Una buena y otra mala
Una buena y otra
mala
Esta semana el
Subsecretario de Desarrollo Regional Miguel Flores, destacó el que la inversión
regional, léase Fondo Nacional de Desarrollo Regional - FNDR, subirá un 5% y
además se creará una línea de compensación que indemnizará a las comunas que
tienen terrenos exentos del pago de impuesto territorial, con un monto cercano
a los 41 millones de dólares. Esto merece un aplauso, siempre y cuando se
considere la propiedad rural, ya que si es así, por primera vez será posible
compensar a las comunas pobres de La Araucanía, donde gran parte de su
población esta exenta del pago de contribuciones, sobretodo las tierras
indígenas y de pequeños propietarios. Las que por estar en esta condición de
pobreza, no pueden aportar a su municipio como si lo hacen sustantivamente, por
ejemplo, los habitantes de comunas capitalinas del barrio alto.
Cabe destacar
asimismo, que el FNDR fue creado para compensar territorialmente las regiones
con mayores deficiencias, disminuir las desigualdades de bienestar y promover
un desarrollo balanceado entre ellas. De hecho el primer considerando de su
reglamento reza así: “el Fondo Nacional de Desarrollo Regional es un programa
de inversiones públicas, con finalidades de compensación territorial, destinado
al financiamiento de acciones en los distintos ámbitos de infraestructura
social y económica de la región, con el objeto de obtener un desarrollo
territorial armónico y equitativo.” Para cumplir este propósito desde su
creación el FNDR mediante el Decreto Supremo Nº 475 de 1974, claramente discriminó
favorablemente a las regiones frente a la Región Metropolitana, usando
fundamentalmente criterios territoriales antes que poblacionales para la
distribución de los recursos.
Pero en la
práctica, lo que ha ocurrido con este fondo, contrasta significativamente con
su objetivo y espíritu inicial. Ya que, si bien ha aumentado cada año, es la
Región Metropolitana lejos, la que más ha crecido en términos de asignación de
fondos. De tener sólo el 1,2% del total del país en 1976 y llegar como máximo
al 3,5% en 1982, pasó al 16% el 2004. Tomando en cuenta el período 2003 – 2006,
por ejemplo este aumento alcanzó a un 161,4%. Y para este período que viene,
por lo anunciado por la Subdere, la RM será la que recibirá mas recursos entre
todas las regiones, del fondo que se supone se creó para las regiones como una
señal nítida de descentralización. El mundo al revés. La región capital
recibirá así 41,6 mil millones de los 323,7 mil millones del total del país, le
siguen Bio Bio y La Araucanía con 38,4 y 27,1 mil millones respectivamente.
La
revista “Fundamenta” de la Cámara Chilena de la Construcción lo caracterizó
hace algunos años, como una incongruencia entre el espíritu del FNDR y lo que
ocurre en la práctica con la distribución del FNDR bajo esta modalidad. Ya que al
pasar los años lejos de mejorar la distribución de los recursos, ésta ha
empeorado.
Esto
se ha debido principalmente a que el procedimiento sobre operación y
distribución del FNDR ha sufrido varias modificaciones en sus ponderaciones.
Así por ejemplo en abril del 2007 tres de los cuatro indicadores se medían en
niveles de población, lo cual garantiza que la región que más beneficios obtenga
de la distribución de recursos del FNDR sea precisamente la Región Metropolitana,
que posee sobre el 40% del total de población nacional, y que las regiones extremas,
por ejemplo, con baja cantidad de población sobre el total país, sean las menos
beneficiadas con una herramienta que fue creada para todo lo contrario.
Con justa razón al
analizar recientemente el proyecto de presupuesto el economista Sebastián
Edwards, comentó en un matutino capitalino: “El Gobierno ha perdido una gran
oportunidad para lanzar una nueva fase de modernización”. Esperemos que en los
próximos años se promuevan políticas públicas que pongan el acento, de una vez
por todas, en una descentralización real y efectiva.
Austral de Temuco
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