sábado, mayo 14, 2011

La Patria Regional

Las recientes protestas por Hidroaysen, demuestran que el regionalismo es la única alternativa que puede sacar a nuestro país de la debacle concentradora a que lo está empujando el centralismo. Cada vez más exacerbado y retroalimentado con lo mejor de nuestras voluntades regionales, que migran y se suman a esta gran corriente cultural que domina en nuestro país.

Para poder cambiar el final de esta crónica de una muerte anunciada, a que estamos sometidas las regiones, hay dos caminos posibles, el primero ya lo hemos visto en el Medio Oriente, donde según lo expresado por Wael Ghomin, portavoz de la oposición en las revueltas de Egipto, aprovechando las redes sociales, “el régimen atiende sólo cuando los ciudadanos ejercen su derecho a la desobediencia civil y a manifestarse”. Este camino puede ser duro para nuestra realidad, pero hay momentos en los países que convocan a la ciudadanía tras movimientos que las despiertan de su letargo de sometimiento.

La otra vía o camino, es el provocar e impulsar un gran cambio político en Chile aprovechando las oportunidades que presenta nuestro escaso y centralizado desarrollo político, lo cual sin duda es más acorde a nuestra idiosincracia nacional. Con la inscripción automática y el voto voluntario, en sus últimos trámites en el Congreso, el universo electoral y su composición etárea puede variar significativamente. Actualmente  los menores de 30 años representan un 9,2% del padrón electoral pero con la modificación ese porcentaje aumentará en aproximadamente cuatro millones de nuevos votantes y dependiendo de los grados de motivación, así como de las causas que los convoquen, los jóvenes podrían tener el mayor poder electoral en nuestra historia política reciente. Es decir, los jóvenes en ésta tendrán la sartén por el mango, si ellos quieren y se deciden a actuar.

Esta puede ser la gran lucha de los próximos años, el recambio generacional en la política y en las ideas. Chile necesita un brinco 3.0, que le permita pasar de la inercia centralista, al nutrirse de la creatividad y emprendimiento de sus regiones. Hay que remover el sarro burocrático centralizador que nos está haciendo tanto daño, los jóvenes son los llamados a encabezar este proceso. Al igual como lo fue con el triunfo de la Patria Joven encabezada por Eduardo Frei Montalva, que cambió drásticamente la política en ese entonces, obteniendo la mayoría absoluta (55,7%) en el país de los tres tercios y dejando a los actores políticos tradicionales marcando ocupado, hoy puede ser el gran momento, de la Patria Regional.


Como en política los relatos son importantes tanto como algunos hitos épicos, al igual como en 1964, con la marcha de la Patria Joven que recorrió Chile desde el norte y el sur, creando una mística que resultó arrolladora a la hora de los resultados electorales, los jóvenes de hoy pueden encontrar su marcha por un Chile más justo, más armónico en su desarrollo, un Chile de todos. Así, convocando también a las generaciones anteriores, con la ayuda de las redes sociales, será posible armar desde los territorios australes y el desierto nortino, nuestra Gran Marcha de la Patria Regional. Chile necesita savia regional que nutra las cañerías endogámicas del poder, ya muy obstruidas por la concentración en todos los ámbitos. Emulando el himno usado en la campaña del 64, nos gustaría escuchar un coro cada vez más ensordecedor que cantara: Brilla el futuro de nuestras juventudes, el centralismo es la meta a vencer, todos juntos desde las regiones, llegaremos al poder.

El Centro de Talca
Austral de Temuco (01 may 2011)