viernes, octubre 19, 2012

Como antes, todo mal

Al analizar los últimos dos partidos de la selección, el contraste puede nublar el análisis, ya que los primeros 20 minutos con Argentina, no tienen nada que ver con el primer partido con Ecuador y el baile que nos dieron. Como una golondrina no hace verano, la conclusión natural es que volvimos a ser un equipo de potreros, del sube y baja. Se acabo la constante metódica del juego colectivo, a todo ritmo y en velocidad pero con precisión y cuidando la pelota. Ya sea de local como de visita. Esta de regreso el juego lento, el recibir la pelota estáticos, el pase hacia atrás, el hacer tiempo, cuando todavía no se tiene nada. Amontonados en el campo propio como era antes. Y los resultados igual de malos que en el pasado, pases imprecisos sin destino y un gran porcentaje con entrega al adversario.

Hemos vuelto a especular en la cancha. Con un solo delantero adelante y jugando la pelota a la chuña, nadie puede, ese futbol de las cavernas ya feneció, pero nadie le aviso a Borghi ni al “Pillo” Vera. Ni el apelativo de este último, puesto en la banca, nos salvo. No cachamos ni una, pero que se puede esperar de un equipo que no entrena rigurosamente, con Bielsa era otra cosa. Se echa de menos la disciplina y la rigurosidad, adentro y afuera de la cancha.

La maquina roja que instauró el Profe Bielsa ya no existe, la cambiamos por un desequipo, que despeja sin precisión y donde un jugador expulsado por un patadón, al retirarse es palmoteado por el preparador físico, en lugar de ser reprendido. Un arquero jugando sólo, ataja un penal y nadie corre a proteger el arco. Se perdió la tremenda base estratégico-colectiva que habíamos ganado como equipo de selección, porque se supone que esos son, una selección de los mejores. Se nos acabo el vuelito que nos dejó Bielsa, duró como un par de partidos. Volvimos al Chile que a nadie le gusta, que ahuyenta a la gente del estadio.

Sin duda, Jadue, Yuraseck,  Ruiz Tagle y compañía, ya lo tienen mas que claro, son los responsables  de que el país se farreara un gran equipo y un mejor proceso. Ese que convirtió a un grupo de jugadores, por los que nadie daba un peso por ellos en una selección de excelencia, con puro trabajo intenso y disciplina, entrenando incluso bajo la lluvia, hoy si llueve los entrenamientos se suspenden. De un huascazo se tiro por la borda un gran trabajo, que había conseguido darle agresividad y velocidad al futbol chileno, por el contrario, lo cambiamos por el viejo y conocido esquema especulador y defensivo. Cambiamos el planteamiento ordenado y estratégico, por la improvisación sin ningún orden, ¡juguemos no mas cabros! Con esto volvieron a campear la falta de confianza, los titubeos y los desaciertos. Atrás quedo el juego en velocidad, articulado y con gran precisión. De seguir así, nuestra selección valdrá huevo para la próxima negociación con los auspiciadores oficiales, si es que no se retiran antes, la gente ya lo está haciendo.

Para que un equipo chileno funcione bien y pueda tener resultados internacionales, como los tuvo la selección y ha tenido la U. de Chile, por ejemplo, es ser en extremo disciplinados estratégicamente. Bielsa en este sentido nos enseño que todo dependía de nosotros y aunque perdiéramos, todos quedabamos conformes por la entrega desbordante, el orden táctico y el gran esfuerzo desplegado en la cancha, que impresionaba a medio mundo. ¿Alguien ha visto algo de esto en los últimos partidos de nuestra selección?

Ahora hay que cruzar los dedos para que alguna de las individualidades nos pueda salvar de la debacle, porque lo colectivo ya se funó. Incluso nos ganan con goles de corner al primer palo y además estamos volviendo a los records de expulsiones por codazos y trancazos desmedidos. Como antes, todo mal.


La Prensa Austral de Punta Arenas
El Libertador de Rancagua (20 oct 2012)
Austral de Temuco (14 oct 2012)