Desarrollo local
Desarrollo local
Hace algunos días nos tocó participar en un seminario organizado por un centro de alumnos de la UNAP de Victoria, en el cual expusimos sobre las perspectivas del desarrollo regional bajo una visión empresarial, todo esto con miras al Bicentenario. Nos correspondió compartir el panel, entre otros, con el destacado periodista Alejandro Guillier. Como regionalista fue muy reconfortante poder comprobar, como los esfuerzos de una universidad regional y sus alumnos, construyen territorio y región desde Victoria, con todas las dificultades que aquello implica, en un país tan centralista y con regiones donde este centralismo muchas veces se replica y refuerza en sus capitales como Temuco o Concepción.
Muchas veces se piensa erróneamente que las soluciones e ideas deben venir desde afuera para provocar e impulsar el desarrollo de las comunas y localidades, sin embargo con ejemplos como el enunciado antes, queda demostrado con creces que el desarrollo pasa principalmente por los actores con arraigo y pertinencia local. Nadie podrá resolver mejor los problemas que aquejan a un territorio, que su propios habitantes, el resto es puro discurso politiquero y trasnochado. En esto es básico el respeto a la identidad cultural y a la diversidad presente en la comunidad local, ya que la riqueza de esta radica precisamente en estos factores.
Lo importante en todo esto es enfocar bien el trabajo conjunto en pos de los objetivos que se fijen como colectivo. En lo productivo y empresarial, es necesario buscar las oportunidades de negocios que aprovechen los nichos de exportación y las ventajas comparativas del territorio, pero en todo, siempre hacerlo con calidad y respetando el medioambiente, ya que de otro modo se estará hipotecando el futuro de todos, en especial el de las futuras generaciones.
Todas nuestras regiones y sus distintas ciudades, si bien sufren los embates continuos y persistentes del centralismo cupular, también son atacadas por el centralismo cultural. El que la mayoría de las veces se manifiesta cuando se parte desde un principio derrotado ante los problemas que nos afectan. Sin embargo, si se cambia de actitud y se inicia el recorrido de un camino que implique un trabajo conjunto, que además le permita a la comunidad creerse el cuento de verdad, las cosas serían muy distintas.
Las regiones tienen grandes potencialidades, tanto
en sus recursos naturales como en la presencia e interacción de sus diversas
comunidades. Esto siempre y cuando, estas se
ecuentren empoderadas y trabajando articuladamente entre los distintos
ámbitos, lo cual puede hacer la diferencia en la carrera del desarrollo.
El éxito futuro de cualquier territorio o comuna regional, dependerá del
como ésta es capaz de organizarse para, en primer lugar, reconocer
y superar sus debilidades y, en segundo lugar, en como son capaces
de sacar el mejor provecho a sus fortalezas y potencialidades. El resto es
echarle firme para adelante, de seguro nada ni nadie les impedirá triunfar.
Diego Benavente M.
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