sábado, junio 11, 2011

Ahora viene lo bueno

Hace poco se pudo ver, como la fiebre de las encuestas de opinión se apoderó, de nuestras autoridades, parlamentarios, dirigentes varios y en general, de las elites de nuestro país, que vibran cada cierto tiempo y le sacan punta al lápiz electoral con este tipo de noticias, sobre estadísticas de mayor o menor apoyo para moros y cristianos.

Lo que ha ocurrido esta vez, como lo han expresado varios, se ha repetido en cada uno de los gobiernos en el período inicial, obteniendo los presidentes un bajísimo apoyo que contrasta con las cifras obtenidas por cada uno de ellos en las respectivas elecciones presidenciales. Lo cual sin duda le llama la atención a muchos, pero en esto la ciudadanía, es menos exagerada y pareciera que se lo toma con Andina. Pero castiga fuertemente a los gobiernos al medirlos con su programa y compromisos electorales. Es el estilo que se ha ido imponiendo, no solo en Chile, ya lo vimos con el resultado estrecho en Perú, donde Gímala ganó por fallo fotográfico.

Ahora si uno analiza todo este conventilleo que se produce cuando sale la encuesta y anuncia la baja en la aprobación del presidente, del gobierno y de la oposición, la cosa se pone color de hormiga, pero entre ellos solamente. Aquí cada cual afila sus hachitas para salir a la palestra pública a marcar posiciones y en lo posible quedar mejor parado de lo que lo dejaron las cifras exhibidas por sus opositores. Pero no es más que eso, faramallas mediáticas que buscan relevar posiciones, pero que muy pronto pasan al olvido. Lo bueno que la historia reciente enseña que, con esta coyuntura, al tocar fondo la aprobación, se termina este famoso ciclo y viene un nuevo, uno que realmente vale. No sólo porque ya las encuestas no tienen tanta atención, sino por que lo que cuenta de aquí para adelante, será el trabajo realizado, los hechos y las acciones concretas en materia de gobierno. Basado en lo anterior, se podría decir que, ahora viene lo bueno, ya que el Gobierno deberá mover todas sus fichas, hacer los cambios requeridos, diseñar la mejor estrategia política y articular los acuerdos necesarios con la oposición. Y con esto de una vez por todas, marcar la diferencia, esa misma por la cual fue elegido por la ciudadanía.


Hay esperanza para las regiones, ya que por lo que se nos informó en reciente reunión sostenida con corporaciones de desarrollo regionales y regionalistas en la Moneda, invitados por el Ministro Secretario General de la Presidencia, Cristian Larroulet, durante el mes de junio se enviarán dos leyes, una que permita elegir a los consejeros regionales de manera popular, directa y universalmente, y la otra, para transferir competencias a los consejos regionales, estableciendo además un mecanismo flexible que permita seguir haciéndolo en el futuro, sin la necesidad de acudir a la formulación de leyes como necesariamente ocurre actualmente. Adicionalmente se buscará acompañar esta tramitación con una serie de otras medidas y políticas descentralizadoras, que benefician y dan respuesta a viejos anhelos de los municipios. El gobierno lo impulsará y presentará de manera conjunta, con la adecuada puesta en escena que la importancia amerita. Visto así, esta puede llegar a constituirse en la gran reforma descentralizadora, que por décadas han estado esperando las comunidades regionales. Todo esto siempre y cuando, los parlamentarios que, en su gran mayoría son de regiones y por lo tanto, comprometidos con su ciudadanía, se puedan sumar con gran decisión y protagonismo. De ellos dependerá si realmente se viene lo bueno.

El Centro de Talca
Austral de Temuco (05 jun 2011)