domingo, noviembre 28, 2010

Somos o no somos

Si hay algo que es esencial en materia política, es el “sentirse parte” de un colectivo y compartir las ideas con un conjunto variopinto de individuos, que no tienen otra orientación que trabajar juntos por influir en la comunidad con sus ideas. Por lo tanto, es fundamental el que sus líderes sepan mantener vivo y actualizado el cuentito común que los unió en su origen, lo respeten y sean coherentes al ponerlo en acción. El no hacerlo significa olvidarse en parte de la gente y por lo general, provoca las derrotas electorales y por ende la alternancia en el poder. Al conseguir que lleguen otros con un cuento más atractivo y cautivante.

Algo de esto es lo que le sucedió a la Concertación, que este 2010 finalizó un período significativo de 20 años de gobierno, el más largo por parte de una coalición a nivel nacional. Los errores se pagan caro, es lo que parecen decir, por un lado Guido Girardi, cuando asevera que el país creció menos que Latinoamérica durante la última crisis económica… y que “no era inevitable que la pobreza aumentara” y por otro,  Francisco Vidal al expresar que, “hubo aburguesamiento en el poder: exceso de viajes al extranjero de autoridades y el gusto de algunos por moverse en autos fiscales. Esto fue minando la mística y el espíritu.” Sin duda, desprolijidades como aquellas hicieron que la ciudadanía optará por un cambio, no se optó por una gran revolución, sino más bien por alguien que pudiera poner orden en la casa o al menos hacer aseo. En esto, el pueblo es soberano y vio en Piñera a un gerente, el que pese a las duras críticas iniciales, incluso al interior de su alianza, se rodeó de un equipo destacado de profesionales, exitosos en el mundo privado, para llevar adelante la tarea de modernizar y hacer eficiente al Estado. En su gran mayoría, sacrificando ingresos muy superiores, están trabajando por mística en pos de solucionar los problemas del país. El sólo ejemplo del ministro de Minería Laurence Golborne y el celebrado internacionalmente rescate de los 33, es un mentís para los detractores del nuevo estilo.

Con todo, al gobierno le llora un cuentito mayor una visión/misión común que desafíe al país y a toda su gente. Como lo enunció en su momento José Joaquín Brünner,  “debiera tener una visión más grande y no puras tareas de corto plazo. No se trata de producir utilidades cada tres meses y mostrarlas en los diarios.” Sin embargo, las críticas inmediatas de la nueva oposición, ante cada reforma o proyecto gubernamental no hacen mella en la opinión pública, probablemente sea por lo que expresó hace algún tiempo atrás Sebastián Edwards, “fueron gobierno por 20 años, y lo que ahora piden no lo implementaron cuando estuvieron en el poder.”

Por lo tanto, la práctica política que transa más allá de su línea gruesa base en materia de principios y valores, dando señales políticas a veces confusas a sus seguidores, corre el riesgo de que su gente se le arranque. Muchas veces por ir en busca de la encuesta esquiva, correr tras la imagen pública diversa y amplia o al juntarse con los más llamativos y gritones, olvidando a la gran mayoría silenciosa, se pierde el foco, así como también la nitidez del aura colectiva propia. Todo aquello que cautivó y encantó al grupo para trabajar unidos, esencial para guiar y mantener la ruta trazada para los integrantes de cualquier coalición y sus distintas tendencias internas. Las famosas miguitas de Hansel y Gretel. Es el cemento que los hace permanecer unidos, si se reseca por falta de cuidado y atención, se resquebraja y desata la dispersión y el desbande de la gente.

Austral de Temuco
La Prensa Austral de Punta Arenas (08 abril 2011)
Austral de Temuco (03 abr 2011)