Un pena y un cariño
Esta semana santa tal como reza
la canción, nos golpea por un lado, una dolorosa pena y por otro, después de
muchos años nos llega de improviso un cariño en lo político, el que nos reaviva
la confianza en un futuro de mayor compromiso con las regiones.
Cuando un carabinero fallece en
un acto de servicio como lo hizo el sargento Hugo Albornoz, es como si nos
desgarraran un pedazo de nosotros, quedamos malheridos y más débiles todos. Es
como si nos apretujaran el alma con una prensa invisible que nos tortura en lo
más intimo. En estos tristes episodios, lo
primero es solidarizar con su familia y con todos sus compañeros de
institución, pero de inmediato es necesario reforzar nuestra confianza en nuestro
cuerpo de policía, generando el ambiente y condiciones de entorno, que les
permitan desarrollar su noble labor de cuidar por la seguridad pública en el
territorio. Es esencial que se les pueda dotar permanentemente en el tiempo, de
las decisiones, información, inteligencia investigativa, recursos y
equipamiento, además de una coordinación estrecha entre todos los actores
institucionales con que el Estado aborda situaciones de seguridad interior. No
basta con un fiscal especial para las causas de impacto público, se hace
necesario estructurar equipos especializados que permanezcan en el tiempo. En
ningún país democrático y serio del mundo, se acepta la existencia de ghettos
de impunidad donde el matón del barrio, amedrentando a la gente por la
violencia, hace de las suyas y además golpea arteramente a la autoridad cuando
se le da la gana.
Somos o no somos, titulábamos
hace un año este espacio de reflexión, haciendo ver la importancia, justo en la
fecha del Día de las Regiones, sobre la necesidad de poder apurar el tranco en
el tramite de aprobación de la ley que permitiera elegir directa y popularmente
a los consejeros regionales. Después de mas de 12 años, compromisos
parlamentarios suscritos reiteradamente ante el Conarede para las distintas
campañas, podemos divisar una luz al final del túnel. Por 11 votos contra cero,
unanimidad total de los diputados presentes en la Comisión de Gobierno
Interior, se aprobó en general la ley que permitirá elegirlos. Se viene una
serie de tramites legislativos típicos de la operatoria parlamentaria, antes de
cantar victoria, pero es un primer peldaño. Ahora se hace necesario estar
encima de nuestros representantes para que no se olviden de hacer su tarea
rápido. Ayudaría mucho que el gobierno, dada la unanimidad de la votación,
desde la UDI hasta el PS, le pueda poner discusión inmediata al proyecto. De
esa forma podríamos aspirar a que esta sea tramitada con la celeridad que se
requiere, para que podamos elegir a los consejeros regionales en la elección de
alcaldes y concejales de octubre de este año 2012. De otra forma, la dilación
para el próximo año o para dentro de 4 años más, la gente de regiones lo
sentirá como un nuevo portazo a sus anhelos de participación democrática
activa.
La vida nos vapulea con penas
como la de arrebatarnos a un valiente carabinero de Lonquimay y por otro, nos
abre una luz de esperanza para los anhelos regionales de que llegarán días con
crecientes grados de autonomía. Este singular contraste, sin duda nos deja
atónitos, pero en ningún caso nos debe inmovilizar, muy por el contrario, debe
ser la fuerza interior que nos llame a fortalecer nuestra sociedad regional,
sobretodo en estos días de recogimiento, en los valores de la paz y el amor,
siempre superiores a cualquier otro.
Austral de Temuco
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