Presidenciables

El país cada vez más, entra anticipadamente en los ciclos electorales presidenciales y el que seamos un país tan presidencialista y centralizado, hace además que, el foco y atención pública se centre fundamentalmente, en aquellos presidenciables que desempeñan cargos ministeriales. La oposición por su parte pasa piola y los desencuentros, así como las rencillas del día a día, pasan a ser la tónica. Los conglomerados en este juego, pueden demorar años en recomponer su animus societatis, como se pudo comprobar con la actual coalición gobernante, que solo pudo acceder al poder después de largos cuatro períodos de la Concertación. Quien gobierna en Chile, salvo que lo haga muy mal o cometa muchos desatinos, tiene gran parte de la manija.

Esto explica en gran medida, el que la candidata de la oposición actual, para muchos, es y debe ser Bachelet, a la cual sus adláteres buscan cuidar como hueso santo. Su estrategia, mientras más se pueda, es mantenerla alejada del enfrentamiento político si o si. En cambio a la Alianza le conviene sobremanera adelantar su decisión ya que en el mejor de los escenarios, si la confrontación se endurece y causa daños, podría incluso lograr que ella se desistiera. Esto sumado a la crisis y al desconcierto imperante en la Concertación, provocarán mas de algún descalabro en las fuerzas opositoras. Dado que Chile es un país políticamente conservador, que valora por sobretodo la estabilidad, la tendencia pareciera inclinarse por el viejo lema, mas vale un diablo conocido, que uno por conocer.

El juego que está haciendo la oposición, alargando y estirando la indecisión de Bachelet, hace que a medida que corre el tiempo el descalabro pueda ser cada vez mayor. Tanto por la ausencia de candidatos de peso equivalente en la Concertación, como por el desorden en las huestes, todo lo cual disminuye notablemente sus posibilidades de poder competir de igual a igual.

El análisis anterior también es útil para la coalición gobernante, ya que sin lugar a duda, la estrategia de abordaje de la elección presidencial no será la misma, si se tendrá al frente a Bachelet o una parrilla de candidatos muy diversos, sobretodo pensando en los 5,2 millones de nuevos votantes jóvenes. Donde amerita sopesar muy bien la alternativa de utilizar o no las primarias o definitivamente usar la primera vuelta como tal.

Por su parte, a Piñera se le hará cada vez mas difícil mantener a los presidenciables en el gabinete, solo basta recordar lo que le ocurrió a la Concertación en la presidencial del 2005. Ya en septiembre del año anterior, es decir el 2004, Lagos sacó del gabinete a Soledad Alvear y a Michelle Bachelet, porque las críticas de la oposición de aquel entonces le complicaban su tarea de gobernar y además Lavín, como candidato único en aquel entonces de la centro derecha, galopaba solo. Recién en abril del año siguiente, es decir, mas de cinco meses después, estas candidatas se enfrentarían en su primer debate televisivo. El resto ya es historia conocida.

La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (26 may 2012)
Austral de Temuco (13 may 2012)