Don Chicho y Don Pato
La comentada entrevista del
diario El País de España al expresidente Patricio Aylwin, puso en debate una
discusión que faltaba, sincerando la historia. Lo crudo del quiebre democrático
y el impacto violento del golpe militar, hacían necesario por sanidad de la
convivencia democrática, el que determinados temas se soslayaran en pos de la
legitimación de una institucionalidad común y de un proyecto político colectivo
que traspasaba las fronteras y sensibilidades partidarias tradicionales,
incluyendo en una “Concertación” a la Democracia Cristiana encabezada por
Aylwin con los herederos de la Unidad Popular y de Allende.
Asimismo y como lo expresa
Ascanio Cavallo en su columna dominical, una de las causas de la tragedia de
1973, pudo ser “el quiebre de la amistad civica” (entre Allende y Frei) que
“fue tan profundo, que Allende no volvió a pisar la Moneda mientras Frei la
ocupó, y Frei no volvió a hablar con Allende cuando éste llegó a la
Presidencia.”
Los recuerdos que se tiene
de aquella época, son que el poder de la UP prácticamente no residía en
Allende, mas bien todos creían tenerlo y todos se sentían con derecho a
ejercerlo y a tironearlo, ahí pudo estar también parte del error. Allende en su
ambición de poder, fue un gran articulador y buscador de acuerdos, transando
permanentemente, no en vano experimentó 4 campañas presidenciales. Lo que bien
pudo ser bueno para acceder al poder, fue totalmente contraproducente, por el
caos y desconcierto que creaba la permanente transaca, cuando se tenía la
responsabilidad de gobernar un país. Mas aun en un país presidencialista como
Chile. Sin duda, la critica de Aylwin hacia Allende, en parte también podría
pasar por ahí.
La grandes expectativas
creadas al momento de ascender al poder por parte de la UP, sin duda les
jugaron en contra, el sentimiento era, si todos pudimos hacerlo para conquistar
el poder, también se podía hacer lo mismo desde el poder y la Moneda. Sin
embargo, otra cosa es con guitarra y la guitarra además, para que suene bien,
generalmente la debe tocar uno solo.
El proceso de atomización
política, fue uno de los principales gatillantes de la descomposición del
sistema democrático, el cual surgió como resultado, entre otros, de las altas
expectativas creadas al acceder al poder. Pero también es necesario recordar
que este se había incubado previamente, incluso al interior de la DC con la
creación del Mapu y la Izquierda Cristiana. Todos, cual más cual menos, se
sentían con el derecho de darle un mordisco al pastel, incluso antes de
hornearlo. En pocas palabras, todos aspiraban a ser caciques y muy pocos
estaban dispuestos a hacer la pega dura.
El hoyo negro del
centralismo capitalino, que se comenzaba a fortalecer, hacía que el trabajo
político territorial fuera cada vez menos considerado. Hasta el MIR que se
fundó en Concepción, a inicios de los setenta se fue a competir a la liga
capitalina. Quedando así solo en el recuerdo, el que los radicales fueron los
últimos exponentes que miraron y practicaron la política otorgándole importancia
a las provincias. De ahí para adelante todo ha sido centralismo político.
La Prensa Austral de Punta Arenas
El Centro de Talca (23 jun 2012)
Austral de Temuco (10 jun 2012)
El Centro de Talca (23 jun 2012)
Austral de Temuco (10 jun 2012)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home