Ahora viene lo bueno
Hace poco se pudo
ver, como la fiebre de las encuestas de opinión se apoderó, de nuestras
autoridades, parlamentarios, dirigentes varios y en general, de las elites de
nuestro país, que vibran cada cierto tiempo y le sacan punta al lápiz electoral
con este tipo de noticias, sobre estadísticas de mayor o menor apoyo para moros
y cristianos.
Lo que ha ocurrido
esta vez, como lo han expresado varios, se ha repetido en cada uno de los
gobiernos en el período inicial, obteniendo los presidentes un bajísimo apoyo
que contrasta con las cifras obtenidas por cada uno de ellos en las respectivas
elecciones presidenciales. Lo cual sin duda le llama la atención a muchos, pero
en esto la ciudadanía, es menos exagerada y pareciera que se lo toma con
Andina. Pero castiga fuertemente a los gobiernos al medirlos con su programa y
compromisos electorales. Es el estilo que se ha ido imponiendo, no solo en
Chile, ya lo vimos con el resultado estrecho en Perú, donde Gímala ganó por
fallo fotográfico.
Ahora si uno
analiza todo este conventilleo que se produce cuando sale la encuesta y anuncia
la baja en la aprobación del presidente, del gobierno y de la oposición, la
cosa se pone color de hormiga, pero entre ellos solamente. Aquí cada cual afila
sus hachitas para salir a la palestra pública a marcar posiciones y en lo
posible quedar mejor parado de lo que lo dejaron las cifras exhibidas por sus
opositores. Pero no es más que eso, faramallas mediáticas que buscan relevar
posiciones, pero que muy pronto pasan al olvido. Lo bueno que la historia
reciente enseña que, con esta coyuntura, al tocar fondo la aprobación, se
termina este famoso ciclo y viene un nuevo, uno que realmente vale. No sólo
porque ya las encuestas no tienen tanta atención, sino por que lo que cuenta de
aquí para adelante, será el trabajo realizado, los hechos y las acciones
concretas en materia de gobierno. Basado en lo anterior, se podría decir que,
ahora viene lo bueno, ya que el Gobierno deberá mover todas sus fichas, hacer
los cambios requeridos, diseñar la mejor estrategia política y articular los
acuerdos necesarios con la oposición. Y con esto de una vez por todas, marcar
la diferencia, esa misma por la cual fue elegido por la ciudadanía.
Hay esperanza para
las regiones, ya que por lo que se nos informó en reciente reunión sostenida
con corporaciones de desarrollo regionales y regionalistas en la Moneda,
invitados por el Ministro Secretario General de la Presidencia, Cristian
Larroulet, durante el mes de junio se enviarán dos leyes, una que permita
elegir a los consejeros regionales de manera popular, directa y universalmente,
y la otra, para transferir competencias a los consejos regionales,
estableciendo además un mecanismo flexible que permita seguir haciéndolo en el
futuro, sin la necesidad de acudir a la formulación de leyes como
necesariamente ocurre actualmente. Adicionalmente se buscará acompañar esta
tramitación con una serie de otras medidas y políticas descentralizadoras, que
benefician y dan respuesta a viejos anhelos de los municipios. El gobierno lo
impulsará y presentará de manera conjunta, con la adecuada puesta en escena que
la importancia amerita. Visto así, esta puede llegar a constituirse en la gran
reforma descentralizadora, que por décadas han estado esperando las comunidades
regionales. Todo esto siempre y cuando, los parlamentarios que, en su gran
mayoría son de regiones y por lo tanto, comprometidos con su ciudadanía, se
puedan sumar con gran decisión y protagonismo. De ellos dependerá si realmente
se viene lo bueno.
El Centro de Talca
Austral de Temuco (05 jun 2011)
Austral de Temuco (05 jun 2011)
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