domingo, abril 08, 2012

Un pena y un cariño


Esta semana santa tal como reza la canción, nos golpea por un lado, una dolorosa pena y por otro, después de muchos años nos llega de improviso un cariño en lo político, el que nos reaviva la confianza en un futuro de mayor compromiso con las regiones.

Cuando un carabinero fallece en un acto de servicio como lo hizo el sargento Hugo Albornoz, es como si nos desgarraran un pedazo de nosotros, quedamos malheridos y más débiles todos. Es como si nos apretujaran el alma con una prensa invisible que nos tortura en lo más intimo. En estos tristes episodios, lo  primero es solidarizar con su familia y con todos sus compañeros de institución, pero de inmediato es necesario reforzar nuestra confianza en nuestro cuerpo de policía, generando el ambiente y condiciones de entorno, que les permitan desarrollar su noble labor de cuidar por la seguridad pública en el territorio. Es esencial que se les pueda dotar permanentemente en el tiempo, de las decisiones, información, inteligencia investigativa, recursos y equipamiento, además de una coordinación estrecha entre todos los actores institucionales con que el Estado aborda situaciones de seguridad interior. No basta con un fiscal especial para las causas de impacto público, se hace necesario estructurar equipos especializados que permanezcan en el tiempo. En ningún país democrático y serio del mundo, se acepta la existencia de ghettos de impunidad donde el matón del barrio, amedrentando a la gente por la violencia, hace de las suyas y además golpea arteramente a la autoridad cuando se le da la gana.

Somos o no somos, titulábamos hace un año este espacio de reflexión, haciendo ver la importancia, justo en la fecha del Día de las Regiones, sobre la necesidad de poder apurar el tranco en el tramite de aprobación de la ley que permitiera elegir directa y popularmente a los consejeros regionales. Después de mas de 12 años, compromisos parlamentarios suscritos reiteradamente ante el Conarede para las distintas campañas, podemos divisar una luz al final del túnel. Por 11 votos contra cero, unanimidad total de los diputados presentes en la Comisión de Gobierno Interior, se aprobó en general la ley que permitirá elegirlos. Se viene una serie de tramites legislativos típicos de la operatoria parlamentaria, antes de cantar victoria, pero es un primer peldaño. Ahora se hace necesario estar encima de nuestros representantes para que no se olviden de hacer su tarea rápido. Ayudaría mucho que el gobierno, dada la unanimidad de la votación, desde la UDI hasta el PS, le pueda poner discusión inmediata al proyecto. De esa forma podríamos aspirar a que esta sea tramitada con la celeridad que se requiere, para que podamos elegir a los consejeros regionales en la elección de alcaldes y concejales de octubre de este año 2012. De otra forma, la dilación para el próximo año o para dentro de 4 años más, la gente de regiones lo sentirá como un nuevo portazo a sus anhelos de participación democrática activa.


La vida nos vapulea con penas como la de arrebatarnos a un valiente carabinero de Lonquimay y por otro, nos abre una luz de esperanza para los anhelos regionales de que llegarán días con crecientes grados de autonomía. Este singular contraste, sin duda nos deja atónitos, pero en ningún caso nos debe inmovilizar, muy por el contrario, debe ser la fuerza interior que nos llame a fortalecer nuestra sociedad regional, sobretodo en estos días de recogimiento, en los valores de la paz y el amor, siempre superiores a cualquier otro.

Austral de Temuco