Democracia coja
Recientemente en un taller organizado en Temuco
por el PNUD y otros centros de estudios capitalinos, denominado “Auditoría a la
Democracia”, nos correspondió participar y escuchar a distintos actores
regionales sobre la materia, lo que sumado a una serie de columnas y
declaraciones emitidas este último tiempo por distintas personalidades
políticas, nos ratifican una vez más el consenso público sobre la importancia
de la descentralización para tener una democracia equitativa. Sin embargo, como
también es característico de nuestro país, esto se contrasta con los porfiados
hechos, un solo ejemplo, aun no tenemos claro si habrá o no y como será la
elección de los Consejeros Regionales y, si esto no se acelera, para que se
acople con la elección municipal del 2012, a última hora tendremos a los
honorables parlamentarios, que ven competencia en estos futuros consejeros
elegidos, agregando un articulo interpretativo que renueve a los actuales Cores
por cuatro años más. Esa es democracia mi alma, como lo decía el Consejero
Regional del PPD Marcelo Segura en el mismo taller, el sistema actual es tan
sui géneris, que el mismo resultó electo gracias a una moneda al aire que
resolvió un empate.
Con razón, para el senador Eugenio Tuma, el
único parlamentario presente en este taller, “el sistema político nacional no
garantiza equidad y ha fallado en materia de descentralización”. Lo cual, como
lo hemos denunciado por más de una década en esta tribuna, ha estado
produciendo una concentración peligrosísima en la capital. Una editorial
reciente de El Mercurio, titulada “Regionalización versus centralismo”, lo
describe, “si los centros de poder y decisión siguen concentrados en la
capital, por efecto centripeto el capital humano, económico y cultural tenderá
a radicarse inequitativamente en el centro, como de hecho ha ocurrido.” Por
décadas y sin ningún tipo de contrapeso ni mínima reacción o reflexión crítica
de parte de los gobiernos ni de las elites político-sociales.
En general, se es descentralizador cuando se
está en la oposición y se sufre de una amnesia repentina cuando se llega al
poder. Una muestra, uno de los partidos más esquivos con la descentralización
cuando ha estado en el gobierno, como lo es la DC, salvo honrosas excepciones
regionales, ahora que está en la oposición, en palabras de su presidente el
senador Ignacio Walker, un objetivo clave para la Concertación es: “juntar a
nuestros equipos municipales para hacer una propuesta programática al país
sobre descentralización”. Otro del mismo partido, el ex ministro Alejandro
Ferreiro, hace muy poco en una columna de un matutino de circulación nacional,
titulada “Quien es Chile”, se refería respecto a la elección popular de la
primera autoridad regional, “en
regiones, la gente pide a los intendentes que combatan el exceso de
centralismo, pero eso es mucho pedir para quienes son, en esencia, su viva
expresión.” Mas adelante lo reforzaba expresando, “las regiones requieren
autoridades cuyos mandantes estén en las urnas y no en el Palacio de La Moneda.”
Y para rematar se despacha la siguiente frase: “Si las regiones importan, no se
advierte por qué hemos resuelto confiar en la democracia para elegir alcaldes,
pero no intendentes.”
La democracia seguirá incompleta o coja,
mientras los grupos de poder capitalinos, especialmente los que manejan los
partidos políticos, mantengan una doble cara frente al tema. Ante la opinión
pública son acérrimos partidarios de la descentralización, pero en la interna y
privadamente usan expresiones, como la que nos comentó en el taller el
consejero Segura, “de que se quejan, si en regiones no tienen las capacidades”.
Así nadie puede.
Austral de Temuco
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