viernes, noviembre 05, 2010

Pensar el futuro

Recientemente se llevó a cabo en la capital el encuentro nacional de la empresa Enade 2010, que organiza ICARE el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas, organización que surgió en 1953 cuando un grupo de visionarios empresarios encabezados por don Eugenio Heiremans llegaron a la conclusión que, “para triunfar ya no bastaba tener una buena idea, sino que era necesario tener visión de futuro”. Más aun cuando el pasado, como lo dijo Sergio Melnick, ya no sirve para predecir.

Las mejores estrategias o planes de desarrollo son los que se basan en un ejercicio de soñar e imaginar el futuro, esto no sólo hay que hacerlo carne en la empresa, sino también en las organizaciones de cualquier tipo. No implementarlo, significa dar demasiadas ventajas. Esto sirve incluso para encantar no sólo a los clientes, también para provocar el talento de los emprendedores. Así se asegura la innovación y el surgimiento de nuevas iniciativas que contribuirán al desarrollo. Definir estos desarrollos y estrategias es clave para mantenerse vigentes y todo deriva del ejercicio del pensar y repensar como será el futuro.

Hoy se esta pasando de la Internet de las personas a la Internet de las cosas, Apple con AppleStore y el I-phone, es el ejemplo típico, hoy con pequeños programas de distribución electrónica a bajo precio, ha logrado fidelizar y enganchar a sus clientes. El camino no es optativo, la aplanadora de la evolución tecnológica pasará por encima de aquellos que se mantengan firme en sus posiciones.

El uso de la tecnología y el comunicar hoy en día y, para lo que viene, es fundamental. Tanto como entender e interpretar a los jóvenes, que son los que ya están participando y definiendo activamente el futuro. Son ellos también, quienes deben adquirir con mayor urgencia las competencias para saber comunicarse adecuadamente, tanto en el contenido como en el envase tecnológico más eficiente, en esto la TV Digital representa un desafío y una gran oportunidad.

Si las eras más importantes de la civilización humana en el pasado lo fueron el Renacimiento y la Revolución Industrial, ahora lo que se instaló con fuerza, es la masificación del consumo, potenciado con la irrupción de China e India. Por lo tanto, las espaldas son importantes, las empresas que hacen la diferencia son las grandes y, todas las grandes empresas son tecnológicas. Las pymes pueden resultar románticas y ser grandes generadoras de empleo, pero no son la solución en innovación ni en investigación. Este proceso, en el cual el mundo ya está inmerso, abre especiales perspectivas para los territorios emergentes, como lo son los países latinoamericanos y regiones como la Araucanía. Una región que, presenta buenas oportunidades,  pero también mantiene importantes desafíos en materia de competitividad. Con algunas debilidades a superar, como lo es el que sus empresas, al igual que en el resto de Chile, mantengan estructuras jerárquicas rígidas, que dificultan la cultura de la innovación al interior de ellas y no permiten escuchar a la gente. Otra falencia lo es el bajo nivel de confianza existente en la sociedad, al compararnos con otros países y regiones, complejizado por la presencia/ausencia del pueblo mapuche. Todo lo cual además, impide el trabajo cooperativo y produce una débil vinculación entre la investigación universitaria y las necesidades de innovación de las empresas.


La sistematización de la innovación haciendo de la misma una filosofía de acción, implementando un modelo de gestión de la innovación con visión de futuro, resulta de fundamental relevancia. Dicho en simple, innovación es cambiar el enfoque o la mirada y saber convertir una anomalía en una oportunidad, transformando esto en una cultura que seleccione las mejores y de mayor impacto, para ejecutarlas siempre a través de un proceso de aprendizaje continuo.

Austral de Temuco