Política y regiones
Ya se vienen las elecciones encima y la novedad en esta contienda, es la
elección de consejeros regionales, es decir un desafío netamente
regional-local, del cual poco y nada se lee en la prensa. Poca bola le tiran
también los partidos y pactos nacionales, así como las coaliciones en su futura
batalla presidencial, pareciera que no existieran los consejeros regionales. En
general, muy pocos se preocupan de lo regional o de lo que los territorios
necesitan, es como rasca dirá un dirigente por ahí, porque en Chile todo se
corta en la capital y lo que realmente vale la pena, es la pelea grande o como
encaja la política nacional, aunque se trate de la elección del centro de
padres de un liceo cualquiera. Para muchos “políticos nacionales” el territorio
local o regional es como jugar en los potreros y para esto, según ellos, solo
se requiere buenos cuidadores. Sino basta mirar el sangriento enfrentamiento
que se está vislumbrando en las circunscripciones senatoriales capitalinas, pareciera
que ahí se va a jugar el destino de Chile, el resto simplemente no existe.
En nuestro país, "este país" para algunos, hay tres
"lismos" que lo marcan a fuego, estos son: el presidencialismo
exacerbado, el binominalismo que monopoliza la política en unos pocos y el
centralismo de todo orden que mantiene postergados a los territorios y su
gente. Estos tres fenómenos, más encima se retroalimentan entre si, provocando
efectos devastadores para la participación ciudadana, la equidad territorial y
la legitimidad de las autoridades, así como también en la credibilidad que
tiene la gente en el sistema o modelo de sociedad que se está construyendo.
El impacto o efecto de estas verdaderas bombas de racimo en nuestra
realidad política, se puede apreciar en los noticiarios de televisión, donde
los distintos candidatos ya sea de Gobierno u oposición, se les aprecia
pinchando y peleando posiciones frente a la cámara junto al Presidente de
turno. A quienes, en su visitas a regiones, se les puede ver acompañados a sus
espaldas y estratégicamente ubicados, para el encuadre televisivo, generalmente
por las colleras de candidatos de la coalición respectiva.
Entonces, uno comienza a entender los fundamentos de la critica
generalizada hacia los políticos. Donde eso de la política al servicio de la
gente viene a ser sólo una cantinela hueca, que se repite hasta el cansancio,
pero en la cual muy pocos creen y muchos menos se la juegan por ella.
Para perfeccionar la institucionalidad democrática, no solo se requiere de
la elección de los representantes populares a todo nivel y en especial en la
región, como se podrá hacer por primera vez en esta elección, también se
requiere que estos se crean el cuento de la importancia de lo local y se
comprometan con su comunidad. Así juntos, pueden aprovechar los espacios de
participación y decisión que se tienen y apropiarse de los que hay que crear,
en beneficio del desarrollo del territorio y su gente.
Esta más que demostrado, que el desarrollo depende más de actitudes
colectivas y del trabajo en equipo, que de los siempre escasos recursos, por lo
tanto, ya viene siendo hora de que la ciudadanía sea la que asuma el rol
activo que le corresponde. Sólo de cada uno de nosotros depende.
El Libertador de Rancagua
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