Somos o no somos
Si hay algo que es
esencial en materia política, es el “sentirse parte” de un colectivo y
compartir las ideas con un conjunto variopinto de individuos, que no tienen
otra orientación que trabajar juntos por influir en la comunidad con sus ideas.
Por lo tanto, es fundamental el que sus líderes sepan mantener vivo y
actualizado el cuentito común que los unió en su origen, lo respeten y sean
coherentes al ponerlo en acción. El no hacerlo significa olvidarse en parte de
la gente y por lo general, provoca las derrotas electorales y por ende la
alternancia en el poder. Al conseguir que lleguen otros con un cuento más
atractivo y cautivante.
Algo de esto es lo
que le sucedió a la Concertación, que este 2010 finalizó un período
significativo de 20 años de gobierno, el más largo por parte de una coalición a
nivel nacional. Los errores se pagan caro, es lo que parecen decir, por un lado
Guido Girardi, cuando asevera que el país creció menos que Latinoamérica
durante la última crisis económica… y que “no era inevitable que la pobreza
aumentara” y por otro, Francisco Vidal al
expresar que, “hubo aburguesamiento en el poder: exceso de viajes al extranjero
de autoridades y el gusto de algunos por moverse en autos fiscales. Esto fue
minando la mística y el espíritu.” Sin duda, desprolijidades como aquellas hicieron
que la ciudadanía optará por un cambio, no se optó por una gran revolución,
sino más bien por alguien que pudiera poner orden en la casa o al menos hacer
aseo. En esto, el pueblo es soberano y vio en Piñera a un gerente, el que pese
a las duras críticas iniciales, incluso al interior de su alianza, se rodeó de
un equipo destacado de profesionales, exitosos en el mundo privado, para llevar
adelante la tarea de modernizar y hacer eficiente al Estado. En su gran
mayoría, sacrificando ingresos muy superiores, están trabajando por mística en
pos de solucionar los problemas del país. El sólo ejemplo del ministro de
Minería Laurence Golborne y el celebrado internacionalmente rescate de los 33,
es un mentís para los detractores del nuevo estilo.
Con todo, al
gobierno le llora un cuentito mayor una visión/misión común que desafíe al país
y a toda su gente. Como lo enunció en su momento José Joaquín Brünner, “debiera tener una visión más grande y no
puras tareas de corto plazo. No se trata de producir utilidades cada tres meses
y mostrarlas en los diarios.” Sin embargo, las críticas inmediatas de la nueva
oposición, ante cada reforma o proyecto gubernamental no hacen mella en la
opinión pública, probablemente sea por lo que expresó hace algún tiempo atrás
Sebastián Edwards, “fueron gobierno por 20 años, y lo que ahora piden no lo
implementaron cuando estuvieron en el poder.”
Austral de Temuco
La Prensa Austral de Punta Arenas (08 abril 2011)
Austral de Temuco (03 abr 2011)
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