A la chilena, de la A a la P
A la chilena, de
la A a la P
La reciente epopeya
de los 33 en las profundidades del desierto de Atacama, nos impactó en el alma
a la mayoría nacional y mundial, desde ese día en que supimos que estaban
vivos, hasta el valiente salto al vacío del primer rescatista Manuel Gonzalez,
quien voluntariamente optó por internarse en ese largo, estrechísimo y oscuro
espacio abierto por el sondaje, nada mas que con su valor y osadía, por salvar
a los viejos, los mineros.
La admiración
internacional evidenciada urbi et orbi hacia nuestro país, sus autoridades y
sus técnicos, nos llena de orgullo. Un orgullo minero nacional, que se ganó día
a día, metro a metro y minuto a minuto, en el rescate mismo y en su compleja y
acertada planificación, la que a veces parecía excesiva, pero las 33 vidas lo
justificaban con creces. Así lo describió un extranjero vía tweeter, cuando
expresó: “en Chile salvar una vida no tiene precio, eso es respeto a los
derechos humanos”.
La admiración
adquirió ribetes insospechados, como lo fue el comentario de Michael Moore,
quien entrevistado en CNN por Larry King en su programa estelar expresó:
"la próxima vez que tengamos un hoyo en el golfo de México, debemos llamar
al gobierno chileno". Y eso que lo hicimos “a la chilena”, como lo
mencionó el presidente Piñera en la evaluación final, pero con su que, ya que
esto significaba apostar a un cambio de signo de nuestro típico comentario. Con
gran sentido de la oportunidad y aprovechando la transmisión televisiva en
directo a mas de mil cien millones de personas, busco posicionar la imagen de
Chile haciendo el contrapunto, vinculándola con el destacado desempeño de
nuestro país, su institucionalidad, los mineros, Codelco, las empresas, los
ingenieros y técnicos, en dos palabras, todo Chile unido. Buen punto, sin
embargo el desafío es grande, pero no imposible. A lo mejor aquí está el relato
país que muchos echaban de menos, en un gobierno con muy buenos contadores,
pero donde hace falta un cuentito que convoque y motive a todos tras una gran
meta, de unidad nacional real y sentida.
Todos y todas las
experiencias, pueden servir para construir juntos nuestro gran cuento nacional,
partiendo por cada uno de los 33. Del minero animador y motivador que conmovió
al mundo, del jefe de turno que ordenó y se preocupó de su gente,
transmitiéndole al presidente la urgencia de tomar medidas para que desastres
como este nunca más vuelvan a suceder. Del liderazgo y tino, para manejar y
endilgar la situación en vivo, de la flamante dupla Golborne-Sougarret. De la relación
amistosa del presidente con Evo Morales y las elogiosas felicitaciones de este
a nuestro país. De todo esto podemos sacar lecciones de distinto orden, que nos
permitan aplicarnos bajo este nuevo estilo de hacer las cosas bien, “a la
chilena”.
Aquí está también
el cierre de la tan manida transición, tantas veces anunciada y declarada. Una
transición que va desde la A a la P, de la A de Allende y la utopía socialista
fallida, a la P de Piñera, quien encabezando un gobierno de centroderecha ha
asumido el compromiso ineludible ante el mundo entero de cautelar los derechos
de los trabajadores.
Desde la Araucanía,
con nuestra multiculturalidad y su potencial, nos podemos sumar con toda
nuestra gente a este gran desafío, en el que la unión hace la fuerza. Desde las
raíces profundas y la voluntad de ser, de los habitantes de la Frontera,
podemos ayudar a delinear un cuento país que, nos haga sentido a nosotros y a
su vez logre motivar y cautivar a todos los demás.
Austral de Temuco
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