con seguridad y poder apreciar el paisaje orillando el lago Panguipulli, disponiéndose incluso de miradores con estacionamiento especial para los autos.

Lo mas probable, es que si Lican Ray fuera comuna, ya hace tiempo habría solucionado muchas de estas falencias que aquí he enumerado. Con sus calles con calzadas conformadas, con sus veredas pavimentadas y zarpas con soleras delineando el trazado, probablemente ya habría sido beneficiada con la pavimentación de varias de sus calles. El comercio estaría ordenado y embelleciéndose, dejando muy atrás su apodo de Pican Ray. Nadie sabe solucionar mejor sus problemas que uno mismo, pero para poder hacerlo necesita tener las herramientas e institucionalidad que se requiere para esto. Desde ya me inscribo y me sumo a quienes luchan desde hace tiempo por convertir a Lican Ray en comuna, hecha y derecha, con todas las de la ley.